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Un informe del Foro Económico Mundial debatido en la cita de Davos, destaca que cerrar la brecha sanitaria de género añadiría 400.000 millones de dólares al PIB global para 2040.
Apostar por el bienestar femenino no es solo una cuestión social, sino también económica. Así lo revela el "Plan para Cerrar la Brecha en la Salud de las Mujeres: Cómo Mejorar Vidas y Economías para Todos", recientemente publicado por el Foro Económico Mundial en colaboración con el Instituto Mckinsey (MHI) y debatido en el último encuentro del Foro en Davos. La principal conclusión de este informe se mide en dólares, en concreto 400.000 millones que podrían sumar cada año hasta 2040 las economías mundiales si se atendieran a estas patologías.
Precisamente, el estudio destaca que las féminas viven un 25% más de sus vidas en condiciones de mala salud en comparación con los hombres, y abordar nueve afecciones sanitarias clave podría reducir la carga global de tratamiento de enfermedades en 27 millones de años en términos de discapacidad o bajas laborales, así como sumar dos días y medio saludables por mujer al año.
Esas nueve patologías determinantes, según el análisis, serían trastornos hipertensivos maternos, hemorragia posparto, cardiopatía isquémica, cáncer de cuello uterino y de mama, endometriosis, menopausia, migraña y síndrome premenstrual.
Así, en la cita anual de Davos, el Foro ha lanzado la Plataforma de Seguimiento del Impacto en la Salud de las Mujeres (WHIT, por sus siglas en inglés). Se trata de una herramienta de acceso público que proporciona datos sanitarios y oportunidades económicas para el sector. Como punto clave, destaca la necesidad urgente de invertir en afecciones como la menopausia, el síndrome premenstrual y la migraña, que representan una oportunidad de 315.000 millones de dólares en el PIB mundial.
El informe enfatiza que optimizar la precisión de los datos, aumentar la financiación de la investigación para afecciones específicas de las mujeres y mejorar las pautas clínicas basadas en el sexo podrían reducir significativamente la brecha sanitaria de género en el mundo.