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En su último estudio, la organización de comercio internacional habla de desigualdad de género en la recuperación económica tras la pandemia.
Un nuevo informe del Centro de Comercio Internacional (ITC), dependiente de la Organización Mundial del Comercio (OMC), llamado ‘Mujeres en las empresas: nuevos datos y nuevos conocimientos’, argumenta que la política comercial debe tener más en cuenta las cuestiones de género para garantizar que tanto mujeres como hombres puedan aprovechar las oportunidades globales de negocio. Las conclusiones remarcan la importancia de políticas que garanticen la recuperación económica tras la Covid-19 impulsada por la presencia femenina en el comercio, y que esas políticas sean lo suficientemente sólidas para hacer frente a crisis futuras.
Según reflejan los datos de la encuesta, la pandemia ha demostrado que las crisis globales afectan de manera diferente a mujeres y hombres tanto en los negocios como en el comercio. Desde el principio, las empresas de liderazgo femenino carecen de oportunidades para mejorar su capacidad, y no tienen un entorno propicio para participar en las transacciones internacionales. Por lo tanto, tienden a verse más perjudicadas por las crisis.
El informe también describe las características clave de estas empresas, y destaca las diferencias en competitividad, mostrando que estas compañías luchan con la eficiencia de la producción, están menos conectadas con los compradores, con los proveedores y con los servicios de apoyo empresarial. También tienen problemas de acceso a la financiación.
Sin embargo, el estudio revela asimismo que muchos de estos negocios son muy resilientes, y más sensibles a prácticas laborales de mayor sostenibilidad. Por eso, las acciones de los gobiernos pueden ayudar a saltar las barreras y a apoyar soluciones que fomenten la participación de las empresas dirigidas por mujeres en el comercio.
Políticos y legisladores, por ejemplo, pueden favorecer la competitividad de las empresas dirigidas por mujeres con iniciativas específicas dentro de las ayudas para el comercio en sus respectivos países. Además, pueden generar confianza y facilitar el comercio a través de acciones concretas, como campañas de concienciación para romper estereotipos de género, simplificar trámites administrativos, introducir interfaces electrónicas, así como capacitar en cuestiones de género a los funcionarios de aduanas para prevenir comportamientos discriminatorios.
El informe también sugiere distintas maneras de incorporar la perspectiva de género en el diseño y la implementación de políticas comerciales. Por ejemplo, incluyendo a las mujeres en el proceso de consulta, fomentando su participación en el proceso de elaboración de leyes, y mejorando la recopilación de datos desglosados por sexos para identificar mejor los problemas y desafíos a los que se enfrentan las empresas de liderazgo femenino.