En lo que respecta al número total de unidades vendidas, se estima que alcance las 12 400 unidades para 2020. Esta cifra incluye desde piscinas de acero inoxidable de exterior hasta las más sencillas, de nueve metros cuadrados. Sin embargo, no entran dentro de esta delimitación las piscinas inflables, las pequeñas piscinas para niños o las piscinas circulares desmontables y autoinflables.
El incremento en la demanda está directamente relacionado con las restricciones de salidas y los cierres de establecimientos por motivo de la pandemia. Todos los subsectores crecen, tanto las piscinas empotradas de obra de alto precio como las piscinas prefabricadas relativamente más asequibles.
Estas últimas, que son precisamente las que mayor cuota de mercado presentan, experimentan a su vez el mayor crecimiento en la demanda, al alcanzar las 10 600 unidades vendidas, un aumento de un 26 % en comparación con el año anterior. Este tipo de piscinas se comercializan principalmente en tiendas de bricolaje, de materiales de construcción o en tiendas especializadas.
En lo que respecta al subsector de las piscinas de instalación, también crece, aunque a ritmos más moderados. Estas presentan un crecimiento del 6 % en comparación con el año pasado y alcanzan las 1770 unidades vendidas.
Si bien el sector ha crecido fuertemente a raíz de la pandemia, esta no justifica todo el crecimiento del mercado, el cual ya mostraba una tendencia expansiva en 2019 tras un crecimiento interanual del 3 %.
En cualquier caso, y dado el carácter excepcional de la pandemia, los analistas esperan que el mercado vuelva a contraerse en 2021. Así, el mercado bajaría de los 47,9 millones de euros de facturación proyectados para 2020 a los 45,5 esperados en 2021 y 2022.
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