Francisco Javier Medina, agregado comercial de la Embajada de España en Kuwait, subraya las fortalezas y oportunidades que presenta un país en pleno proceso de transformación para diversificar su economía y eliminar las restricciones a la inversión extranjera.
EL EXPORTADOR: ¿En qué medida se ve afectada la economía kuwaití por la bajada de precios de los carburantes?
FRANCISCO JAVIER MEDINA: El Estado es uno de los principales agentes económicos del país en prácticamente todos los ámbitos de actividad. El 90% de sus ingresos provienen de la venta de petróleo y la caída experimentada desde la segunda mitad de 2014 está teniendo efectos directos en la ejecución presupuestaria. El saldo del ejercicio fiscal 2014/2015 (en Kuwait el ejercicio presupuestario no coincide con el año natural) ha arrojado un déficit próximo al 10% del PIB.
Se trata del primer déficit presupuestario desde 2000, en un país donde los superávits fiscales alcanzaban el 25% o el 30% del PIB. En este sentido, el Ministerio de Finanzas ha presentado al Parlamento kuwaití el presupuesto del ejercicio 2015/2016 con un déficit estimado del 12% del PIB, partiendo de una estimación conservadora del precio del barril de crudo de 45 dólares.
No obstante, según diversos centros de análisis, Kuwait podría mantener una posición de equilibrio presupuestario o, incluso, de ligero superávit con un precio del petróleo de 50 dólares por barril y con la contribución de los rendimientos de la cartera de inversiones de su fondo soberano.
En todo caso, el descenso a medio plazo del precio del petróleo no va a tener efectos sobre la cartera de proyectos programados e incluidos en el Plan de Desarrollo 2015-2020, dotado con 116.000 millones de dólares, ya que se trata de programas con los que atender los servicios básicos del país, como energía, agua y sanidad, y la necesidad de diversificar su estructura económica.
EE: ¿Qué repercusiones tiene o puede tener la actual situación política y los problemas de terrorismo en la región sobre el desempeño económico y el clima de negocios?
FJM: Kuwait mantiene una postura inequívoca de lucha contra el radicalismo y el terrorismo, así como una política favorecedora de la estabilidad en los países de la región.
Contribuye mediante préstamos y donaciones a la financiación de proyectos de desarrollo socioeconómico y lleva a cabo importantes inversiones a través de la agencia estatal Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe.
Junto a esto, el país está desempeñando un papel destacado en ayuda humanitaria, especialmente a las víctimas del conflicto sirio. Kuwait ha sido anfitriona de dos conferencias internacionales de donantes a favor de las víctimas.
El atentado suicida en la mezquita Iman Al-Sadiq el pasado mes de junio fue un golpe muy duro para el país, pero ha reforzado la vinculación de la población con sus instituciones y la cohesión nacional, dando una imagen sincera de normalidad.
No se percibe que esté cayendo el interés de las empresas extranjeras, ni que los proyectos se hayan cancelado o ralentizado debido a la situación de inestabilidad de la región o al último atentado terrorista.
EE: ¿Cómo funcionan las prácticas comerciales en Kuwait y cómo afectan al exportador español?
FJM: La inmensa mayoría de las empresas extranjeras operan a través de agentes. Dentro de estos, hay varias categorías, como distribuidores, importadores, comisionistas o agentes asociados a proyectos.
La relación del exportador de bienes y servicios se establece en un contrato de agencia que se registra en el Ministerio de Comercio e Industria y que es muy difícil dar por terminado unilateralmente sin una indemnización al agente local.
Por esta razón, es necesario hacer una selección cuidadosa de dicho agente, que en el caso de ejecución de proyectos será quien facilite a la empresa extranjera tramitaciones de permisos, registros, licencias, visados, etc.
El importador kuwaití recibe ofertas comerciales de todo el mundo. La competencia es especialmente fuerte e intensa. Por ello, el precio es un factor determinante. En cualquier negociación, el importador siempre exigirá descuentos significativos y optará por la oferta más barata en el mismo rango de producto.
EE: ¿Cómo influye la legislación del país en la participación del inversor extranjero?
FJM: Kuwait es un país que exporta capital, pero que atrae poca inversión extranjera. Hay diversas razones para explicarlo: escasez de suelo industrial, legislación muy restrictiva a la inversión exterior, tamaño del mercado, etc.
El Gobierno ha emprendido diversas reformas para favorecer la inversión extranjera y atraer lo que es realmente importante para el país: tecnología, mejoras productivas y de gestión empresarial, y una mayor diversificación sectorial de su economía.
La primera reforma ha sido la Ley 116/2013 de Promoción de la Inversión Directa, que permite solicitar de manera centralizada a un organismo público, la Autoridad de Promoción de Inversión Extranjera de Kuwait, la autorización para constituir una sociedad con control mayoritario o total por parte del inversor extranjero, y la concesión de vacaciones fiscales. Favorece además el desarrollo de un nuevo marco legal que facilita el establecimiento de oficinas de representación y sucursales de empresas extranjeras.
La segunda reforma ha sido la Ley 166/2014 sobre asociaciones público-privadas. Mediante ella, el Gobierno kuwaití aspira a una mayor implicación del sector privado en ámbitos actualmente bajo desarrollo y gestión públicos, como la sanidad, con la nueva Kuwait Health Assurance Company, o los transportes, con proyectos de metro y ferrocarril.
También se extiende a sectores como energía y agua, con centrales integradas de producción de electricidad y agua, tratamiento de aguas residuales, tratamiento de residuos sólidos urbanos, y ocio, como el centro social de Egaila. La mayoría de estos proyectos suponen la presencia de inversores estratégicos. Muchos de ellos, por simple capacidad técnica y de gestión, son extranjeros.
Finalmente, hay que señalar que, desde mediados de 2014, se han suspendido las obligaciones offset para contratistas internacionales de proyectos civiles superiores a los 10 millones de dinares kuwaitíes (unos 30 millones de euros).
Este movimiento representa una mejora del atractivo del país para contratistas extranjeros, al no tener que destinar una parte de la dotación del contrato a un proyecto de inversión, en muchos casos complejo y lleno de incertidumbres.
EE: ¿Qué consejos daría a una empresa española que se plantee exportar o invertir en Kuwait?
FJM: Hay que informarse bien de las posibilidades que ofrece el país, tomar parte en misiones comerciales e identificar al socio local adecuado con el que introducirse en el mercado.
Además, es importante realizar un seguimiento de la marcha de los proyectos o de las operaciones comerciales en curso y, dependiendo del sector, tener presencia y cierta visibilidad, participando en determinados eventos específicos como conferencias o ferias sectoriales.
La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Kuwait cuenta con abundante documentación a disposición de las empresas e intenta difundir y divulgar noticias económicas y empresariales del país, oportunidades de negocio y licitaciones para favorecer el acceso de nuestras empresas a este mercado.
JAVIER GARCÍA CUESTA