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Supone una subida de un punto respecto a 2022 y 10 desde que CIMA Mujeres cineastas realiza su informe anual.
A pesar de que el cine sigue siendo un sector masculinizado, en los últimos seis años se han producido importantes avances, según refleja el estudio “La representación de las mujeres del sector cinematográfico del largometraje español”, realizado por CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales), entre los 201 filmes presentados a los Premios Goya de la Academia de Cine, en los que han participado 3.041 profesionales en puestos de responsabilidad.
Según sus datos, la brecha de género en el cine español se está reduciendo, disminuyendo un 8% en los últimos nueve años. Y desde que existe un mayor desarrollo de acciones de mujeres en el sector del largometraje, la representatividad femenina se ha incrementado un 10%.
Si atendemos a las categorías de este tipo de títulos, es en la ficción donde hay mayor número de trabajadoras, un 39%, seguido del documental con un 38%. Donde menos presencia femenina se produce es en la animación, con un 22%.
En cuanto a la tipología profesional, encontramos los picos máximos de mujeres trabajando en los departamentos de diseño de vestuario junto a maquillaje y peluquería, con un 85% y un 81% respectivamente. A distancia le siguen las áreas de dirección artística (64%) y dirección de producción (51%).
Por encima de la barrera del 30% se encuentran las responsabilidades de guion (35%), producción ejecutiva (31%) y montaje (31%). En la cifra del 30% se encuentran las técnicas de efectos especiales y las expertas en composición musical, mientras que por debajo de ese porcentaje, encontramos funciones como dirección (29%), responsable de sonido (24%) y dirección de fotografía (19%). Así, la media de actividad femenina en el largometraje se queda en el 38%.
El informe también contabiliza el crecimiento medio de la representatividad de mujeres entre 2017 y 2023 por áreas. Donde más ha aumentado la cifra ha sido en el área de efectos especiales, con un 97%, seguido a muy larga distancia en funciones como la composición musical (30%), sonido (28%) o dirección de fotografía. Es significativo destacar que en este periodo han aumentado un 22% las guionistas y un 19% las directoras de cine.
Un dato importante que deja el estudio es el de la brecha económica de género, es decir, cuanta diferencia de costes existe entre los largometrajes dirigidos por mujeres y los capitaneados por hombres. Y en 13 años analizados, esa brecha se sitúa en el -42% a favor de las directoras, que resultan más baratas en la cuenta final de gastos.