Australia

En respuesta al informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2022 sobre los riesgos del plomo en el agua potable, el Gobierno australiano ha implementado medidas para reducir la presencia de este metal en los sistemas de distribución de agua, como tuberías, válvulas y demás materiales metálicos que los conforman.

Desde 2023, el país ha llevado a cabo un periodo de transición para limitar progresivamente el contenido de plomo en los sistemas de canalización potable, permitiendo a la industria adaptarse a los nuevos requisitos. A nivel internacional, un caso similar ocurrió en Fráncfort en 1986, cuando se descubrió que un 10 % de la población vivía en viviendas con tuberías de plomo. Para eliminar el problema, en 1997 se puso en marcha una iniciativa de sustitución que se completó en 10 años. Australia sigue ahora un camino similar, aunque con una estrategia adaptada a su contexto actual.

Por ello, la Junta Australiana de Códigos de Construcción (Australian Building Codes Board o ABCB, por su sigla en inglés) ha actualizado la normativa, estableciendo que los materiales utilizados en la potabilización del agua, entre los que se incluyen aleaciones de cobre y similares, no podrán contener más de un 0,25 % de plomo en peso. Este nuevo estándar será obligatorio para obtener la certificación WaterMark «libre de plomo», imprescindible para comercializar estos productos en Australia.

Entrada en vigor y productos afectados

A partir del 1 de mayo de 2026, todos los productos destinados a la distribución de agua potable deberán cumplir con este nuevo límite para poder ser vendidos o instalados, incluso si ya cuentan con la certificación WaterMark actual. Sin embargo, los sistemas previamente instalados no estarán sujetos a esta restricción.

La normativa afecta a todos los productos listados en el WaterMark Schedule of Products, incluidos repuestos y componentes de mantenimiento. Para más detalles sobre los productos específicos incluidos en esta regulación, se recomienda consultar la web de la Junta Australiana de Códigos de Construcción (ABCB).

Oportunidades para las empresas

Este cambio normativo representa una oportunidad para las empresas especializadas en sistemas de distribución de agua potable, especialmente en la fabricación de válvulas, tuberías y otros componentes con bajo contenido de plomo. Las compañías que cumplan con los nuevos requisitos podrán acceder a un mercado con una demanda creciente de soluciones certificadas y adaptadas a las normativas ambientales y de salud pública australianas.

Las empresas interesadas en exportar a Australia deberán asegurarse de que sus productos cumplen con las especificaciones establecidas por la ABCB para obtener la certificación WaterMark «libre de plomo», un requisito esencial para su comercialización en el país.