Información del mercado
Lituania es un país pequeño (menos de 3 millones de habitantes) con un poder adquisitivo medio bajo (17.460€ renta per cápita en 2019 - la media de la UE está en 32.000€). Ese reducido tamaño justifica que la economía tenga que importar bienes de todo tipo que no son generados por su estructura productiva, los volúmenes de importación han crecido una media superior al 20% en los últimos años.
Lituania es el país de mayor envergadura de los Estados Bálticos, tanto en términos económicos (produce en torno a un 45% del PIB de la región), como de extensión y población (más del 45% de la población total de la región).
Lituania seguirá creciendo en los próximos años, aunque a un ritmo más suave, tal y como apuntan las previsiones realizadas por los principales organismos internacionales y el propio Banco Central de Lituania.
Los principales factores que sustentarán el actual ciclo económico serán tanto la demanda interna, gracias a un consumo que continúa creciendo en un entorno de mayores salarios e inflación sostenida y en un ritmo inversor que se va suavizando gradualmente. La inversión irá perdiendo fuerza resultado tanto de la mayor capacidad instalada alcanzada por las empresas como de la absorción del grueso de los fondos comunitarios. La demanda externa irá también cediendo consecuencia de unas exportaciones menos dinámicas.
En un marco de estabilidad presupuestaria, superávit fiscal, las autoridades lituanas continuarán poniendo en marcha algunas de las necesarias reformas estructurales (impositivas, pensiones, beneficios sociales, etc.) que tendrán un efecto positivo sobre la evolución de la economía, el problema persistente de la pérdida de población y sobre la atracción de inversiones.
Las principales magnitudes macro estimadas para 2019 según el Banco Central de Lituania, consistentes con las realizadas por la Comisión Europea y la OCDE, son:
Crecimiento del PIB: 2,7%
Crecimiento del Consumo:3,9%
Crecimiento de la Inversión: 5,3%
Crecimiento de los salarios: 8,1%
Crecimiento de las exportaciones: 4,0%
Crecimiento de las importaciones: 5,8%
Inflación (IPC): 2,4%
Desempleo: 6,0%
Superávit público: 0,5% del PIB
Deuda pública: 38,1% del PIB
En el medio-largo plazo pueden surgir una serie de factores exógenos que pueden afectar negativamente a la economía de este país, pequeño y muy abierto al exterior, y por tanto muy sensible a las tensiones proteccionistas que están surgiendo a nivel mundial. A este proteccionismo creciente se le une la tensión recurrente con Rusia, principal mercado de reexportación, y un potencial Brexit duro. Estos factores no solo afectarían a su sector exterior si no a la propia confianza de las empresas y los consumidores y consecuentemente a la demanda interna. Otro factor a tener en cuenta es la más que probable disminución de fondos estructurales comunitarios a partir de 2020, con el consecuente impacto negativo sobre la inversión pública, al representar el 60% de dicha inversión.
En cualquier caso, la economía lituana está mejor preparada actualmente que en la pasada crisis de 2008 para afrontar shocks externos. A los factores externos, hay que añadir la capacidad del gobierno para avanzar en la implementación de las reformas estructurales, determinantes para acabar con la desigualdad social, los problemas del mercado de trabajo y el descenso continuado de la población activa, sobre todo la cualificada.