Francia

La inflación creció aún más en mayo, alcanzando el 5,2 % y más del 4 % en productos alimenticios. LSA y Kantar han ideado un barómetro para monitorizar la percepción y las preocupaciones de los hogares franceses ante la inflación, sobre todo ante los productos alimenticios.

En este contexto, los hogares franceses han reducido significativamente sus gastos en el mes de abril. Con una caída del 6,2 % en el gasto de alimentación con respecto al año pasado, en concreto un 14,1 % para los productos frescos.

Tras el aumento de los precios, los consumidores recurren cada vez más a las marcas de distribuidor, sobre todo para productos como la mostaza, la pasta o los aceites. Además, por temor a la escasez o a una explosión de los precios, los consumidores han tendido a almacenar ciertos productos, aumentando el volumen de compra y el gasto. Por ejemplo, la pasta y el aceite, han aumentado en general en todos los hogares, pero incluso más en los hogares acomodados.

Otros productos, sin embargo, han sufrido una fuerte caída. Este es el caso del petit suisse y la mostaza. Los hogares gastaron un 9 % menos de mostaza respecto al año pasado, intentando mitigar el impacto inflacionario al dejar de comprar significativamente este condimento. En cuanto al petit suisse, sufrió una caída del 15 % y un cambio hacia las marcas privadas.

Kantar, además, ha realizado una encuesta a 1000 personas de Kantar sobre el aumento de precios, capacidad de compra y poder de adquisición, agrupándolos en tres grupos diferentes. Los ‘vulnerables’: hogares en tensión financiera, como las personas inactivas o con trabajos precarios; los ‘pragmáticos’: las clases medias de trabajadores y los jubilados, y los ‘conservadores’, hogares privilegiados que tienen un poder adquisitivo más alto. Entre estas clases de consumidores, los hogares más modestos son los más afectados por la inflación, de hecho, el 20 % de ellos afirman que ya les es difícil sobrevivir económicamente hablando.

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