Este mercado africano aspira a convertirse en una economía emergente gracias a la recepción de inversión extranjera en infraestructuras y otros sectores tradicionalmente poco desarrollados.
Hace pocos meses el futuro de este país, uno de los más pobres del mundo, no parecía halagüeño. Su dependencia respecto a los hidrocarburos y la bajada del precio del crudo hacían presumir un duro aterrizaje después de que su PIB creciera a un ritmo cercano al 6% en 2014 y 2015.
Sin embargo, los malos pronósticos no se han cumplido. Aunque haya experimentado una ligera ralentización, Camerún se expandió a una tasa del 4,8% en 2016 y se prevé que lo continúe haciendo -con una cadencia ligeramente inferior- en los próximos ejercicios.
Es cierto que son tasas modestas para un país en vías de desarrollo y de fuerte crecimiento demográfico, y que probablemente resulten insuficientes para cumplir su objetivo de convertirse en una nación emergente en el año 2035. Pero ha logrado evitar así la recesión a la que podría haberle conducido la caída del precio del crudo.
China entra en escena
El secreto de esta favorable evolución económica radica en una creciente diversificación. Camerún ha ido reduciendo su dependencia de los hidrocarburos y atrayendo inversión extranjera directa (IED) más allá de su industria extractiva.
Sin embargo, el camino que queda por recorrer es muy largo: el país recibió flujos de capital foráneo por valor de apenas 1.620 millones de dólares en 2015. Se trata de una cifra insuficiente para cubrir las necesidades más perentorias, que pasan fundamentalmente por desarrollar las infraestructuras y por adquirir medios sofisticados para la explotación de sus reservas de gas.
No obstante, el volumen de IED ha ido ascendiendo visiblemente (en 2013 apenas superó los 570 millones) y se han ampliado también las fuentes de procedencia.
Si bien la inversión extranjera en el país ha estado tradicionalmente dominada por Francia, que es todavía el primer emisor, Camerún ha visto en tiempos recientes un interés cada vez mayor por parte de otros actores.
China destinó en 2015 importantes flujos de capital para la construcción de una línea de ferrocarril de 500 kilómetros, una terminal portuaria y otras infraestructuras vinculadas a ambos proyectos.
De esta manera, Pekín tiene ya un pie firme en el país y amenaza con desplazar a Francia (que se ha centrado sobre todo en las inversiones en recursos minerales e hidrocarburos) como emisor de referencia.
Igualdad de trato
La norma principal que regula la recepción de IED es el Código de Inversiones recogido en la Ley 2002/2004 del 19 de abril de 2002, desarrollado con diversos reglamentos complementarios y con dos legislaciones específicas para la minería y para el gas y el petróleo.
En términos generales, las leyes del país no discriminan al inversor extranjero, que está sujeto al mismo trato que el nacional. Más allá de los trámites normales de obtención de visados, no existen restricciones específicamente aplicables al capital foráneo, al que se le permite poseer el 100% de la propiedad de una compañía.
Incentivos fiscales
Camerún aplica un Impuesto de Sociedades del 30%. Hasta 2015, los inversores podían beneficiarse de reducciones del 50% en este gravamen y en el IRPF sobre los beneficios destinados a reinversión, pero esos privilegios fiscales han quedado abolidos.
No obstante, siguen concediéndose ventajas impositivas a las empresas exportadoras que se establezcan dentro del régimen de zona franca.
Por su parte, a las compañías del sector bursátil se les aplica una tasa reducida en el Impuesto de Sociedades para ampliaciones de su capital social, y además se benefician de reducciones impositivas sobre dividendos e intereses.
También se otorgan privilegios fiscales a los proyectos que creen mucho empleo y contribuyan a desarrollar sectores como la agricultura, la energía, el turismo o la construcción de viviendas sociales, siempre y cuando partan de una inversión mínima de 5.000 millones de francos CFA (unos 7,6 millones de euros).
Las ventajas concedidas a estas operaciones consideradas como altamente beneficiosas consisten en la exención del Impuesto de Patente durante los dos primeros años de la operación, y en la exoneración del IVA para las compras locales de materiales de construcción y las importaciones destinadas al desarrollo del proyecto.
Obstáculos administrativos
La normativa no exige la participación de un socio nacional en el proyecto inversor, aunque los expertos recomiendan que se cuente con uno para así facilitar los muchos y complicados trámites que implica establecerse en el país.
A la hora de navegar en esa densa capa administrativa, el inversor puede recurrir a los servicios de la Agencia de Promoción de la Inversión en Camerún (CIPA). Esta ofrece asistencia a los operadores foráneos y domésticos a lo largo de todo el proceso, desde la presentación de las solicitudes hasta la tramitación de las exenciones fiscales correspondientes, pasando por la obtención de los visados u otros requisitos que debe cumplir el personal extranjero.
Tal ayuda puede ser muy valiosa en un mercado que ocupa el puesto 166 (de un total de 190 analizados) en el Índice de Índice de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial. Esta deficiente posición da idea de las dificultades que entraña invertir en Camerún, donde se requieren hasta cinco trámites y un mínimo de 15 días para la constitución de una sociedad.
Oportunidades más allá del petróleo
Debido a las dificultades administrativas de acceso, al tradicional dominio por parte de actores procedentes de otros países y a los muy débiles vínculos institucionales (el único acuerdo de calado con España es un Programa de Conversión de Deuda firmado en 2007 por el que se condonaba buena parte de la deuda pendiente de Camerún), la inversión española es muy escasa y apenas superó los 12 millones de euros en 2015.
No obstante, la progresiva diversificación de la economía del país abre las puertas a operaciones en sectores distintos del de hidrocarburos, como la construcción, la ingeniería, la industria maderera, la agricultura, el turismo, la energía, la minería o el transporte. Es en esos nichos crecientes en los que el capital español, altamente cualificado, podría encontrar su acceso a este mercado.
PABLO DÍEZ
Documentación
Guía País. Camerún
Ed. Ofecomes Malabo, abril 2017, 57 págs., en español
Informe Económico y Comercial. Camerún
Ed. Ofecomes Malabo, abril 2017, 41 págs., en español
Country Report. Cameroon
Ed. The Economist Intelligence Unit, abril 2017, 38 págs., en inglés
Simulador de costes de establecimiento ICEX: Camerún
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