Perfil de las empresas exportadoras españolas

06/10/2023  CHARO ALONSO

 


Las grandes magnitudes económicas del comercio exterior español no se entenderían sin sus grandes protagonistas, los exportadores, por lo general pequeñas y medianas empresas, cuyo comportamiento, desafíos y perspectivas abordaremos en el siguiente artículo.

Recientemente, la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, destacaba el papel de las empresas internacionalizadas como “punta de lanza del desarrollo económico y social”. En 2022, el sector exterior aportó casi la mitad del crecimiento del PIB español y las exportaciones de bienes alcanzaron un nuevo máximo histórico anual, superando los 389.200 millones de euros.

Pero ¿cómo son las compañías que impulsan nuestro comercio internacional? ¿Cuántas empresas exportadoras hay en España? De acuerdo con el monográfico ‘El sector exterior en 2022’ del Boletín Económico de ICE, el pasado año se registraron un total de 189.573 exportadores, una cifra que presenta una doble lectura ya que, si bien en términos numéricos experimentó un descenso del 19,4 % respecto a 2021 (una evolución en la que debe ponderarse la enorme variabilidad de los operadores de muy bajo importe), en términos de valor sus ventas crecieron un 22,9 % interanual.

El 90 % de estas operaciones corresponden a los denominados exportadores regulares (es decir, aquellas empresas que han exportado durante los últimos cuatro años consecutivos), cuyo número se situó en 57.332. Por primera vez, en 2022 se superó la cifra de los 43.000 exportadores regulares de más de 1.000 euros (gracias a un crecimiento del 2,7 %), un dato que, desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se valora como una muestra de que nuestro país cuenta con “una base exportadora sólida y en expansión”, que ha demostrado en los últimos años su resiliencia y competitividad.



Empresas exportadoras en España: retos

A pesar de unos datos que apuntan en la buena dirección, considerando el objetivo marcado por la vigente Estrategia de Internacionalización de la Economía Española de alcanzar las 60.000 empresas que exporten de manera regular en 2027, el propio documento identifica una serie de retos pendientes, como la excesiva concentración de las ventas en un número reducido de operadores

En 2022, los 500 principales exportadores aglutinaron el 58,7 % del total exportado y los 100 primeros el 39,7 %, una tendencia que no ha experimentado variaciones significativas durante los últimos años. Si situamos el umbral de exportación en los 50.000 euros, las cifras son aún más llamativas: 42.893 exportadores (únicamente el 22,6 % del total) acapararon el 99,8 % del valor de exportación (388.594,9 millones de euros).

Por tramos de exportación, los exportadores con una cifra superior a los 250 millones de euros representaron el 0,1 % del total de empresas, pese a ser responsables del 46,1 % de las ventas.


La escasa propensión de las pymes a exportar constituye otro gran desafío, en un escenario fuertemente fragmentado como el español, en el que estas representan el 99,8 % del tejido empresarial, según datos de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa. Por otro lado, el tamaño de las empresas exportadoras en España es inferior al de sus homólogas de los principales socios europeos.

“Multitud de estudios señalan que las compañías de mayor tamaño tienen una mayor propensión a exportar, además de ser más innovadoras, más resilientes y crear empleo de más calidad”, subrayaba Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores, en un artículo sobre la importancia de los grandes exportadores en el sector exterior español.

Una afirmación en línea con lo apuntado por la ‘Estrategia de Internacionalización de la Economía Española’: “Para afrontar con éxito los mercados internacionales, las empresas deben crecer en tamaño, pues la pequeña dimensión de la pyme se traduce en menor productividad, falta de fuerza para negociar con proveedores, escasez de recursos que puede dedicar a internacionalización e innovación, y dificultad para acceder a financiación externa”. 

Favorecer las reformas que permitan ese crecimiento se convierte, por tanto, en una prioridad, y más si tenemos en cuenta que, como recoge el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021-22, referenciando datos de Eurostat de 2018, las pymes “suponen el 98,4 % del total de exportadores, un porcentaje ligeramente superior a la media de la Unión Europea (97,8 %), y el 50,6 % del valor exportado, porcentaje solo superado ligeramente por Italia, frente al 37,2 % en el conjunto de la UE”.

A las debilidades ya enumeradas se suman otras, como la aún insuficiente, aunque progresiva, diversificación de los países de destino de nuestros exportadores (con Europa como principal socio comercial) y la concentración que también se observa, en opinión de Antonio Bonet, en cuanto a “producto y región de origen”. 


Destinos a los que más exportan



Europa es, sin duda, el mercado que atrae a un mayor número de exportadores españoles (94.068 en 2022, un 49,6 % del total) y que concentra buena parte del valor de sus ventas (el 73,6 %). La UE, en particular, ocupa el lugar más destacado en la agenda internacional de estas empresas, hacia donde se dirigen el 17,9 % de ellas, copando el 62,8 % del total exportado.

Al margen del continente europeo, cabe mencionar el peso de América Latina (destino del 32,2 % de los exportadores) y Estados Unidos (con un 17,7 %).

Según refleja el informe de KPMG La empresa española ante un nuevo escenario internacional, presentado el pasado mes de junio y basado en una encuesta realizada a más de 500 directivos, los destinos más atractivos por su potencial de crecimiento para los próximos años continúan incluyendo esas coordenadas, con Estados Unidos a la cabeza (por el que se decantan el 90 % de los encuestados), “un mercado que consolida su carácter estratégico y que, además, cuenta con el estímulo coyuntural que representa la depreciación del euro frente al dólar”. En sus planes destacan, igualmente, países europeos como Alemania (67 %), Francia (52 %) o Italia (45%), y latinoamericanos como México (49 %).


Exportadores por sectores

La base exportadora española está constituida, principalmente, por empresas comerciales y manufactureras, que, aunque menores en número, presentan una mayor intensidad exportadora y unas mejores cifras en cuanto a ventas. En consecuencia, la dimensión del sector manufacturero condiciona también el volumen de exportación.

Tomando como referencia la clasificación de sectores ICEX, el segmento de productos industriales y tecnología despuntó el pasado año por encima del resto, tanto en número de exportadores (150.592) como en datos de exportación (más de 275.530 millones de euros). Le siguen bienes de consumo (con 59.370 exportadores), agroalimentarios y bebidas (con 15.882 y 5.332, respectivamente).


Exportadores por Comunidades Autónomas

Como viene siendo tónica habitual, en 2022 las comunidades autónomas con mayor peso sobre el total de las ventas exteriores españolas, y también origen de un mayor número de exportadores, fueron Madrid (con 61.177 y 59.079 millones de euros), Cataluña (con 54.657 y casi 94.927 millones de euros), la Comunidad Valenciana (26.680 y algo más de 39.621 millones de euros) y Andalucía (26.667 y 42.957 millones de euros).


Perspectivas

Con esta instantánea como punto de partida, ¿hacia dónde apuntan las perspectivas de las empresas españolas en el exterior? De acuerdo con las opiniones de los directivos participantes en el estudio de KPMG, nuestras compañías mantienen su apuesta estructural por la internacionalización en un sentido amplio, y así se refleja en sus previsiones para los próximos años: siete de cada 10 encuestados consideran que su actividad internacional no disminuirá y el 42 % cree que aumentará. De hecho, el 81 % de los directivos afirma estar explorando nuevas oportunidades internacionales (mercados, canales, alianzas, etc.).

“Tras los continuos vaivenes de oferta y demanda generados por la pandemia de COVID-19 desde marzo de 2020 y las disrupciones en las cadenas de suministro que aún persisten, las empresas españolas se están viendo nuevamente impactadas por relevantes factores del entorno global”, subraya el estudio. “El incremento de costes y su efecto en los márgenes, y el clima de incertidumbre e inestabilidad general suponen los aspectos más desafiantes”. 

Igualmente, cabe destacar que el 92 % de las empresas está revisando sus cadenas de suministro a través de medidas como diversificar proveedores (59 %), aumentar los stocks (41 %), incrementar la cercanía/proximidad de los proveedores (32 %) o implementar cambios logísticos (29 %), entre otras actuaciones.

Para Pablo Bernad, socio responsable de Mercados de KPMG en España, “a pesar de las complejidades del entorno, el negocio internacional se refuerza y constituye una palanca de crecimiento y competitividad del tejido empresarial español. Más de la mitad de la facturación de las compañías encuestadas tiene su origen fuera de nuestras fronteras y sus directivos prevén que esta proporción aumente en cerca de 10 puntos en los próximos cinco años”.

Bernad afirma que “las estrategias de internacionalización también se están viendo afectadas por las dos grandes transformaciones que se producen en nuestra sociedad: la digital y la sostenible. Avanzar en estos procesos es clave para ganar competitividad y responder a las demandas de los consumidores de los diferentes mercados de forma ágil y eficiente. Además, el incremento de las tensiones geopolíticas exige una mayor atención a los ciberriesgos, uno de los principales retos tecnológicos en la actividad internacional”, asegura.

(Tienes más información sobre las perspectivas del comercio internacional en nuestro artículo ‘Retos del comercio exterior español en 2023’)



La política comercial española apuesta por las empresas exportadoras

Dentro de la estrategia global para el impulso de la internacionalización de la economía española, se establece el objetivo específico de aumentar la propensión a exportar y la base de empresas que exportan regularmente, incluyendo una mayor presencia de compañías propiedad o lideradas por mujeres.

¿Cómo alcanzar esta meta? Facilitando el acceso de las pymes a la información sobre comercio exterior, favoreciendo el aumento de su tamaño y, sobre todo, prestando un apoyo cada vez más adaptado a su perfil y necesidades, para lo cual es indispensable conocerlas mejor. Y ahí entra en juego la labor de ICEX, a través del Programa de Ampliación de la Base Exportadora (PABE).


ICEX: asesoramiento para comenzar a exportar

El objetivo del programa PABE es el incremento de la base exportadora mediante la identificación, asesoramiento y guía personalizada a pymes sin, o con escasa, experiencia en la exportación. Ello se materializa a través de tres proyectos: una herramienta de autodiagnóstico online, para que las empresas evalúen su potencial para la internacionalización y los servicios que ICEX pone a su disposición; un nuevo sistema de portales más fáciles, usables y con instrumentos que faciliten la navegación; y un sistema de Apoyo Personalizado para la Internacionalización Empresarial (APIEm), el primer paso para aquellas pequeñas y medianas empresas que aún no se han atrevido a comenzar a exportar y que, pronto, podrían ser también protagonistas de nuestro sector exterior.

Si te planteas iniciar tu aventura en el mercado internacional, puedes leer nuestro artículo ‘Por qué es importante exportar para tu empresa’.


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