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Un nuevo informe de la Comisión Europea destaca el avance de nuestro país en la adopción de actitudes paritarias en el ámbito profesional y público, que lo sitúan como modelo en el sur continental.
La Comisión Europea ha publicado el estudio “¿Igualitaria, tradicional o ninguna de las dos cosas? Actitudes de género en el trabajo entre los miembros de la UE”, que analiza cómo las miradas hacia el equilibrio de género en el trabajo y en el hogar varían entre los socios de la Unión. Los datos revelan que España sobresale como uno de los estados con mayor respaldo a las ideas de equidad, situándose significativamente por encima de la media europea.
Según el informe, el 78% de los encuestados españoles defiende la participación equitativa de hombres y mujeres en el mercado laboral, una cifra que supera el promedio del 69% de la UE. Además, un 72% considera que ambos géneros deben compartir de manera equilibrada las responsabilidades domésticas y de cuidado, consolidando a España como un ejemplo de cambio social en el sur de la Unión, tradicionalmente más vinculado a roles de género conservadores.
A pesar del avance generalizado, las disparidades entre los países del norte y el sur de Europa siguen siendo evidentes. Mientras en los nórdicos, como Suecia y Dinamarca, las actitudes igualitarias alcanzan niveles superiores al 85%, en algunos estados miembros del este y del sur, estas caen por debajo del 60%. En territorios como Rumanía y Grecia, persisten valores tradicionales que limitan la incorporación plena de las mujeres en el ámbito público.
El informe subraya que estas diferencias están estrechamente ligadas a factores como la educación, el nivel socioeconómico y las afiliaciones políticas. Por ejemplo, las personas con educación superior y altos ingresos son más propensas a adoptar actitudes igualitarias, mientras que los sectores más conservadores y religiosos muestran resistencias mayores al cambio.
En el contexto laboral, España destaca por la creciente participación de la mujer, con una tasa de empleo femenino cercana al 64%, en línea con la media europea. Sin embargo, persisten desafíos como la brecha salarial, que ronda el 9,4%, y la infrarrepresentación de trabajadoras cualificadas en sectores tecnológicos y en posiciones de liderazgo, donde ocupan solo un 35% de los puestos directivos.
El informe también resalta cómo las políticas públicas en España, como los permisos de paternidad igualitarios y la promoción de la corresponsabilidad, han sido clave para fomentar un cambio cultural hacia modelos más equitativos. A pesar de ello, el doble rol que muchas mujeres asumen, combinando trabajo remunerado con responsabilidades de cuidado, sigue siendo una barrera significativa.