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Así lo afirma un análisis de la consultora Family Business Solutions realizado a partir de los datos de las 220 compañías españolas con las que trabaja.
La pandemia provocada por la COVID-19 no ha afectado a la tendencia constante de incremento de directoras generales en las empresas familiares de nuestro país. Si en 2019 el porcentaje de CEOs mujeres solo llegaba al 11%, en la actualidad la cifra alcanza el 15%, según los datos de los que dispone la consultora Family Business Solutions, especializada en tratar con este tipo de organizaciones.
Esta mejora en las cifras indica una aceptación progresiva de la diversidad en la cúspide de la toma de decisiones, aunque, según apunta Ricard Agustí, fundador de la consultora, en este tipo de firmas se sigue prefiriendo al hombre sobre la mujer: “Las mujeres todavía se suelen encontrar con más obstáculos que sus familiares varones a nivel profesional y dentro de su propia familia cuando trabajan en la empresa familiar. Sobre todo en pequeñas ciudades y en zonas rurales, vemos que los padres suelen preferir que el relevo generacional pase a los chicos de la familia, especialmente al primogénito, aunque es algo que poco a poco va cambiando”, indica Agustí en una entrevista para El Nacional.
La presencia de mujeres en otro tipo de cargos en compañías familiares también aumenta: las directivas son ya un 35% de la plantilla y en el Consejo de Administración y/o Asesor, suponen ya un 29%. Las dos cifras se han incrementado en los últimos cuatro años, ya que en 2019 se situaban en el 33% y el 27% respectivamente.
La cifra es más igualitaria si hablamos de procesos de selección externos para cargos directivos. Según los datos manejados por Family Business Solutions, las mujeres han ocupado un 40% de los puestos directivos ofertados en los últimos tres años.
Por último, en cuanto a brecha salarial en las empresas familiares, la tendencia es a una reducción paulatina, y la información de esta consultora apunta a que existe mayor concienciación sobre igualdad de remuneración en las grandes ciudades y en aquellas empresas familiares donde las mujeres de la familia han llegado a ocupar cargos en la dirección general o en el órgano de administración.