Este 2023 ha comenzado con cinco nuevas CEO en compañías de la talla de American Electric Power, Automatic Data Processing (ADP), Parker-Hannifin, Realiance Steel & Aluminium y Fidelity National Informations Services. Así, ya son 53 las mujeres que dirigen alguna de las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos, lo que supone poco más del 10%, según la clasificación que elabora Fortune.
A pesar de que se trata de un porcentaje todavía muy bajo, esta es la cifra más elevada registrada en los 68 años de vida del ranking y ha roto la barrera del 8% en la que se encontraba estancada la representación femenina en la dirección de las grandes firmas estadounidenses.
De las cinco incorporaciones, Karla R. Lewis es la nueva directora ejecutiva de Realiance Steel & Aluminium, el operador de centros de servicio de metales más importante de América del Norte, que alcanza un valor de 17.000 millones de dólares. Esta compañía ocupa el puesto 261 de la lista Fortune 500.
Por su parte, Julia A. Sloat se ha hecho cargo de la dirección ejecutiva de American Electric Power, una operadora con más de 5 millones de clientes en 11 estados y con una capacidad para generar más de 38.000 megavatios. Su empresa se sitúa en la posición 219.
Jennifer A. Parmentier es la máxima responsable del negocio de tecnologías de control y movimiento Parker-Hannifin. Se trata de una compañía líder mundial en su sector con más de 55.000 empleados en 50 países. Esta tecnológica ocupa el puesto 253 del listado.
A estas tres nuevas dirigentes, hay que añadir a Stephanie L. Ferris al frente de Fidelity National Information Services, así como a Maria Black, nueva directora general de la empresa de nóminas y recursos humanos Automatic Data Processing. Todas ellas son además directoras ejecutivas promovidas desde dentro de sus propias compañías.
En este sentido y tal como se apunta desde Consenso del Mercado, una confluencia de factores está ayudando a elevar esa cifra de dirigentes femeninas. Por una parte, las mujeres están más presentes en los comités de dirección que hace cinco años. De hecho, representan el 28% de los puestos de consejeros de las 3.000 cotizadas más grandes del país, mientras que en 2018 apenas suponían el 18%.
Por el otro lado, muchas empresas han destinado sus recursos a identificar y a desarrollar talento femenino, lo que ha generado una reserva de personal femenino capaz y, sobre todo, dispuesto a ocupar los puestos directivos más importantes y con mayor responsabilidad.
Ya han pasado 50 años desde que la histórica directiva de The Washington Post, Katharine Graham, se convirtiera en la primera mujer al frente de una empresa del Fortune 500. Las cifras refuerzan la idea de que todavía hay camino por recorrer para cerrar la brecha, pero esa mayor presencia femenina también en los órganos más importantes de decisión seguirá aumentando, sobre todo si se sigue apostando por el talento y por la participación con responsabilidades en la gestión.
