Países Bajos, motor biotecnológico

23/09/2022

La construcción de un ecosistema interconectado en ciencias de la vida y la salud está permitiendo el éxito de la expansión del sector biotech y amplía las posibilidades de negocio en múltiples campos.

El sector de la biotecnología (biotech) es uno de los más dinámicos y que mayor atención está recibiendo en todo el mundo. Concentra un elevado grado de desarrollo tecnológico e innovación y comprende un gran número de actividades en los campos de la salud, la seguridad alimentaria o la conservación del medioambiente, sobre las que descansan buena parte de las estrategias actuales de impulso de las economías. La biotecnología ha afianzado su posición como solución para hacer frente a algunos de los retos actuales de nuestras sociedades.

En un escenario internacional de crecimiento acelerado, los Países Bajos está fortaleciendo su posición como uno de los principales polos de desarrollo biotecnológico de Europa y del mundo. El éxito de la expansión observada durante los últimos años descansa en la configuración de un entorno normativo estable y capaz de generar continuas oportunidades de colaboración y en la creación de un ecosistema propicio.

La biotecnología está presente en múltiples actividades y resulta complicado establecer el tamaño específico de su mercado, pues se solapa con otros campos como el farmacéutico o el medtech. Como referencia, en el estudio de mercado “La biotecnología en Países Bajos”, a agrupación de empresas del sector en los Países Bajos HollandBIO, cifra en 504 el número de firmas activas dedicadas íntegramente a esta actividad. De ellas, cerca de un 43% se dedica a ofrecer servicios de I+D y otro 30% a la terapéutica y el diagnóstico (ver infografía adjunta).

La mayor parte de estas firmas es de reciente creación y tamaño reducido, pues el 93% cuenta con menos de 200 empleados y el 66% factura por debajo del millón de euros. No obstante, la pujanza de esta actividad y de la creación de start-ups y scale-ups ha captado la atención de los inversores, lo que ha permitido a la biotecnología situarse como uno de los destinos principales de la inversión de capital riesgo en las ciencias de la vida. La captación de casi 500 millones de euros en 2020 tras experimentar un crecimiento del 370% en apenas dos años así lo demuestra.

Condiciones idóneas

Si ampliamos la línea de visión, comprobamos que los Países Bajos albergan una de las industrias de las ciencias de la vida y de la salud más concentradas del mundo, con cerca de 3.100 empresas innovadoras en esta área y 420 compañías biofarmacéuticas. El Consejo Internacional de Asociaciones Biotecnológicas (ICBA) estima que la inversión en I+D en ciencias de la vida supone una inyección anual cercana a los 2.000 millones de euros en este país.

Existen además 26 campus, ocho centros médicos universitarios y 12 universidades dedicadas a la investigación, así como cuatro incubadoras y tres grandes parques científicos. En definitiva, un marco ideal para el desarrollo de la conocida como “triple hélice” en la que interaccionan el Gobierno, las empresas y los centros tecnológicos, cuádruple si se considera a los ciudadanos. Este modelo integrado favorece la generación de economías de escala en todo el país en función del perfil de las empresas y supone en sí mismo una importante ventaja competitiva.

En este sentido, la biotecnología es prioritaria para el Ejecutivo neerlandés dentro de la industria de las ciencias de la vida y la salud, que es, a su vez, uno de los nueve “sectores clave” en los que se quiere reforzar la posición internacional. La estrategia gubernamental descansa aquí en buena medida en relacionar cada uno de ellos con una zona geográfica del país.

La provincia de Holanda Meridional es la referencia en las ciencias de la vida y la salud, con unas 200.000 personas trabajando en actividades relacionadas. Su polo de talento en materia de biotecnología es el Bioscience Park de Leiden, con más de 200 compañías e instituciones, pero también destacan la Rotterdam Science Tower, que sobresale en virología, servicios digitales o bioinformática, y el TU Delft Science Park, en robótica y medtech.

Nos encontramos, por tanto, ante un entorno con una elevada densidad de centros en red en un espacio geográfico relativamente pequeño, lo que a su vez retroalimenta la consolidación de clústeres especializados, atrae a nuevas empresas e inversores y entronca con la política gubernamental de fomento a sectores estratégicos y la colaboración.

Esta ayuda también se materializa en el desarrollo de un amplio abanico de instrumentos de apoyo, que implican tanto subvenciones y financiación a pymes, como programas de desgravación fiscal a todo tipo de empresas en el ámbito de los proyectos de I+D. Entre ellos, podemos resaltar las iniciativas WBSO enfocadas en la desgravación, el programa Innovatiekrediet, dirigido a proyectos de alto riesgo, o Innovatiebox, que se centra en incentivar la investigación al reducir las tasas impositivas.

Referencia en Europa

Los Países Bajos están en pleno corazón de Europa y se encuentran al alcance de los principales mercados, empresas y proyectos. El traslado de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de Londres a Ámsterdam en 2019 fortaleció su atractivo, al convertirse en un polo de atracción de inversiones en materia de certificación. Además, ese movimiento conllevó la relocalización de 700 empleados y de una red de 50 autoridades reguladoras y más de 4.000 científicos expertos.

Este organismo mantiene igualmente una estrecha relación con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), así como con agencias reguladoras de todo el mundo, a la vez que apoya las estrategias de desarrollo de las empresas del sector y sirve de polo de atracción de muchas de las actividades de las mismas.

Presencia española

Dado el carácter multidisciplinar y transversal de la industria de la biotecnología, pues abarca múltiples sectores y depende en muchas ocasiones de la venta de patentes o de derechos de producción, resulta complicado determinar con precisión la presencia de los productos españoles en este mercado.

Sin embargo, los indicadores presentados por el estudio “La biotecnología en Países Bajos” elaborado por la Ofecomes de La Haya ofrecen una visión general de las partidas arancelarias relacionadas con esta actividad de forma indirecta, que puede resultar útil para ver las tendencias principales.

Estas pertenecen en su mayor parte al sector farmacéutico y ofrecen una suma agregada cercana a los 600 millones de euros en exportaciones durante 2020, tras experimentar un crecimiento estable durante los últimos cinco años. La excepción más relevante la encontramos en el caso de “los medicamentos preparados para su uso terapéutico, dosificados”, que es precisamente el capítulo de ventas más importante y que ha experimentado un fuerte retroceso en comparación con años anteriores.

En cualquier caso, la pertenencia de los Países Bajos a la Unión Europea significa la desaparición de las barreras reglamentarias para acceder a este mercado, pero los altos costes, los largos plazos y el elevado riesgo asociado pueden convertirse en obstáculos importantes para ese acceso y hacen que el reto de la búsqueda de la financiación necesaria sea, si cabe, aún más relevante.

Destino prioritario

La presencia de firmas españolas de forma directa a través de una filial puede parecer igualmente reducida. Pero lo cierto es que, tal y como recalca el director de Internacionalización y Desarrollo de Negocio de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), David Fernández, los Países Bajos “se encuentran dentro de la Unión Europea y su mercado puede ser atendido desde España o desde países vecinos”.

Asimismo, Fernández destaca que el sector biotecnológico es muy diverso y se encuentra dentro de otras actividades además de la farmacéutica, como pueden ser la alimentación, la cosmética o la agricultura. A ello se añade que “el modelo de negocio en nuestra industria se basa en gran medida en proyectos de colaboración científico-tecnológica o en la licencia de nuevas innovaciones a grandes empresas farmacéuticas o corporaciones industriales”.

Todo ello ha contribuido a que nuestras empresas hayan situado a este mercado como un destino preferente en lo que se refiere a la búsqueda de oportunidades de inversión, así como comerciales y de colaboración científica. “El interés de este país para el sector español es enorme, pues cuenta con grandes inversores especializados en biotecnología y es además referencia en otros ámbitos, como el alimentario, el agrícola o el energético, en los que hay numerosas oportunidades para la biotech española”, apunta David Fernández.

Aquí, el directivo de AseBio señala que “una de las principales ventajas competitivas de nuestra industria es su complementariedad con sectores clave de la economía holandesa”. En este punto, hay que tener en cuenta que las empresas españolas son referencia en Europa en innovación dentro de los subsectores de la biotecnología relacionados con la alimentación, la agricultura o las terapias avanzadas y esto refuerza su posición en estos campos.

Por otra parte, y desde el punto de vista de la inversión, Fernández comenta que “el capital riesgo y las grandes corporaciones de los Países Bajos pueden encontrar en España una fuente importante de oportunidades, muchas de ellas por explorar, ya que somos uno de los países que contamos con mayor producción científica del mundo, ocupando el octavo puesto en lo que se refiere a biotecnología”. Un carácter competitivo que se ve incrementado por una buena relación entre los costes y la calidad de nuestra tecnología frente a terceros de nuestro entorno.

Desde la empresa española Narrativa, su responsable de RR. PP. y Marketing, Sofía Sánchez, resalta que este mercado siempre se ha caracterizado por apostar por la innovación. De hecho, la tecnología y la ciencia son dos elementos muy importantes para los holandeses y por eso “teníamos claro que debíamos introducirnos en este mercado”.

En concreto, esta firma ofrece una solución tecnológica que permite generar el primer borrador de un estudio clínico en solo 30 segundos. “El uso de tecnologías como el procesamiento de lenguaje natural o la generación de lenguaje natural permite a las compañías reducir el tiempo de espera para aprobar un medicamento en seis semanas y limitar el número de errores”, puntualiza Sánchez. Incide además en que “el sector de la biotecnología se encuentra en un período de innovación que tiene un foco central en la inteligencia artificial”.

La automatización de muchos procesos implica múltiples ventajas y seguirá generando oportunidades de negocio. Del mismo modo, desde Leiden Bio señalan las aplicaciones de inteligencia artificial y otras cinco áreas como las que tienen mejores opciones en los Países Bajos: desarrollo de medicamentos, productos de terapia avanzada, diagnóstico precoz, vacunas y prevención.

JAVIER GARCÍA CUESTA

Documentación

La biotecnología en Países Bajos 
Ofecomes La Haya, ed. ICEX, marzo 2022, 24 págs., en español

El mercado farmacéutico en Países Bajos 2020 
Ofecomes La Haya, de. ICEX., diciembre 2020, 57 págs., en español

Guía de negocios: Países Bajos 
Ofecomes La Haya, octubre 2020, 51 págs., en español

Informe económico y comercial: Países Bajos 
Ofecomes La Haya, octubre 2020, 42 págs., en español

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