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Las empresas en las que las mujeres están bien representadas en puestos directivos obtienen hasta un 50 % más de ganancias, según el artículo Repairing the broken rung on the career ladder for women in technical roles de McKinsey & Company.
La paridad de género en las nuevas contrataciones y el ascenso equitativo siguen siendo problemas predominantes en todas las industrias. En tecnología, las disparidades son aún más pronunciadas: aunque las mujeres obtienen aproximadamente la mitad de los títulos de ciencias e ingeniería, representan menos del 20 % de las personas empleadas en estos campos.
En todas las industrias y funciones, ellas ascienden a un ritmo más lento que ellos. De hecho, según el informe de McKinsey & Company, por cada 100 hombres, solo 86 mujeres ascienden a puestos de responsabilidad y, en roles tecnológicos, solo 52 directivas ascienden por cada 100 ejecutivos.
Además, la investigación ha demostrado que existe una fuerte relación entre la heterogeneidad en los equipos de liderazgo y un mejor resultado económico de las empresas: aquellas con mayor diversidad de género tienen un 48 % más de probabilidades de superar a las menos inclusivas.
Las compañías en todas las industrias buscan aumentar la representación de mujeres que trabajan en roles técnicos, incluso en ingeniería, gestión de producto y otros campos de crecimiento rápido. Por eso, se observa en las nuevas contrataciones y ascensos de las empresas analizadas un mayor interés por conseguir la paridad.
McKinsey y Girls in Tech llevaron a cabo casi 40 entrevistas con personas que ocupaban cargos técnicos, así como con los líderes y supervisores encargados de los ascensos, entre otros. Observaron que algunas empresas están implementando una estrategia para promover más trabajadoras en roles técnicos y cosechar los beneficios de una fuerza laboral más diversa, inclusiva y con un mejor rendimiento.
El estudio muestra tres factores que han ayudado a las empresas a superar las barreras que limitan la progresión femenina en puestos técnicos: brindar acceso equitativo al desarrollo de habilidades, implementar un proceso estructurado que evite los sesgos en las promociones y desarrollar una cultura sólida de apoyo a las mujeres con mentores y patrocinadores.
La investigación señala que aquellas firmas que no promueven o retienen a mujeres en puestos técnicos en las primeras etapas de sus carrerasrealizan un menor esfuerzo para prepararlas y que ocupen puestos de alto nivel. Esta actitud, explica el informe, podría tener consecuencias financieras y culturales negativas para las empresas, ya que aquellas en las que están bien representadas en los niveles superiores obtienen hasta un 50 % más de ganancias.
La mayoría de los líderes entrevistados para el estudio reconocieron que en sus compañías existen procesos de promoción temprana desiguales que perpetúan las barreras en la carrera profesional femenina en roles técnicos. Y, aunque muchos de ellos afirmaron que sus empresas ofrecen programas de tutoría, capacitación en inclusión consciente y otros programas de diversidad, solo un pequeño número pudo mencionar medidas para lograr la paridad de género en puestos tempranos.