Irlanda, país de acogida para los negocios

16/11/2022

Es ampliamente conocida la apertura de su economía a la globalización y al capital extranjero, con presencia de grandes empresas de todo el mundo debido a su favorable fiscalidad, ser un país anglosajón y pertenecer a la zona euro de la UE.


VÍDEO. Entrevistamos a Vicente Javier Fernández Rodríguez, consejero económico y comercial de la Embajada de España en Dublín.

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La República de Irlanda es un país de cinco millones de habitantes y una extensión de 70.000 km². Su economía se caracteriza por la dualidad entre un sector doméstico nacional de capital irlandés y un sector de empresas multinacionales con muy escasos vínculos productivos con el primero.

De hecho, en 2022 el valor del PIB irlandés generado por el sector de las multinacionales, basado en la inversión extranjera directa (IED), supondrá casi el 50% de 500.000 millones de euros, estimados por las autoridades irlandesas en su cuadro macroeconómico base del borrador de presupuestos para 2023.

 

A este sector de capital extranjero apenas le afectan las crisis económicas recientes, y sigue creciendo, antes y después de la pandemia, a tasas muy elevadas. Empleaba en 2021 a 270.000 personas (un 11% del empleo total), de ellas 60.000 extranjeras, según el Informe Anual de la agencia IDA-Ireland que se dedica a la captación de IED. Esta agencia emplea a 350 personas y tiene representaciones propias en varias regiones irlandesas y en los principales países del mundo.

El tamaño del mercado local o indígena, de capital nacional, alcanzará en 2022 los 260.000 millones de euros, un 52% del PIB total. La economía nacional o autóctona, en la que trabaja la mayoría de los irlandeses, con una productividad mucho menor, está notando la actual crisis, principalmente por el aumento de los precios de la energía y los alimentos. Esta parte de la economía tendrá un crecimiento de alrededor del 6% en 2022. Sin embargo, para 2023 se prevé un crecimiento real cercano al 0% (mientras que la estimación de crecimiento del PIB es del 5%).

El papel de las multinacionales

La presencia de las grandes multinacionales en la isla es un hecho bien conocido. El país comenzó a abrirse a la inversión extranjera en los años 90 del pasado siglo. Varios factores jugaban a su favor: su pertenencia a la UE, la formación del capital humano, el idioma inglés, su cultura anglosajona para los negocios, sus especiales relaciones con EE. UU. y una fiscalidad muy favorable, han convertido a Irlanda en un lugar seguro para la sede europea de empresas multinacionales.

 

Actualmente, están domiciliadas casi 1.700 compañías de capital extranjero y, entre ellas, las más dinámicas de la economía mundial, preferentemente de Estados Unidos (50% del total), pero también de la UE (20%), el Reino Unido (8%) y un 13% de China, Canadá, Japón y la India. Allí están presentes Google, Microsoft, Apple, Oracle o Intel, además de Amazon, Ebay, Paypal o Airbnb, por citar solo algunas de las más conocidas.

El sector de las multinacionales ha funcionado de forma muy positiva durante el período 2020-2022, incluso a pesar de la pandemia y de la crisis actual, lo que ha permitido al Estado irlandés incrementar de forma importante su recaudación fiscal, repercutiendo favorablemente en la evolución de las finanzas públicas.

Ahora bien, aunque pudiera pensarse lo contrario, la actividad de estas multinacionales tiene una escasa interacción con el tejido empresarial autóctono. Por otra parte, asocian a la economía irlandesa con riesgos derivados de factores externos, más allá del control de las autoridades. Finalmente ejercen una presión importante sobre precios de bienes y servicios en el mercado local, como el coste del alquiler y la vivienda, la energía, los servicios médicos y profesionales, etc.

Como indica un informe de la Central Statistis Office (CSO) de junio de 2022, “el muy elevado crecimiento de la productividad del sector de capital extranjero ha tenido muy escaso efecto o transmisión sobre las empresas de capital nacional y un efecto muy limitado sobre las economías domésticas”. De hecho, la falta de ósmosis entre los dos sectores de la economía es un lugar común en los documentos de las autoridades nacionales y de los organismos internacionales.

Los diferentes planes de la Administración irlandesa

El país tiene una serie de deficiencias importantes en lo tocante a sus infraestructuras físicas de transporte y urbanismo, así como en energía, vivienda o transición ecológica. Por ello, la Administración ha puesto en marcha un conjunto de planes para paliar esta situación.

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2021-2030, publicado el 30 de septiembre de 2021, es una de las principales fuentes que permiten conocer los sectores de interés para la IED en Irlanda. Este plan es el sucesor del PND 2018-2027.

Los PND se enmarcan en un programa de inversión pública ligada a Project Ireland 2040 (publicado en febrero de 2018). Este último es un gran proyecto que, según su propio preámbulo, “constituye una estrategia gubernamental a largo plazo para construir un país mejor y conseguir un futuro más resiliente y sostenible para todos sus ciudadanos”.

El nuevo PND que, como ya se ha señalado, abarca hasta 2030, contempla una inversión de 165.000 millones de euros, lo que significará que la inversión pública alcance hasta el 5% de la RNB (renta nacional bruta, sin incluir las empresas extranjeras) en cada ejercicio de los próximos años.

 

Las partidas con un mayor volumen de gasto público en inversiones de capital serán: transportes (casi un cuarto del total), vivienda, salud, educación, medio ambiente y nuevas tecnologías.

El plan podrá contar también con casi 1.300 millones de euros anuales para inversión pública procedentes de los fondos estructurales de cohesión de la UE. Finalmente, a todas estas cantidades hay que añadir los 989 millones procedentes de los Fondos NextGeneration EU hasta 2026.

En el capítulo de las infraestructuras, la dimensión regional de los proyectos contemplados en los distintos planes es importante en Irlanda, ya que el Gobierno se muestra muy sensible a descentralizar la congestión de población y actividad en el área metropolitana de Dublín.

Energías renovables y transición ecológica

Estos dos sectores son estratégicos para el futuro del país. El objetivo es reducir en un 51 % sus emisiones para 2030 y alcanzar la neutralidad en 2050. El punto de partida no es muy favorable, pues Irlanda no cumple sus compromisos de reducción de emisiones, principalmente por la contaminación del metanol procedente de las granjas de animales.

El PND recoge las oportunidades para la inversión del sector privado en el campo de las energías renovables, en particular en el de la energía eólica marina, con objeto de alcanzar los 5GW de potencia instalada en 2030. Este objetivo requerirá una inversión de 10.000 millones de euros por parte del sector privado. Es necesario, a su vez, mejorar la red eléctrica para canalizar dicha energía marina, lo que requerirá otros 5.000 millones de euros. El Plan de Acción Climática 2021 complementa el PND.

Tanto la Comisión Europea como la OCDE o el FMI destacan el retraso de Irlanda en la transición ecológica, algo que contrasta enormemente con su gran avance en el campo de la transición digital. El retraso en las decisiones que conducirían a cumplir con los objetivos ya mencionados para 2030 y 2050 hace dudar de su logro en los períodos convenidos.

Finalmente, existen oportunidades de negocio en el sector de gestión y tratamiento de residuos, cuyo desarrollo en Irlanda se sitúa por detrás de su nivel de renta per cápita.

También en el sector de la gestión de aguas hay planes y necesidades de inversión. El país tiene una red muy extensa de suministro de agua y de saneamiento, con una longitud per cápita de las más altas de Europa. Necesita con urgencia una puesta al día de estas infraestructuras, y también de plantas de tratamiento de aguas residuales. En la web de la Oficina Económica y comercial (Ofecomes) están disponibles sendos estudios sobre estos dos sectores.

Las buenas relaciones entre España e Irlanda

Las relaciones económicas y comerciales entre los dos países se enmarcan lógicamente en su pertenencia a la UE y a la zona euro. En el ámbito fiscal, ambos mantienen en vigor un Convenio para evitar la Doble Imposición que data de diciembre de 1994.

En 2021, España exportó productos a la república irlandesa por valor de 1.798,5 millones de euros, casi un 4,5% más que el año anterior. Sin embargo, nuestras importaciones totalizaron 2.318,2 millones, por lo que el saldo comercial fue favorable a Irlanda en 519,7 millones de euros. En los últimos años, este déficit para España en el comercio de bienes con la isla se ha reducido progresivamente.

También tenemos un déficit de la balanza de servicios con Irlanda en 2021 por 1.126 millones de euros: unas exportaciones por 2.166 millones y unas importaciones por 3.292 millones.

En el sector de infraestructuras físicas (construcción de carreteras, aeropuertos, red de telecomunicaciones, energía, etc.) la presencia de empresas españolas es significativa. Firmas como Globalvía, Grifols, Cellnex, Sacyr, OHLA, Iberdrola, IDOM, etc. desarrollan proyectos en la isla. Aquí, nuestro principal competidor es Francia.

Según informa la Ofecomes en Dublín, “la Administración irlandesa suele apoyar a un socio local que acuerde la presentación conjunta de los proyectos con la empresa extranjera. Por otra parte, los procesos de licitación, evaluación de impacto ambiental, etc. son mejorables en cuanto a su transparencia y publicidad”.

Finalmente, el sector agroalimentario de nuestro país mantiene una importante presencia en el mercado. Somos líderes en la venta de vinos, incluso por delante de Francia, si bien Chile es el principal competidor debido a sus bajos precios.

La percepción de nuestros productos de alimentación es muy positiva, en parte, también, porque España es el primer destino turístico de los irlandeses. En 2021, nuestras exportaciones de alimentación bebidas y tabaco alcanzaron los 308 millones de euros, algo más del 15% del total.

En general, España y sus productos disfrutan de una buena imagen y las inversiones realizadas por nuestras empresas han culminado con éxito, debido, entre otros factores, a la ausencia de contenciosos bilaterales y a un flujo de turistas irlandeses hacia nuestras costas, que en 2019 alcanzó nada menos que 2,3 millones de personas, sobre una población de 5 millones.

Un factor que puede resultar muy positivo es el efecto provocado por el Brexit y la desviación de comercio derivado del mismo, al dejar un hueco que puede ser aprovechado por las compañías españolas. Ya se está notando en nuestras exportaciones de bienes.

Las circunstancias actuales son propicias, por tanto, para un aumento de la presencia empresarial de nuestro país en el mercado irlandés. Los distintos planes puestos en marcha por el Gobierno de la isla están movilizando importantes fondos a los que se puede acceder mediante licitaciones internacionales. Solo hay que saber aprovecharlas.

MANUEL JAVIER ARCE

Documentación

Informe Económico y Comercial. Irlanda 2022
Ed. Ofecomes Dublín, noviembre 2022, 52 págs., en español

Irlanda es una economía dual
Fernández, V.J., Boletín Económico de ICE, nº 3151, ed. MICT, octubre 2022, págs. 43 a 62, en español

Guía de país. Irlanda
Ed. Ofecomes Dublín, febrero 2021, 52 págs., en español

Country Report. Ireland
Ed. The Economist Intelligence Unit (EIU), noviembre 2022, 32 págs., en inglés

Estudio de mercado destacado

El sector del agua en Irlanda

Ofecomes Dublín, ed. ICEX, octubre 2022, 19 págs., en español

Gestión de residuos en Irlanda

Ofecomes Dublín, ed. ICEX, septiembre 2022, 20 págs., en español

El mercado de las infraestructuras de transporte en Irlanda

Ofecomes Dublín, ed. ICEX, junio 2022, 63 págs., en español

El mercado de las energías renovables en Irlanda

Ofecomes Dublín, ed. ICEX, noviembre 2021, 50 págs., en español

 

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Reportaje - Decálogo de medidas para fomentar la conciliación en la empresa