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La brecha de género en la creación de startups tiene un coste de 5.300 millones de euros, el 0,43% del PIB nacional.
En nuestro país 73.000 hombres comienzan proyectos empresariales tecnológicos frente a 26.000 mujeres, según datos del estudio “Coste de oportunidad de la brecha de género en el emprendimiento innovador”, elaborado por Afi e impulsado por Redeia.
El documento pone en manifiesto las consecuencias económicas y sociales de esta realidad, estimando que la brecha le costó 5.300 millones de euros a la economía española en 2023, lo que representa el 0,43% del PIB.
Este informe identifica las desigualdades, que comienzan desde los estudios postobligatorios hasta cuando las mujeres ya han decidido emprender.
En la universidad, pese a que ellas son mayoría y muestran mejor desempeño académico que los alumnos masculinos, tan solo representan un 33,4% del total de estudiantes en titulaciones con intensidad emprendedora y enfoque innovador.
La siguiente brecha llega con la incorporación al mercado laboral. Por cada nuevo emprendedor, hay 0,36 empresarias en la misma situación (73.000 hombres frente a 26.000 mujeres).
Incluso cuando ya han decidido lanzar un negocio se encuentran con dificultades, como la falta de acceso a la financiación, las diferencias en la autopercepción que tienen de sus propias capacidades y conocimientos o la desigual visibilidad y notoriedad públicas respecto a sus homólogos masculinos.
Otro dato del estudio es que las emprendedoras no solicitan ni reciben la misma cantidad de ayudas. Así se repartieron las rondas de financiación en Europa en 2023: el 75% del total se otorgaron a equipos liderados únicamente por hombres, el 18% a empresas con al menos una fundadora o cofundadora y tan solo el 7% fueron para equipos con dirección femenina exclusiva.
Por otro lado, los datos han evidenciado que las mujeres son buenas gestoras cuando ocupan la toma de decisiones. Según el estudio, las startups de creación femenina generan un 10% más de ingresos y fracasan un 27% menos que las masculinas.
Por último, el informe habla de que la tendencia se invierte en la población más joven, ya que la desigualdad se reduce en la franja de menores de 35 años y con niveles educativos avanzados, donde por cada emprendedor hay 0,8 mujeres.