
El análisis actual de la internacionalización de las empresas españolas en el nuevo escenario global, dibujado por las consecuencias de la pandemia, la necesidad del salto hacia la sostenibilidad y las tensiones económicas y geoestratégicas, presenta varias luces e importantes retos.
Por un lado, la evolución de las exportaciones españolas afianza la posición de nuestras firmas en los mercados globales. Sus ventas aumentaron el año pasado un 21,2% frente a lo registrado en 2020 y un 9,1% en comparación las cifras de 2019, hasta superar por primera vez, y por casi 20.000 millones, los 300.000 millones de euros.
Los datos correspondientes al primer semestre de este año rubricaron esa tendencia y marcaron un nuevo récord histórico, al situar las exportaciones por encima de 190.000 millones de euros, un 24,8% más que en el mismo período anterior. Estas se destinaron fundamentalmente al mercado de la UE y se vieron empujadas por la subida de precios, aunque también por un crecimiento en volumen cercano al 6,6%.
Por su parte, los valores relacionados con la inversión bruta extranjera productiva en España en 2021 reflejaron una subida del 17,7%, hasta los 28.785 millones de euros. Pero los relacionados con la inversión productiva española en el exterior descendieron casi un 31%, hasta situarse en 23.891 millones de euros, en línea con la reducción de la inversión bruta en el exterior en los últimos años.
Se confirmó así, según destaca la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones (Ministerio de Industria, Comercio y Turismo), “la tendencia hacia un cambio estratégico, geográfico y sectorial de las empresas españolas, en algunos casos asociado a procesos de desapalancamiento”. En todo caso, el Reino Unido y Estados Unidos siguieron siendo el principal destino de las inversiones, al suponer más de la mitad del total.
Estas cifras remarcan el importante papel que desempeña el sector exterior para nuestra economía y para afianzar la resiliencia del tejido productivo español como garante de estabilidad en tiempos de crisis.
Es más, indicadores como el Índice de Solidez de la Internacionalización (ISI) elaborado por Amec constatan una progresiva mejoría de la solidez de esa internacionalización, gracias al aumento en el número de firmas exportadoras, una mayor diversificación sectorial o el avance del indicador sobre la intensidad tecnológica.
A pesar del impulso experimentado durante los últimos años, uno de los principales objetivos actuales del sector exterior español consiste en aumentar la implantación en el exterior de nuestras empresas, sobre todo si quiere mejorar el posicionamiento frente a los principales competidores.
Dicha implantación suele producirse cuando la compañía ya atesora cierta experiencia internacional y se plantea pasar a la última etapa en el proceso de internacionalización: la presencia física y permanente en los mercados en los que cuenta con mejores perspectivas de desarrollo.
Existen varias figuras para llevar a cabo esta tarea en función del tipo de actividad y necesidades de la empresa. Así, por ejemplo, las oficinas de representación permiten abrir mercados para desarrollar actividades auxiliares con riesgos fiscales bajos, mientras que la delegación comercial actúa como una extensión de la firma en ese destino.
La constitución de una filial, bien sea de tipo comercial o productiva, implica una apuesta más elevada y un mayor compromiso. Se trata de un establecimiento permanente, con una razón social y personalidad jurídica propia controlada por la sociedad matriz. Aquí, las cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística referentes a 2020 nos muestran que ese año existían 5.972 filiales de empresas españolas en el exterior solo en los sectores de industria, comercio y otros servicios de mercado no financieros.
La importancia de la actividad de las filiales queda remarcada por el hecho de que las analizadas por el INE generaron un volumen de negocio superior a los 187.900 millones de euros y dieron empleo a más de 714.00 personas. La mayor parte de las mismas, el 43%, estaban localizadas en la Zona Euro, y en América el 27,5%. Además, 10 países de estas regiones sumaron el 66,7% de la cifra de negocios (con Estados Unidos a la cabeza con un 13,8%), y el 54,9% del número total de filiales (en este caso Portugal figura en primera posición con un 13% del total).
Cualquiera de los pasos realizados para implantarse en el exterior implica una importante transferencia de recursos y la asunción de un mayor compromiso junto con mayores riesgos, pero también grandes beneficios. Entre ellos, podemos señalar los relacionados con la obtención de ventajas competitivas en factores de producción o distribución, un mejor control de la actividad y, sobre todo, una mayor proximidad al cliente, inserción local y conocimiento del mercado.
Sin embargo, las empresas españolas y especialmente las pymes se enfrentan al reto de la falta de recursos laborales para desarrollar con solvencia su implantación en el exterior. De forma paralela, los jóvenes españoles no cuentan con facilidades para adquirir la experiencia internacional necesaria que se demanda actualmente en este entorno.
Con el objetivo de dar respuesta a ambas necesidades e inspirado en el bagaje previo otorgado por la realización del programa de Becas de Internacionalización Empresarial del ICEX, en funcionamiento desde 1975, y también por la exitosa experiencia del Programa VIE (Volontaire Internationale en Entreprise) francés, surge el Proyecto ICEX Vives (ver infografía adjunta con las características detalladas).
Esta nueva iniciativa cuenta con un presupuesto de 60 millones de euros para el período 2022-2024 y está financiada por los fondos Next Generation EU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el objetivo de aumentar el número de profesionales con formación y capacitación en internacionalización, mejorando su inserción en el mercado laboral y contribuyendo además al impulso de la competitividad y productividad de las empresas españolas en el exterior.
Así, el Proyecto ICEX Vives ofrece a jóvenes españoles y ciudadanos de la UE residentes en España, de entre 18 y 30 años y con titulación universitaria o de formación profesional, 2.000 prácticas formativas no laborales en empresas y entidades españolas en el extranjero, con una duración media estimada de 12 meses, que se desarrollarán entre enero de 2023 y diciembre de 2024.
La subdirectora del Proyecto ICEX Vives, Mar García Mendoza, resalta que, bajo este esquema, el ICEX abona la dotación económica asignada a cada participante en prácticas con un importe que variará entre los 23.000 euros y los 46.000 euros al año en función del destino.
También se ocupa del seguro médico y de asistencia en viaje, así como de la gestión administrativa de la práctica, como el ingreso de las dotaciones, las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones fiscales, y ofrece asistencia a la empresa en la obtención de visados a través de su red de 101 Ofecomes.
Las prácticas se desarrollarán fuera de España, aunque puede existir un período de formación en nuestro país, y los destinos deberán contar con una Ofecomes de España en el Exterior y permitir la obtención de visados y permisos de residencia para la realización de las mismas.
Asimismo, la empresa deberá disponer de un plan formativo estructurado para el Joven Vives y un tutor en destino durante el período completo de formación. Las prácticas formativas se realizarán en la sede de la empresa española en el exterior o en la que se facilite. Esto último permite que se hagan tanto en la sede de su distribuidor/agente comercial en destino, como en las denominadas entidades anfitrionas, lo que facilita la participación de pymes y start-ups.
La jefa del Departamento de Prensa del ICEX, Cristina Expósito, subraya en este sentido que “todo ello permitirá además a la empresa recibir un soplo de aire fresco con el que obtendrá una visión diferente, pues siempre un joven va a llevar dinamismo e innovación a la compañía”.
García Mendoza señala que ya se han establecido diversos canales de captación de candidatos y que la iniciativa está obteniendo una buena acogida por parte de las empresas.
La convocatoria del proceso se publicará en noviembre, arrancará en enero de 2023 y se desarrollará a través de la Plataforma ICEX Vives. Tras el correspondiente registro, esta herramienta permitirá poner en contacto a las empresas y los jóvenes y realizar la firma de acuerdos entre las partes y el ICEX.
JAVIER GARCÍA CUESTA
Su director técnico de Operaciones, Alfonso Álvarez, señala que “en su gestión, no solo hay que considerar los costes económicos, sino también los relacionados con la sostenibilidad, la afección al medio o la destrucción de recursos”.
“Esto hace que nos estemos planteando continuamente cómo poder recuperar el valor de los residuos/materiales que gestionamos, bien en forma de energía, o como recursos para reintroducir en el mercado”, apunta el directivo.
Además, consideran que la experiencia acumulada durante más de 30 años por esta sociedad del sector público estatal en el apoyo de planes y programas asociados al cuidado del medio ambiente, fundamentalmente en gestión de residuos, descontaminación de suelos y planificación hidrológica, puede resultar directamente aplicable a la situación en la que se encuentran en este momento muchos países, sobre todo en América Latina, en cuanto a desarrollo administrativo y tecnológico de los aspectos medioambientales.
En ese sentido, Galilea destaca la fuerza del sector empresarial español y su capacidad para trabajar en los entornos internacionales más exigentes, cubriendo todos los aspectos de la gestión de residuos y la economía circular, desde el ecodiseño hasta la innovación tecnológica aplicada. “En cuanto a creatividad, reinvención, competitividad y adaptación, nuestras empresas son sumamente proactivas”, afirma Fernando.
La sostenibilidad y la economía circular forman también parte de la línea estratégica de ICEX. Según explica su jefe del Departamento de Sostenibilidad, David Muñoz, “esto se plasma en todas las líneas de actuación y programas que se llevan a cabo, tanto en el ámbito de la internacionalización de las empresas españolas en mercados exteriores, como en la atracción de inversiones sostenibles a España”.
“La unanimidad de los agentes implicados (administraciones públicas de todos los niveles, instituciones académicas, empresas y consumidores) permite que sea el momento idóneo para que desde ICEX sigamos apoyando la internacionalización de las compañías que ya han trabajado con éxito la economía circular y, a la vez, ampliemos a sectores y países que hasta ahora se habían mantenido al margen de estos desafíos que tendrán un papel fundamental”, explica Fernado Galilea.
Una muestra de esa importancia para dar a conocer a las empresas esta tendencia es el “Ciclo de Jornadas de internacionalización y economía circular” que tendrá lugar desde el 15 de septiembre hasta el 27 de octubre de 2022, con siete webinarios que abordan los retos y oportunidades de siete sectores concretos: alimentario, textil, turismo, servicios urbanos, construcción y tecnología industrial.
Desde la Red de Oficinas Económicas y Comerciales de España en el Exterior se da cada vez una mayor relevancia a informar sobre las características específicas en sus mercados en cuanto a regulación, financiación y oportunidades para las empresas. “Por ejemplo, se pueden encontrar estudios de mercado específicos sobre economía circular en mercados como Finlandia y Alemania, y numerosos estudios de mercado sectoriales en el resto de los mercados que incorporan esta temática”, concluye Muñoz.
Fernando Galilea también apunta que, desde el Sector de residuos y economía circular, se organizan seminarios y otras actividades para dar a conocer las oportunidades internacionales y presentar al exterior las capacidades del sector español en la gestión de residuos y la economía circular.JAVIER GARCÍA CUESTA
ICEX España, Exportación e Inversiones
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