Estructura de la oferta
Los cambios experimentados por la economía etíope no han encontrado correspondencia en la oferta que no ha variado desde las últimas décadas.
El cuadro adjunto recoge los últimos datos disponibles en Estacom en miles de USD. En él se observa que las principales exportaciones etíopes se concentran en el sector primario.
PRODUCTOS TARIC | EXPORTACIONES DE ETIOPÍA |
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| 2014 | 2015 | 2016 |
090111-CAFE, SIN TOSTAR, SIN DESCAFEINAR. | 1.023.583,85 | 1.017.108,62 | 714.836,68 |
271019-(DESDE 01.01.2002) ACEITES DE PETROLEO O DE MINERALES BITUMINOSOS, EXCEPTO LOS ACEITES CRUDOS; PREPARACIONES NO EXPRESADAS NI COMPRENDIDAS EN OTRAS PARTIDAS, CON UN CONTENIDO DE ACEITES DE PETROLEO O DE MINERALES BITUMINOSOS SUPERIOR O IGUAL AL 70% EN PESO, EN LAS QUE ESTOS ACEITES CONSTITUYAN EL ELEMENTO BASE, EXCEPTO QUE CONTENGAN BIODIESEL, LOS DESECHOS Y LOS ACEITES LIVIANOS (LIGEROS) Y PREPARACIONES. | 1.078.373,12 | 693.185,86 | 0,00 |
120740-SEMILLA DE SESAMO (AJONJOLI), INCLUSO QUEBRANTADA. | 714.545,76 | 474.398,36 |
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060311-(DESDE 01.01.2007) ROSAS, CORTADAS PARA RAMOS O ADORNOS, FRESCAS. | 560.713,14 | 598.122,09 | 1.647,07 |
070999-(DESE 01.01.12) HORTALIZAS FRESCAS O REFRIGERADAS (EXCEPTO ESPARRAGOS, BERENJENAS, APIO, HONGOS, TRUFAS, FRUTOS DE LOS GENEROS CAPSICUM Y PIMENTA, ESPINACAS, ARMUELLES, ALCACHOFAS, ACEITUNAS, CALABAZAS Y CALABACINES). | 567.292,97 | 568.165,13 |
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710813-ORO SEMILABRADO PARA USO NO MONETARIO. | 156.260,16 | 157.963,92 | 128.805,73 |
071333-JUDIAS (POROTOS, ALUBIAS, FRIJOLES, FREJOLES) COMUNES (PHASEOLUS VULGARIS) SECA DESVAINADA, INCLUSO MONDADA O PARTIDA. | 182.909,74 | 130.386,87 | 107.577,82 |
010229-(DESDE 01.01.12) ANIMALES VIVOS, DE LA ESPECIE BOVINOS DOMESTICOS (EXCEPTO REPRODUCTORES DE RAZA PURA). | 207.474,18 | 174.830,71 |
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Fuente Mundiestacom |
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Datos en miles de euros |
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A lo largo del año 2017 la inflación no dejó de crecer, pasando de un escaso 6% en enero de ese año a casi un 17% en diciembre motivada sobre todo por la subida de precios de los alimentos. Esta variable empezó una tendencia descendente que se prolongó hasta noviembre del 2018 y contribuyó a que ése fuera un año muy positivo en términos de la evolución de este indicador, el control de la inflación en 2018 fue uno de los grandes logros macroeconómicos y que contribuyó alas buenas perspectivas anunciadas por el FMI para el 2019. Desafortunadamente la inflación generada por la alimentación repuntó en noviembre el 2018 y a partir de marzo del 2019 se dispara de forma incontrolada, tirando de la inflación en general que en abril del 2019 superaba ya el 12%.
La deficiente infraestructura de transportes existente en Etiopía supone una barrera para el crecimiento económico. Consciente de ello, el Gobierno etíope ha señalado el sector como prioridad y objeto de inversión pública, lo que se ha visto reflejado en una notable mejoría y expansión de carreteras en el país durante los últimos años.
Transporte
En el sector del transporte, la densidad de carreteras ha aumentado desde 44.4km / 1 000km2 en 2010/11 a 109.2km / 1 000km2 en 2016/17, aunque todavía falta recorrido para llegar a los 200 km / 1 000 km2 del objetivo de GTP II para 2019/20. Las inversiones incluyen el apoyo del Banco Africano de Desarrollo (BAD) para la construcción de 1.200 km para el proyecto del corredor de transporte Mombasa-Nairobi-Addis Ababa, que contribuirá a un aumento de cinco veces en el comercio entre Etiopía y Kenia cuando se complete en 2020. Además, el ferrocarril de ruta comercial entre Addis y Djibouti de 646 km comenzó en enero de 2018 y esto reducirá el tiempo de viaje entre Addis y el Puerto de Djibouti de los 3-4 días a alrededor de 10 horas.
Las inversiones en servicios de transporte aéreo han incrementado el número de kilómetros por asiento a la semana en de la aerolínea etíope Etiopía a 442.5 (en millones) en 2017/18, que clasifica al país en el segundo lugar en África subsahariana detrás de Sudáfrica (1.273,6). Sin embargo, en cuanto a la infraestructura aeroportuaria, según el GCI para el 2017/18, Etiopía registra una puntación de 4.2 (1 a 7 donde 7 es mejor), posición rezagada detrás de Kenia (4.9) y Ruanda (4.7), aunque fue mayor que el promedio de África subsahariana.
En el año 2014/15 (último año del que se tienen datos), la red nacional de carreteras alcanzó los 110.440 km, de los cuales el 37,3% eran carreteras federales y el resto comarcales y rurales, con un crecimiento medio anual de más del 10% en los últimos años. Addis Abeba constituye el principal hub de transporte regional e internacional, con conexión a las principales ciudades, puertos y puntos económicamente activos. Además, está conectada por carretera con Kenia, Yibuti, Eritrea, Somalia, Sudán y Sudán del Sur.
En transporte marítimo, las conexiones actuales de Etiopía abarcan varios países y destaca la actividad de la empresa estatal Ethiopian Shipping and Logistics Enterprise en los puertos secos de Modjo y Semera (a 73 y 588 Km de Adis Abeba, respectivamente), así como otros puertos secos y, por supuesto, el puerto de Yibuti, el puerto de Barbara (en Somalilandia), Port Sudan (en Sudán) y, sin olvidar su accesibilidad al puerto de Mombasa (Kenia) así como las negociaciones abiertas con Eritrea para la utilización de lso puertos.
En cuanto al transporte ferroviario, se está trabajando en el proyecto de rehabilitación y construcción de 2.395 km de línea ferroviaria nacional, con especial relevancia al corredor que posibilita una importante línea de comercio desde Adis Abeba al puerto de Yibuti. Esa línea supone unos 850 km de la antigua y hasta ahora única línea de ferrocarril de Etiopía, y necesitan una rehabilitación urgente con el fin de incrementar su capacidad y mejorar la seguridad. Esta línea transporta el 2,6% de los pasajeros y el 3,8% de las mercancías del tráfico total del país. Los gobiernos de Etiopía y Yibuti son propietarios conjuntos de la línea y en mayo de 2006 otorgaron la concesión de explotación de la línea, así como la de su renovación a la empresa sudafricana Comazar.
El transporte aéreo en Etiopía está calificado como prioritario en el plan de mejoras del gobierno etíope. En este sentido, la más significante iniciativa adoptada hasta el momento consiste en la apertura del transporte de mercancías a inversores extranjeros sin límite de capacidad, además de permitir a nacionales etíopes ofrecer servicios de charting con aviones de capacidad superior a 20 pasajeros. El transporte aéreo de mercancías se utiliza principalmente para el comercio con productos delicados tales como la flor cortada y alimentos perecederos, pero también en otros productos como el textil de manera que la rapidez en el transporte compensa la escasa competitividad en la producción con respecto a países como Bangladesh, para hacer competitivo este modo de transporte las autoridades etíopes ofrecen una deducción fiscal a las empresas manufactureras.
En cuanto a vuelos comerciales, Etiopía está conectada a más de 63 destinos en todo el mundo, incluyendo Bruselas, Dublín, Estocolmo, Frankfurt, Londres, Madrid, Paris, Roma, Washington DC, Bahrein, Bangkok, Beijing, Beirut, Dubai, Guangzou, Hong Kong, Jeddah, Kuwait, Mumbai, Delhi, Riyadh, Sana’a, Tel Aviv, Johanesburgo, Nairobi, Lagos, Lusaka, Accra, Dakar y otras ciudades de África. La reputación de Ethiopian Airlines es muy buena tanto en seguridad como en calidad, es miembro del consorcio Star Alliance y es una de las pocas aerolíneas rentables de África Subsahariana.
El gobierno se ha fijado como objetivo ser un país exportador de energía. En este contexto, en mayo de 2011, comenzó la exportación a Yibuti de 80 MW proveniente de hidroeléctricas y actualmente exporta unos 100MW. Además, ha ido ampliando la exportación a otros países como Sudán (unos 100 MW) y está negociando acuerdos de exportación con Kenia y Sudán del Sur. Se está construyendo una línea de transmisión Etio-Kenia-Tanzania, que se espera esté terminada en el 2019-20 y que permitirá a Etiopía exportar unos 400MW a cada uno de estos países. Además Djibouti y Etiopía están en negociaciones con India para asegurar la financiación de una segunda línea de transmisión de electricidad. El objetivo del proyecto, de 100 millones de dólares, es construir un enlace de 230kV desde Semera, Etiopía, a la capital de Yibuti lo que permitirá al país importar 60 MW más de electricidad de Etiopía.
Fuente Unidad Reservas explotables Porcentaje explotado Hidroelectricidad MW 45,000 <5% Solar/día kWh/m2 4 – 6 <1% Eólica: Potencialidad del viento GW 100 <1% Geotermal MW <10,000 <1% Madera Millones toneladas 1120 50% Residuos Agrícolas Millones de toneladas 15-20 30% Gas Natural Billón m3 113 0% Carbón Millones de toneladas 300 0% Bituminosos Millones de toneladas 253 0%
Fuente: Ethiopian Electrical Power (Diciembre 2016)
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Los principales operadores energéticos en Etiopía son:
· El Ministerio de Agua, Riego y Electricidad gestiona los recursos hídricos, el suministro de agua y saneamiento, el riego a gran y mediana escala y la electricidad. Regula, planifica y desarrolla los recursos, y legisla.
· La Ethiopian Electric Power (EEP) nace de la Ethiopian Electric Power Corporation (EEPCo) que en 2013 se escinde en dos compañías la EEP y la Ethiopian Electric Utility (EEU). Se ocupa de la generación, transmisión y almacenamiento de la electricidad a escala nacional, así como de la exportación.
La mayoría de los proyectos que emprende la EEP son normalmente sacados a licitación por la propia EEP.
La EEP mantiene dos sistemas de generación eléctrica, el llamado Sistema Interconectado (ICS) que se nutre fundamentalmente de centrales hidroeléctricas y parques eólicas y el sistema Autocontenido (SCS) que consiste en minicentrales hidroeléctricas y puntuales generadores de Diesel ampliamente repartidas a lo largo del país.
· La Ethiopian Electric Utility (EEU) se encarga de la distribución y venta de la energía eléctrica de acuerdo con la política social y económica del gobierno y de acuerdo con sus prioridades.
Como se ha mencionado anteriormente, la política económica, y por ende la política energética, se ve en los planes quinquenales. El objetivo del GTP I (2010-2015) era incrementar la capacidad de generación, pasando de 2,000 MW a 10,000 MW, principalmente mediante proyectos de energía hidráulica. Con algunos de estos proyectos aún en construcción, el país tiene actualmente aproximadamente 4,500 MW de capacidad de generación instalada.
El GTP II (2015-2020) tiene como objetivo último sacar a Etiopía de la lista de los países más pobres y convertirlo en un país pobre de renta media para 2025. Para ello es necesario un radical aumento de la capacidad de generación instalada, incrementándola en 5,000 MW suplementarios para 2022 con una inversión de 20.000 millones de dólares.
Una novedad en la política energética etíope es la aparición del sector privado en la consecución de estos objetivos, prueba de ello está siendo el paulatino desarrollo del partenariado a través de acuerdos con los IPP (Independent Power Producers) para generar electricidad. Etiopía está elaborando unas tarifas reguladas que ofrezcan a los IPP la opción de vender generación de energía eléctrica a la red nacional a unas tarifas determinadas.
En febrero de 2018 Etiopía promulgó una ley para regular el partenariado público privado (PPP) con objeto tanto de atraer inversiones como de manifestar la importancia del sector privado en el desarrollo económico del país y de mejorar la calidad de los servicios públicos.
Las últimas cifras reales sobre el mercado de trabajo datan de 2013 fecha en la que se hizo la última encuesta laboral en el país.
En la última década 2008-2018 se estima que más de 15 millones de personas han entrado en el mercado laboral, concentrándose en las regiones de Oromía, Amhara y las Naciones del Sur.
El número de desempleados pasó de 5.5 millones de personas en 2005 a 4,5 en 2013 para este mismo año se estimaba que 7 millones de personas en edad de trabajar no eran consideradas como desempleadas ni eran activas económicamente, ni estaba en fase de formación.
Se estima que el autoempleo y el empleo sin sueldo representa el 89% del total del empleo. El empleo asalariado suponía sólo el 10% del empleo en 2013 y según Indicadores Mundiales de Desarrollo ese porcentaje ha permanecido bastante estable dado que en 2018 se calcula que sólo un 11,4% de la población es asalariada.
La estructura del estatus en el empleo es muy diferente entre las zonas rurales y urbanas. El trabajo asalariado está más desarrollado en las zonas urbanas que en las rurales, un 45% frente a un 4% en 2013. El trabajo no remunerado está más extendido en las zonas rurales 55% frente a un 13% en las zonas urbanas y se da sobre todo entre las mujeres.
El reparto del empleo asalariado entre público y privado es bastante parejo, un 44% en el sector público y un 42% en el sector privado. En el 2013 Etiopía contaba con sólo 177.212 empleados.
Dentro del sector privado, servicios e industria empleaban a un número similar de personas. Un 6% de los empleados del sector privado trabajaban en educación y sanidad.
El 64% de los asalariados en 2013 eran hombres, otro indicador de la precariedad del trabajo femenino.
El autoempleo supone un 40% del total del trabajo. Está ligado a niveles bajos de educación e ingresos. Todo parece apuntar a que el autoempleo es un mal menor ante la falta de otras oportunidades. Esta realidad es preocupante porque se considera que en los países en desarrollo es el autoempleo el que crea una clase media y no los asalariados.El autoempleo se da sobretodo en agricultura, el 75%, seguido de servicios. El comercio, tanto al por mayor como al por menor supone el 10% del autoempleo a nivel nacional.
Más del 13% de los trabajadores por cuenta ajena entre 30 y 64 años reciben un salario por debajo del nivel de pobreza, este porcentaje aumenta en el caso de los jóvenes llegando casi al 29% y la situación es mucho peor en el caso de las mujeres jóvenes, casi un 40% de ellas. Las Naciones del Sur es el Estado que cuentan con un porcentaje más alto de trabajadores con salarios por debajo del umbral de la pobreza el 31% de los jóvenes está en esta situación. Adís Abeba también tiene un porcentaje muy alto de jóvenes con salarios miserables, un 24,4% , la capital cuenta con una de las tasas más bajas de inclusión en el mercado de trabajo y tiene las tasas más altas de desempleo juvenil del país.
El Banco Mundial estima que desde 1990 la población crece anualmente un 2% en el campo y un 5% en las ciudades, si este cálculo es correcto para 2034 la población urbana se habrá triplicado. Es decir, se espera una gran presión en el mercado laboral urbano, especialmente por la necesidad de crear empleos urbanos para los jóvenes. Estos jóvenes son generalmente aquellos que no quieren trabajar en el campo. Habitualmente los trabajos rurales raramente son puestos de trabajo formales, cabe imaginar que el empleo en las zonas rural no ha cambiado significativamente desde 2013 y consiste en puestos de trabajo ocupados por personas que no encuentran otra ocupación. A pesar de que el incremento de la productividad de la agricultura está en la base de los dos planes quinquenales implementados en el país, los resultados han sido pobres. El desarrollo de la agricultura es clave para dotar al país de una estructura económica sostenible y que la agricultura se convirtiera en la base de una industria aún por desarrollar en el país.
Etiopía sigue siendo uno de los países más pobres del mundo a pesar del fuerte crecimiento experimentado a lo largo del siglo XXI. Su PIB a precios actuales según datos del Banco Mundial es de 84.355 mil millones de USD en el 2018, lo cual supone un importante incremento dado que en el año 2000 el PIB era de 8.242 mil millones de USD. El PIB per cápita en 2017 era de 1.730 USD lo cual es también un importante logro dado que en el año 2000 era de 600 USD.
El índice de Gini para Etiopía, siempre según cifras del Banco Mundial, en el 2018, era de 790 USD corrientes per cápita: este índice se ha disparado desde el 2003 que era de 110. El motivo es que el desarrollo económico que experimenta Etiopía no llega a la población de igual manera.
Se pueden matizar estos resultados apuntando que:
1. El Índice de Gini solamente considera las rentas salariales y no las procedentes de otras fuentes de riqueza.
2. Las desigualdades sociales en Etiopía se dan principalmente entre dos bloques de la población, siendo el más numeroso el que comprende a las clases más bajas, lo que sesgaría la estimación del coeficiente de Gini.
La economía etíope, tradicionalmente agrícola, está diversificándose hacia otros sectores. Sin embargo la mayoría de la población vive aún entorno rural, los últimos datos disponibles son del 2013, un 82% de la mano de obra etíope vivía en le campo. En el año 2017 el sector agrícola empleaba al 68% de la población. Por lo que respecta a la participación de la agricultura en el PIB nacional se observa un progresivo descenso: de un 45,9% en 2009 a un 34% en 2017.
Etiopía es una tierra de contrastes, fértiles valles, junglas, numerosos ríos y algunas de las zonas más calientes e inhóspitas del planeta. También sufre un clima extremo con sequías que duran años y dan lugar a terribles hambrunas. La producción agrícola está predominantemente en manos de pequeños minifundistas y parte de ella no está registrada en las estadísticas oficiales. Del total de la superficie del país, el 45% de la tierra es cultivable (513.000 km2), y de este porcentaje tan sólo el 20% es explotado de forma efectiva. Los principales productos que se cultivan son café (600.000 ha), semillas oleaginosas (800.000 ha), algodón, tabaco, caña de azúcar, té (2.700 ha) y especias (122.700 ha). También se produce una amplia variedad de frutas, vegetales y flor cortada (1.200 ha), que son precisamente las partidas que mayor crecimiento están experimentando en las exportaciones.
Con carácter general, los sistemas de cultivo utilizados en Etiopía son tradicionales. Hay dos épocas de cosecha: la principal, “meher”, que se recolecta a finales de año y la secundaria, “belg”, que se cultiva durante el periodo que va de marzo a mayo y que supone el 10% de la producción total anual de cereal. A pesar de no ser la cosecha principal, la recolección en “belg” es crucial para evitar el déficit de alimentos en las zonas alejadas de las inhóspitas regiones del norte y este de las fértiles Tierras Altas.
Los principales productos cultivados son:
Café
Etiopía es el principal productor de café de África, produce la variedad denominada arábica. Su café es uno de los mejores del mundo por la óptima combinación de lluvia, tierra fértil, temperatura y altitud adecuados. En torno al 60% se produce como café silvestre o del bosque, esta variedad no necesita fertilizantes dado que se nutre de hojas que caen en las zonas boscosas. También el uso de químicos como pesticidas y fungicidas es limitado porque la elevada diversidad genética del bosque genera un equilibrio entre los parásitos.
Con una extensión de 600.000 hectáreas de tierra cultivada (más de la mitad en la región de Oromia), se estima que la producción de café da empleo a 1.300.000 agricultores, que en un 95% de los casos trabajan en pequeñas explotaciones individuales en las que se aplican sistemas de cultivo tradicionales. Junto a estas pequeñas explotaciones, existen determinadas empresas de pequeño y gran tamaño especializadas en procesar y exportar el café (entre ellas, cabe destacar Moplaco Trading Company, Robera PLC y Great Abyssinia PLC). La importancia relativa del café pero su importancia relativa va disminuyendo por el aumento de otras partidas. Según la Asociación Internacional del Café la producción en Etiopía ha crecido progresivamente en los últimos 4 años, pasando de 6.714 miles de bolsas de 60 kg en el 2015 a 7.500 miles de bolsas de 60 kg en 2018. La demanda interna de café es elevada así como su precio comparado con el poder adquisitivo medio de la población.
El café es para el gobierno etíope un medio para obtener divisa, de ahí que la mayoría de la producción está destinada a la exportación, fomentándose especialmente la exportación de café de alta calidad. Las últimas cifras disponibles de exportación (datos de la ONU) son del 2016, año en el las cosechas se vieron gravemente afectadas por el fenómeno meteorológico El Niño, en ese año la exportación de café se cifró en 715,428,553 USD, un 43% del valor total exportado mientras que el 2014 y 2015 las cifras fueron de 1.023.864.852 USD y 1.018.558.545 USD respectivamente y que supusieron el 18% del valor total exportado en 2014 y el 20% en 2015. Estás cifras ponen de manifiesto que si bien la exportación de café es importante la importancia relativa dentro de la economía, salvo cuando la meteorología es adversa, va disminuyendo por el esfuerzo de diversificación llevado a acabo por la autoridades etíopes.
Semillas oleaginosas
Este producto se constituye como la segunda mayor commodity exportada por Etiopía, después del café. Durante los primeros cinco meses del año fiscal 2017/2018, Etiopía ha obtenido 143.876 millones de dólares en exportaciones de semillas oleaginosas. Los ingresos obtenidos durante el período indicado excedieron el plan en un 11.2 %. El aumento en el precio del ajonjolí en el mercado global y un fuerte mecanismo de monitoreo y apoyo atribuido al logro. Durante el año anterior, Etiopía obtuvo USD 345,29 millones de la exportación de 323,755 toneladas de semillas oleaginosas. Se estima que unas 800.000 ha de tierra se destinan al cultivo de semillas oleaginosas, de las cuales el 80% corresponden a pequeñas explotaciones de extensión inferior a 5 ha. Junto a las pequeñas explotaciones, encontramos grandes empresas que intervienen en la exportación (entre ellas, cabe destacar Kabew Trading, Al-Impex Ethiopia, Ajib Omar Ismail, Bajiba PLC y Yegenet PLC).
Floricultura
La floricultura, con las rosas como principal variedad producida, es una de las industrias cuyas exportaciones han crecido más en los últimos cinco años, para convertirse en la cuarta mayor industria exportadora del país. Etiopía es, además, el segundo país exportador de flores más importante de África y el cuarto del mundo. De hecho, en el ejercicio fiscal 2014/15, sus exportaciones supusieron un valor de 203 millones de dólares y en la actualidad ya se encuentra alrededor de los 225 millones de dólares. Los principales mercados donde se dirigen las exportaciones son Holanda (80%), Alemania (8%) y Estados Unidos (3%).
En concreto, esta industria comprende a productores y exportadores que cultivan un total de 1.850 ha, en su mayoría ubicadas en un radio de 200 km alrededor del Aeropuerto Internacional de Addis Abeba para agilizar la logística de estos productos que requieren un tratamiento delicado. En cuanto al perfil de empresas que llevan a cabo esta actividad, en su mayoría son 100% capital extranjero o joint-ventures de capital nacional y extranjero.
Azúcar
Actualmente, la industria del azúcar en Etiopía engloba 3 explotaciones de titularidad estatal: Wonji Shoa, Metehara y Finchaa, que trabajan tanto con el azúcar puro como con la producción de azúcar blanquilla a partir de la caña de azúcar.
La producción de azúcar de Etiopía continúa creciendo de manera gradual. Para el año fiscal 2017 / 2018 la producción de azúcar alcanzó un récord de 400,000 toneladas métricas. De cara al futuro, se espera que el azúcar siga siendo un sector prioritario respaldado por el gobierno y se prevé que la producción aumente gradualmente a medida que se abran nuevas fábricas y aumenten las operaciones. El gobierno pronostica que la producción llegará a 2,8 millones de toneladas métricas para el final del segundo Plan de Crecimiento y Transformación (GTP II) del país en 2019/2020.
Algodón
Con el segundo Plan de Crecimiento y Transformación (GTP II), el GOE pretende convertir a la industria textil y de la indumentaria en uno de los motores económicos que impulsarán el crecimiento futuro. De hecho, la Comisión de Inversiones de Etiopía considera al sector textil y de la confección como un "sector estratégico". Para ello, el gobierno ha realizado importantes inversiones en producción de algodón, infraestructura para apoyar la fabricación, incluido el reciente establecimiento de zonas industriales, y se está fomentando la atracción de fabricantes extranjeros para establecer operaciones en el país.
Etiopía tiene un potencial considerable para producir algodón. Sin embargo, la producción está limitada en parte por la disponibilidad limitada de insumos de calidad, que incluyen semillas, fertilizantes y agentes de control de plagas. Los derechos de tenencia de la tierra y los desastres naturales, como las inundaciones, obstaculizan la capacidad del país para expandir rápidamente la producción de algodón.
Ganadería
Supone el 10% del PIB y emplea a más del 30% de la población activa agraria. La actividad comenzó a crecer a partir de 1999, momento en el que el Gobierno terminó con su monopolio de comercio de ganado, medida que alentó la inversión extrajera y local en ranchos, compañías procesadoras de carne y mataderos.
Etiopía alberga una de las poblaciones de ganado más grandes de África. Según las estadísticas del gobierno, hay aproximadamente 50 millones de bovinos, 50 millones de cabras y ovejas, más una variedad de caballos, burros, camellos y pollos.
Pesca
El sector pesquero se encuentra constituido por la producción natural de lagos localizados cerca de zonas urbanas. Se estima que estas aguas pueden aportar una captura de 40.000 toneladas por año. En este sentido existen oportunidades de inversión en materia de construcción de granjas de acuicultura para el consumo local y exportación.
Apicultura
Por último citar la apicultura como actividad que genera 43.700 toneladas de miel y 3.600 toneladas de cera al año, siendo otra de las actividades que ofrecen oportunidades de inversión.
En un esfuerzo por acelerar el desarrollo agrícola del país, el gobierno estableció la Agencia de Transformación Agrícola (ATA) para abordar los cuellos de botella sistémicos en el sector agrícola.
Con el fin de promover la agricultura a escala comercial, el Ministerio de Agricultura creó la Agencia de Administración de Tierras e Inversión Agrícola de Etiopía, dedicada a supervisar cualquier nuevo acuerdo de granjas comerciales a gran escala. El objetivo de la dirección es aumentar la productividad, el empleo, la transferencia de tecnología y las reservas de divisas atrayendo inversores con incentivos y condiciones favorables de arrendamiento de tierras.
La mayoría de los cultivos comerciales de Etiopía muestran gran potencial de crecimiento y ofrecen posibles oportunidades de inversión en áreas como el café, semillas oleaginosas, legumbres, frutas y verduras, miel, flores cortadas, té y especias. La mayoría de estos cultivos se exportan para generar divisas. En el futuro, el gobierno tiene la intención de trabajar con el sector privado para desarrollar la capacidad de procesar algunos de estos productos básicos, como frutas y verduras, a fin de agregar valor y capturar precios de exportación más altos. Por otro lado, si se tiene en cuenta que alrededor del 95 por ciento de la producción de cultivos de Etiopía es de lluvia el margen par ala inversión es claro, se prevé una demanda creciente de sistemas de suministro de agua y drenaje, bombas y equipos de perforación.
Las barreras geográficas al comercio interregional se ven acentuadas por el hecho de que las carreteras convergen en Addis Abeba, donde se concentra la distribución y comercialización del grano. Existen programas de construcción de carreteras para facilitar los intercambios comerciales entre las diferentes áreas.
• Fabricación de derivados del acero, utilizados como insumos en otras industrias, comprenden el 70% del valor total de producción del sector.
• Fabricación y/o ensamblado de componentes de ingeniería, utilizados en la fabricación de motores, elementos electromecánicos, componentes industriales…
• Fabricación de productos acabados de acero, tales como herramientas y cableados.
El sector de telecomunicaciones es clave para que se desarrollen otros sectores económicos, así como para atraer inversiones, crear oportunidades de mercado, mejorar la competitividad e impulsar la integración económica y la realidad es que el nivel de desarrollo de Etiopía es uno de los más bajos de África. Por ello, el gobierno e, a través de la compañía que hasta hace unos meses tenía el monopolio de las comunicaciones: Ethio Telecom, realiza grandes inversiones para mejorar la calidad del servicio, cobertura y capacidad institucional. Entre los proyectos que se están estudiando destaca la posibilidad de lanzar un satélite de comunicaciones o la construcción por parte del gobierno de una ciudad tecnológica de 3.000 millones de USD. La mayoría de su tecnología de Ethio Telecom les ha sido proporcionada por ZTE y Huawei.y recientemente ha concluido un contrato con Orange para mejorar los resultados de la compañía.
Ethio Telecom se ha visto también afectada por la reforma económica impulsada desde mediados del 2018 consistente en privatizar las empresas y suprimir monopolios, en este sentido se está asistiendo a la liberalización de ciertas competencias hasta ahora exclusivas de Ethio Telecom, tales como los servicios de internet para particulares. A pesar de todos estos proyectos la realidad actual es que el sector está extremadamente regulado y el control gubernamental es absoluto con un acceso prácticamente sin restricciones al uso de la telefonía y de internet. Según el ranking GCI que contabiliza las suscripciones de teléfonos móviles, Etiopía aumentó solo de la posición 139 del total de 139 países en 2010/11, a la posición 133 de 137 países en 2017/18. Además, Etiopía aparece en el puesto 170 de 176 países en el Índice de desarrollo de las TIC de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (2017).