El comienzo del año 2022 ha venido de la mano de una prolongada sequía en un elevado número de territorios, entre los que se encuentra Marruecos. Este país tiene una dependencia económica muy elevada (alrededor del 13 % del PIB) con la agricultura. Esta situación climática e hídrica repercute negativamente en el desarrollo de la campaña agrícola, sobre todo en los cultivos de otoño y en la disponibilidad de pastos.
En este sentido, según informa el Ministerio de Agricultura de Marruecos, el rey Mohammed VI, quien se reunió el miércoles 16 de febrero con el jefe de gobierno, Aziz Akhannouch, y el ministro de Agricultura, Mohammed Sadiki, ha declarado que se movilizarán 10 000 millones de dirhams (900 000 euros, aproximadamente) para combatir y paliar los efectos de la sequía. El programa elaborado por el Gobierno tiene como objetivos principales asistir a los agricultores y ganaderos afectados, mitigar los efectos de la falta de lluvia y aliviar el impacto en el sector agrícola.
Este programa tiene como base tres ejes principales:
- 1. Protección del capital animal y vegetal y gestión de escasez de agua
- 2. Seguros agrícolas
- 3. Mitigación de las cargas financieras de los agricultores, financiación de operaciones de abastecimiento del mercado nacional de trigo y financiación de inversiones innovadoras en el ámbito del riego.
En relación con el último de los ejes, puede suponer una oportunidad para empresas españolas que cuenten con productos innovadores de regadío, como pueden ser los sistemas de regadío de cultivos hidropónicos que ayuden a gestionar el agua de una manera más eficiente.
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