El primer ministro de Rumania, Nicolae Ciucă, anunció la semana pasada que su Ejecutivo espera que el país concluya 2022 con un crecimiento económico cercano al 5%, informa SeeNews. El dirigente señaló además que el Gobierno ha tomado medidas para fortalecer su economía y mantenerla en equilibrio, “para que no entremos en recesión”.
Según el primer ministro, la disminución de la tasa de crecimiento del PIB en el tercer trimestre de este año se debió al impacto de la sequía en la producción agrícola y es muy posible que “estos efectos también se manifiesten en los resultados del cuarto trimestre”.
La economía rumana creció un 4% interanual en el tercer trimestre de este año, frente al aumento del 5,6% experimentado en ese mismo período de 2021. Así, el crecimiento desestacionalizado del PIB en los primeros nueve meses de 2022 se situó en el 4,3%.
La Comisión Europea indicó a principios de mes que esperaba que el crecimiento real de la economía de este país se sitúe en el 5,8% en 2022. Esta cifra es notablemente superior al 3,9% previsto en su último informe de julio, pero la nueva revisión también pronostica un descenso de las expectativas de crecimiento para el año que viene, que pasan del 2,9% estimado anteriormente al 1,8%.
Por su parte, según recoge el mismo medio, los analistas de Erste Group indicaron esta semana que reducían sus pronósticos de crecimiento del PIB de Rumanía para este año y el próximo, al 4,7% y al 2,1%, respectivamente.
Esta rebaja de las estimaciones de crecimiento del PIB se fundamenta en la situación del país y en la evolución reciente de la Zona Euro. Los expertos consideran que la economía rumana se enfrenta a más problemas a medio plazo. Su superación requerirá de inversiones estatales significativas para evitar la recesión técnica, para lo que ya se asignan muchos fondos de la UE que, sin embargo, se enfrentan a retrasos por cuellos de botella administrativos internos.
“Nuestro escenario base se asienta en la continuación de la consolidación fiscal en línea con los objetivos acordados con la Comisión Europea y en la implementación de las reformas estructurales establecidas en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia, que deberían impulsar el crecimiento, corregir los desequilibrios externos, mejorar la inclusión social y evitar calificaciones negativas”, agregaron desde Erste.
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