10/09/2021

La aplicación de soluciones tecnológicas innovadoras para impulsar el desarrollo de las ciudades inteligentes en el país continúa generando oportunidades para las empresas comprometidas con la movilidad sostenible y la mejora de los servicios públicos y de las infraestructuras.

A pesar de algunos retrasos en el despliegue tecnológico, EE. UU. mantiene su músculo en el ámbito de la I+D y continúa siendo un referente mundial en el sector de las smart cities. “En prácticamente todos los rankings globales, las ciudades estadounidenses ocupan lugares destacados”, señala Francisco Javier Garzón, consejero de la Oficina Económica y Comercial de España (Ofecomes) en Miami, que también destaca que estas “son pioneras en el impulso a la innovación, en su aplicación y en la inversión en múltiples productos”. Tanto es así que el país norteamericano acapara aproximadamente una cuarta parte del volumen global de negocio de todas las actividades económicas relacionadas con este concepto, que en un sentido amplio sumaron unos 700.000 millones de dólares en 2020 (ver vídeo adjunto).

La pandemia ha puesto de manifiesto, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo, la importancia de la digitalización de los procesos y del uso de tecnologías inteligentes en red para las ciudades. Además, según explica el consejero de la Ofecomes en Los Ángeles, Juan Luis Gimeno, “la crisis del coronavirus ha acelerado la transición hacia las ciudades inteligentes y ha impulsado un rápido avance de la digitalización en muchos ámbitos”. De esta manera, los cambios experimentados en la forma de vida de las personas durante esta etapa están auspiciando un desarrollo igualmente veloz de nuevas soluciones (ver infografía).

La evolución reciente de las smart cities en el mercado local se ha visto afectada también por el cambio de Gobierno en la Casa Blanca, que está reforzando sus estrategias e inversiones en este campo. En esa línea, el presidente Joe Biden anunció en junio pasado un plan milmillonario en infraestructuras; este programa de ocho años incluye desde la renovación de carreteras hasta la ampliación del acceso a la banda ancha de alta velocidad para los ciudadanos, pasando por la reducción de los diferentes impactos que está ocasionando la crisis climática. Parte de estos fondos federales podrían financiar proyectos tecnológicos, pero el liderazgo del sector tiende a lo municipal.

Precisamente, el protagonismo de la Administración local en el despliegue de las smart cities ha sido y sigue siendo una de las características definitorias en un mercado complejo, en el que interactúan numerosos agentes con la idea de aportar soluciones tecnológicas a retos como la gestión del espacio y de los recursos ante el incremento de la presión de la población o la mejora en la provisión de servicios públicos.

Todos estos elementos construyen lo que Francisco Javier Garzón define como “un mercado maduro y muy competitivo, pero, al mismo tiempo, ávido de soluciones innovadoras y abierto a nuevas experiencias y conocimientos que aporten valor”. Es, por tanto, un entorno con gran potencial y unas perspectivas a largo plazo favorables, en el que se prevé que las tecnologías comercializadas sigan avanzando a un ritmo muy elevado.

Asimismo, la diversidad de los sectores involucrados y de los tamaños de los proyectos conllevan la aplicación de normativas dispares, por lo que dos de los principales retos que debe afrontar este mercado son la armonización normativa y la interoperabilidad de las tecnologías desarrolladas. Los retos presupuestarios de algunos municipios especialmente golpeados por la pandemia también son reseñables.

Vías de entrada

Las vías principales de entrada suelen presentarse en forma de iniciativas, licitaciones, colaboraciones y, también, a través de canales de distribución más tradicionales. En líneas generales, cuando hablamos de “iniciativas”, la entidad organizadora suele establecer unos objetivos, se identifican necesidades y posibles mejoras, y cada empresa puede aportar su solución ya desarrollada o diseñada específicamente para la ocasión. Tras su análisis y aceptación se produce la implementación de proyectos piloto que pueden dar pie, a su vez, a nuevas aplicaciones en proyectos de mayor alcance.

Cada estado posee planes para convertir sus principales ciudades en “inteligentes” y sus desarrollos -locales o regionales- están avanzando a buen ritmo por toda la geografía, tanto en grandes urbes como Nueva York o Chicago, como en otras de tamaño más reducido como Austin o Fresno. Estas iniciativas nacen con una dimensión práctica y con la idea de crear proyectos específicos a medio plazo.

Las colaboraciones de empresas de distintos tamaños y sectores, y de centros de investigación y universidades, con los ayuntamientos o las entidades responsables son la tónica general y este modelo mixto público-privado consolidado convive también con una financiación en la que muchas veces la parte privada es la dominante.

En los últimos eventos sobre el tema organizados por varias Ofecomes en Estados Unidos y el ICEX hemos podido comprobar las características principales de algunas de estas estrategias. Así, por ejemplo, durante el webinario ‘Iniciativas de Ciudad Inteligente, celebrado el pasado 15 de junio, constatamos cómo el proyecto Urban Movement Labs de la Ciudad de Los Ángeles ha puesto su foco en las nuevas tecnologías relacionadas con la mejora de la movilidad de personas y mercancías, especialmente importante en un momento en el que se preparan para albergar los Juegos Olímpicos de 2028, mientras que la iniciativa Colorado Smart Cities Alliance tiene como objetivo colaborar con empresas para generar soluciones que den respuesta a problemas en el transporte, en el uso de los espacios públicos y en el acceso a Internet.

Por su parte, Marina Walker, responsable de la Arizona Commerce Authority, explicó que buscan atraer nuevas empresas al estado y que están trabajando junto con el Institute of Automated Mobility para impulsar proyectos en movilidad automatizada, también en el campo de las aeronaves no tripuladas, en el que esperan posicionarse como un lugar de referencia.

Compromiso a largo plazo

La gran amplitud del macrosector de las smart cities aumenta la relevancia del networking a la hora de identificar de forma fiable y actualizada las nuevas oportunidades de negocio que se dan en los múltiples ámbitos relacionados. No solo eso, los encuentros de este tipo permiten darse a conocer, entablar contactos productivos a largo plazo y mejorar el posicionamiento de la firma.

“Acudir a grandes eventos como ferias, entrar a formar parte de asociaciones o participar en iniciativas de ciudades inteligentes son, por tanto, una buena estrategia para ganarse la confianza de los entes locales”, indican desde la Ofecomes en Los Ángeles.

Su consejero apunta que “una buena forma de introducirse en el mercado es a través de los proyectos públicos que ofrecen las entidades locales, regionales y estatales”. Estas iniciativas ayudan a las empresas que implementan nuevas tecnologías a realizar sus primeros desarrollos y aplicaciones sobre el terreno, y permiten además adquirir la experiencia necesaria para dirigirse a otros integrantes del sector.

El hecho de haber realizado proyectos en el país previamente tiene aquí un papel especialmente relevante, pues estas experiencias otorgan referencias y aumentan la confianza en la tecnología y en las aptitudes de las empresas.

El acceso a gobiernos, instituciones públicas y entidades privadas es vital y suele implicar la búsqueda de alianzas con empresas locales de distribución o con tecnologías complementarias. Nos encontramos ante un mercado complejo y exigente para el que es necesario, recalca Gimeno, “diseñar una estrategia a largo plazo y estar dispuesto a invertir y a desplazar trabajadores sobre el terreno de forma estable”.

Por todo ello, una planificación razonable incluirá contactar con las instituciones mencionadas, conseguir un piloto sobre el terreno, con soluciones innovadoras y sólidas que permitan su implementación posterior a mayor escala, y desarrollar el mercado en colaboración con una compañía local o con una sucursal a partir de esa experiencia.

Oportunidades para las empresas españolas

Juan Luis Gimeno resalta que las oportunidades de negocio para las firmas españolas en este mercado se encuentran, principalmente, en el área de movilidad, campo en el que nuestro país disfruta de una amplia experiencia y de un elevado grado de desarrollo, ejemplificado en sus sistemas de transporte público y colaborativo.

Además, también se espera que la recopilación y análisis de datos, el aumento en la velocidad de conexión, tanto a través del 5G como con nuevos protocolos de comunicación wifi, y la inteligencia artificial vayan adquiriendo un mayor protagonismo en el futuro inmediato.

Por otro lado, España cuenta con numerosas empresas relevantes en infraestructuras y en energías renovables, un sector que cada vez está adquiriendo una mayor importancia en EE. UU. para reducir los impactos de la crisis climática y alcanzar los objetivos planteados en las agendas de descarbonización y sostenibilidad de los diferentes estados. Es el caso de los trabajos llevados a cabo por Sener en el metro de Los Ángeles, por Ferrovial en las autopistas de Illinois, Virginia o Texas, y por Grupo ACS en túneles de Manhattan y Seattle.

Nuestras compañías también disfrutan de reconocimiento en el segmento de los sensores y la amplitud de sus usos abre un gran abanico de posibilidades de negocio en ramas como el medio ambiente o el urbanismo, siempre que se sea capaz de ofrecer un producto diferencial con alto valor añadido.
JAVIER GARCÍA CUESTA