Preformatex, de las copas para lencería a las mascarillas
27/11/2020

 

A causa de la irrupción del COVID-19, esta empresa barcelonesa, fabricante de preformados para lencería y baño, y participante en el Programa ICEX Next, se propuso colaborar para superar la crisis sanitaria y comenzó a fabricar mascarillas higiénicas desechables. La solidaridad inicial se ha convertido en una nueva línea de negocio.


En los años 80 del pasado siglo, los fabricantes de copas para lencería femenina, principalmente canadienses y estadounidenses, introdujeron unas nuevas formas con espumas moldeadas y sin costuras.

Aprovechando este nuevo know-how, una familia barcelonesa creó en 2002 la empresa Preformatex, que se especializó en la fabricación de copas de relleno para lencería y baño.

Tras conseguir ser líder nacional, llegó el año 2006, una verdadera encrucijada para la compañía. “Nuestros clientes con más potencial económico decidieron deslocalizar sus plantas de manufactura principalmente a China y Vietnam. El resto hicieron cambios en su política de compras. Dejaron de comprar a proveedores de fabricación nacional, y lo hicieron a proveedores que se dedicaban únicamente a la importación desde países asiáticos. Otros directamente cerraron y dejaron cantidades importantes sin pagar”, relata José Luis Ruiz, consejero delegado.

 

Conversión en una empresa vertical

La opción era cerrar o continuar. “Nos decidimos por lo segundo, pero eso sí, con unos cambios sustanciales. Inicialmente nuestra empresa subcontrataba muchos procesos. Nosotros solo nos dedicábamos al moldeo de espumas. Todas las materias nos llegaban preparadas y cortadas para ser moldeadas. Incluso el corte final lo subcontratábamos”.

El cambio radicó en asumir todos los procesos que la empresa subcontrataba para convertirse en una compañía prácticamente vertical, lo cual les hizo ganar en competitividad.

“Por un lado asumimos mucho riesgo financiero, pero por otro fuimos capaces de fabricar un nuevo producto en un muy corto plazo de tiempo y a un precio muy razonable”, señala el consejero delegado. A partir de ahí, Preformatex se hizo con el liderazgo nacional y se convirtió en una de las principales en el ámbito europeo.

 

Actividad internacional

La actividad internacional se inició cuando los directivos comenzaron a percibir la bajada de ventas en el mercado nacional. “Nuestra presencia actual se circunscribe principalmente a Europa. En España trabajamos principalmente para el Grupo Inditex y fuera de España tenemos grandes clientes en Polonia, Francia, Bélgica, Grecia, Bielorrusia y Turquía. Residualmente, tenemos también algún cliente en Estados Unidos y América Latina”, afirma el director de Exportación, Roberto Caballero.

La competencia extranjera de la empresa es doble: la asiática, con grandes fábricas que producen a costes muy bajos con los que no pueden competir en precios, pero sí en plazos de entrega y calidad; y la europea, basada en la calidad y rapidez de entrega.

“Intentamos producir más rápido que nuestros competidores y además ser más flexibles. Aparte de los productos, ofrecemos a los clientes la posibilidad de personalizarlos o fabricarlos para ellos desde cero en un tiempo mínimo, gracias a nuestra estructura vertical y completamente flexible y adaptable. Las grandes marcas no buscan una solución estándar, sino algo específico para la necesidad de sus clientes”, señala Caballero.

“Una de las principales dificultades que afrontamos es la conversión de nuestro producto en 100% ecológico o reciclable. La composición básica de la espuma, por ejemplo, no tiene solución en este sentido y todos los fabricantes buscamos otro material de características similares y que también se pueda manipular. Los clientes son cada vez más eco-responsables y empiezan a decidir entre la compra de un producto u otro teniendo en cuenta estas características o si proviene de una economía circular”

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El COVID-19 y la fabricación de mascarillas

En marzo pasado, con el inicio del primer estado de alarma, la cartera de pedidos sufrió una fuerte caída debido a la incertidumbre de los clientes.

Es en ese momento cuando Preformatex decidió adaptar su proceso productivo a la elaboración de mascarillas higiénicas reutilizables, con el fin de ayudar a la sociedad en la lucha contra el COVID-19. Por ello, comenzó a dedicar dos líneas de producción de las seis disponibles, dejando las restantes para el desarrollo de su tarea principal, creando la primera mascarilla preformada en una sola pieza del mercado.

“Pensemos que al principio solo estaban activas las fábricas de productos de primera necesidad. Gracias a la biblioteca de materias de que disponemos, pudimos hacer su uso para desarrollar los primeros prototipos. En 10 días tuvimos la primera serie de mascarillas preparada para ser certificada”, comenta Roberto Caballero.

“Conseguir las certificaciones no ha sido un proceso rápido ni fácil. Existía un estándar muy elevado de fabricación enfocado principalmente al producto sanitario y no al producto general. El Gobierno modificó estos estándares, reduciendo los requisitos para que la fabricación de mascarillas fuese más accesible por otros fabricantes. Nosotros teníamos claro que nuestro producto tenía que ser reutilizable, no solo por nuestras características de fabricación, sino porque también tuvimos en cuenta en todo momento la responsabilidad medioambiental que un producto de estas características debía cumplir. Las mascarillas higiénicas desechables generarán en el futuro un gran volumen y un problema para el reciclado. Por eso decidimos certificar nuestras mascarillas bajo la Especificación UNE0065”, relata el director de Exportación.

VÍDEO. Reportaje

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Texto y entrevista: MANUEL JAVIER ARCE / Edición vídeo: JAVIER FERNÁNDEZ