Irán tiene un interés especial en diversificar su economía, para lo que necesita colaboración para expandir la industria de componentes del automóvil, de fabricación de locomotoras y vagones, así como la siderurgia, la industria cerámica, el sector agroalimentario y pesquero, la bioquímica, las energías renovables, el desarrollo de infraestructuras, el turismo, ... Los sectores de petróleo, gas y petroquímica también ofrecen buenas oportunidades de inversión.
Entre 2016 y 2018, estos sectores lograron atraer un fuerte interés por parte de las empresas europeas, que veían nichos de mercado en estas industrias y que se combinaban con el interés de los iraníes en los productos europeos.