Esto supone, publica Fashion Magazine, una disminución estimada alrededor del 27,4 %, con una pérdida de más de 2 millones de euros en 12 meses.
Los departamentos del segmento del hilado han sufrido pérdidas entre el 25 % y el 30 %, mientras que el tejido del punto ha tenido un impacto menor y espera cerrar el año con una disminución del 15,5 %. Para la producción se estima una reducción del 28,3 %.
La exportación y la importación también sufren cifras negativas: reducción del 26,7 % en exportaciones (poco más de 3 millones), así como de las importaciones, con un 25,7 % (casi 1,4 millones).
Alemania sigue siendo el primer mercado de referencia de tejidos “made in Italy”, seguido de China, Hong Kong y Francia.
Respecto al mercado interno, representado mayormente por el sector de lujo, se registra una reducción acentuada, estimada en un 28,9 %. El parón del consumo final, causado por la pandemia y el confinamiento, han tenido una gran repercusión en toda la cadena de distribución.
La crisis del sector ha tenido grandes repercusiones en el mercado laboral, aunque las empresas italianas han adoptado medidas de integración y mantenimiento de los trabajadores para afrontar la emergencia sanitaria.
En 2020 el consumo de moda baja un 38,3 %, tendencia que continúa en enero de 2021