Marruecos centra sus esfuerzos en 6 ejes para mejorar las condiciones de un país que tiene cada vez menos recursos convencionales disponibles y cuenta con un consumo de agua que crece un 1% de forma anual.

1.    Mejora del rendimiento de las redes de distribución que se sitúa en 2020 en un 75,4% de media en las zonas urbanas del país según datos recientes de la ONEE. Para poner en contexto, el rendimiento actual de la red de distribución en Barcelona se sitúa en el 84%.

Con el objetivo de mejorar el rendimiento, las empresas españolas con experiencia en el país, como el caso de Acciona en Ifrane o Meknes, pueden aportar mucho valor. 

2.    Mejora de la eficiencia en los sistemas de riego que actualmente suponen un 80% del consumo anual. En este sentido, el Plan Verde para Marruecos propone alcanzar para 2030 un 50% de la superficie agrícola utilizando riego localizado, con el fin de mitigar el estrés hídrico, que se considera como el principal factor que limita la mejora de la productividad agrícola.

En este ámbito, el conocimiento de regadío modernizado en España puede aportar mucho valor siguiendo las indicaciones presentes en la Ficha sector de irrigación en Marruecos. 

3.    Desalinización de agua de mar en la cual se prevé una inversión elevada en el esperado Plan Nacional del Agua (PNE 2020-2050) que ha sufrido demora en su publicación. El objetivo que marcaba el anterior plan suponía llegar a 2030 con 500Mm³/ año de agua proveniente de desalación. Se prevé que el nuevo plan se marque un objetivo aún más ambicioso gracias al abaratamiento de la tecnología y a la mayor necesidad detectada en los últimos años.

La siguiente tabla muestra el estado actual de las estaciones de desalación según datos de la ONEE de principios del mes de Julio:

En lo que se refiere a desalación, las empresas españolas son líderes como demuestra la  experiencia de Tagua, Tedagua, Cadagua, Abengoa… 

4.    Reutilización de agua con fines agrícolas, o de uso industrial o usos municipales o recreativos ( riego de espacios verdes o campos de golf). Junto con la desalinización, es la alternativa no convencional que más importancia va a cobrar en el nuevo PNE. El anterior plan esperaba un objetivo de 325Mm³/año para 2030.

Esta reutilización se lleva a cabo en las EDAR ( Estación de Depuración de Aguas Residuales) como la que ha llevado a cabo la empresa española TESA en Saidia, que forma parte de las 123 estaciones que tiene la ONEE en Marruecos, con las cuales se alcanza una cifra de depuración del 70% con apenas un 12% de reutilización. 

5.    Canalización para conectar diferentes cuencas hidrográficas como la que ha elaborado la agencia de desarrollo del norte (APDM por sus siglas en francés), con una canalización para alimentar la estación de potabilización de El Hachef desde la presa “9 de Abril” y otra desde el sistema de producción de Alhucemas para la ciudad de Targuist y otras poblaciones circundantes.

6.    Incremento de la capacidad de almacenamiento de aguas superficiales. Esto se puede observar con el plan de aumentar la capacidad en las grandes presas de Mohammed V (Taourirt)  Mokhtar Soussi (Taroudant), así como la construcción de otras 5 presas de gran capacidad.
Una vez concluidas las presas en construcción, Marruecos contará con una capacidad de almacenamiento de 27.000 millones de m³

En este sentido, proyectos de I + D como el que visitamos algunos integrantes de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Rabat llamado MIDES 2020 pueden resultar muy interesantes para el futuro de Marruecos.

Este proyecto de cooperación entre 7 países, cuya sede se encuentra en Denia en las instalaciones de Aqualia, propone desalar agua de mar con la energía obtenida de la materia orgánica de las aguas residuales.

De esta forma en un mismo proceso se desala agua de mar y además se le retira la materia orgánica a las aguas residuales de forma que puede ser reutilizada.

Este proyecto junto a otros de I+D liderados por empresas españolas, que son pioneras y líderes en el sector del agua, pueden ser de gran importancia para mejorar la situación actual de estrés hídrico que sufre Marruecos.