El actual marco legal es equivalente al de sus socios comunitarios. No obstante, hay que señalar, como barreras no arancelarias, el requerimiento de estándares técnicos o sanitarios nórdicos, adicionales a los mínimos europeos, en algunos productos (por ejemplo carne de pollo o huevos, para los que hay un mayor control de la salmonela, incorporado en el Tratado de Adhesión) y una promoción muy agresiva de los productos de fabricación nacional, instrumentada por las asociaciones sectoriales y ligada a símbolos en los embalajes para facilitar su identificación.
