Tailandia: ambición modernizadora

11/04/2018

 

La bonanza económica y los incentivos convierten a este mercado en un gran destino inversor, a pesar de las restricciones impuestas al capital extranjero.

El país ha visto incrementada recientemente su tasa de crecimiento. La reducida expansión cosechada en 2014 dio paso, en los dos años siguientes, a un ritmo superior al 3%.

 

Según las últimas previsiones, el ascenso del PIB rozó el 4% en 2017. Lo hizo, además, sobre la base de una economía saneada, con un déficit público contenido y baja inflación.

Tailandia es, además, un importante receptor de inversión extranjera directa (IED), aunque la regulación de referencia en la materia, vigente desde 1999, presenta algunos obstáculos y complejidades.

 

Trabas legales

 

La normativa impone restricciones a las operaciones foráneas en función del tipo de actividad. Así, sectores estratégicos como las telecomunicaciones, la prensa, aviación civil, defensa, la cría de animales o la pesca solo admiten participación foránea cuando esta no representa más del 49% del capital. Otro obstáculo es la prohibición de que los extranjeros posean tierras. 

A su vez, existen límites a la IED en industrias que puedan comprometer la seguridad nacional, como la del armamento, la aviación civil o los vehículos de tipo militar. La entrada de flujos extranjeros en estos ámbitos requiere el permiso expreso del Gobierno, que, en caso de concederse, permite la operación siempre y cuando un cierto porcentaje de las acciones y al menos dos quintas partes del consejo directivo estén en manos tailandesas. 

 

 

La ley también establece restricciones específicas para que las empresas extranjeras posean el 100% de las acciones para realizar ciertas actividades en las que las empresas del país están insuficientemente preparadas para competir con las extranjeras. Tal es el caso de los servicios legales, la ingeniería, la arquitectura, el turismo o la publicidad. En estos casos, si no se quiere contar con un socio tailandés mayoritario, es necesario solicitar la foreign business license al Department of Business Development para operar y mantener la mayoría de la propiedad en manos extranjeras. 

En general, el sector servicios está muy protegido, mientras que para operar en el sector manufacturero no hay obstáculos y es posible establecerse con el 100% de capital foráneo.

Ante estas complejidades, muchas empresas extranjeras recurren a la fórmula de la joint venture para operar en Tailandia, ya que así se obvian algunos de los obstáculos, como los referentes a la contratación de personal.

 

Crescendo inversor

 

A pesar de los mencionados reparos, Tailandia presenta un entorno favorable para las actividades económicas, como prueba su buena posición -puesto 26- en el Índice de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial de 2018.

Desde el golpe de estado de 2014, la llegada de flujos de inversión extranjera a Tailandia ha sido algo errática, pero la normalización de la vida política tras el otro gran acontecimiento, el fallecimiento del monarca Rama IX en octubre de 2016 (que estuvo 67 años en el trono), parece haber impactado favorablemente en los flujos y en 2017 se alcanzaron los 9.100 millones de dólares. Esta cifra supone un aumento del 197% con respecto a 2016, pero no llega a alcanzar el máximo histórico de 15.900 millones de dólares de 2013.

El principal emisor de inversiones fue Japón, con un 40% del total, seguido de Singapur y Australia, con un 24% y un 9% respectivamente. La mayor parte de las operaciones se centraron en el sector financiero y de seguros, que, con 2.221 millones de dólares, acaparó un 38% del total. A continuación se situaron el negocio inmobiliario (20%) y los productos ópticos e informáticos (19%).

 

Privilegios selectivos

 

Tailandia se ha dotado de una nueva política de incentivos para el período 2015-2021, que se basa fundamentalmente en deducciones tributarias para las actividades promocionadas por el Board of Investment (BOI). Además, las empresas que se benefician de la promoción del BOI pueden prescindir del socio local y mantener el 100% del capital de la empresa creada y facilidades en la contratación de trabajadores extranjeros y obtención de visados.

Un total de 231 actividades goza de estas ayudas. Las más ventajosas se aplican a aquellas operaciones que faciliten la transferencia de alta tecnología, que pueden beneficiarse de exenciones en el Impuesto de Sociedades por un máximo de ocho años. En concreto, las 10 actividades prioritarias dentro de la estrategia “Tailandia 4.0” son las que más incentivo recibirán por parte del BOI.

Otras actividades importantes, pero carentes de un alto componente de novedad tecnológica, disfrutan de períodos de exoneración fiscal menos prolongados.

Tailandia concede exenciones adicionales a las inversiones que contribuyan a mejorar la competitividad del país. Por su parte, aquellas que promuevan la descentralización y el desarrollo económico de las provincias menos prósperas también se benefician de ventajas tributarias similares, además de deducciones en los gastos de transporte, electricidad, agua, construcción e instalación.

El BOI analiza caso por caso si proceden las exenciones, y cuenta con una oficina en París para atender a los inversores españoles.

 

Reanudación de relaciones

 

Las relaciones entre España y Tailandia se reanudaron en noviembre de 2017, tras más de tres años interrumpidas por decisión de la Unión Europea, a causa del golpe de Estado de 2014 y al mantenimiento de un Gobierno militar no electo.

El cambio de postura de la Unión Europea ha supuesto la reactivación de la negociación del Acuerdo de Libre Comercio con Tailandia, lo que sin duda facilitará la llegada de inversiones europeas al país.

El stock de inversiones de España en Tailandia es muy reducido, tan solo 56 millones de euros según el último dato disponible de 2015, aunque todavía es superior al de Filipinas, Vietnam o Indonesia. En cuanto a los flujos, estos son escasos, con tan solo siete millones de euros en 2017.

A pesar de las exiguas cifras y de las limitaciones en el ámbito institucional, hay sectores que ofrecen oportunidades para una mayor penetración de la IED de nuestro país en este mercado.

 

Puertas de entrada

 

Uno de los más prometedores es el de los componentes de automoción, que goza de un fuerte desarrollo gracias a las deslocalización de los centros de producción de las grandes empresas japonesas.

 

La agricultura y la industria alimentaria son dos grandes contribuyentes al crecimiento del país -Tailandia es uno de los mayores exportadores mundiales de este tipo de productos- y existen buenas oportunidades para las empresas extranjeras que se instalan para fabricar en el país los insumos o maquinaria que haga más competitivo el sector, en toda la cadena: fertilizantes, aditivos, conservantes, envase y embalaje, por lo que la IED destinada a estas industrias disfruta de incentivos.

Se benefician asimismo de exenciones los sectores de los componentes electrónicos y de las energías renovables. Estas últimas se expandirán considerablemente en los próximos años, apuntaladas por el objetivo gubernamental de que representen el 20% del consumo energético no más tarde de 2036.

Dos de los buques insignia de la inversión española -el turismo y el desarrollo de infraestructuras de transporte- ofrecen también oportunidades interesantes.

El primero es uno de los sectores de referencia de la economía tailandesa, mientras que las segundas están recibiendo un fuerte impulso gracias al Plan de Infraestructuras, dotado con unos 84.500 millones de euros, en el que destacan el transporte urbano en Bangkok y en cuatro grandes ciudades y el proyecto estrella Eastern Economic Corridor, que pretende convertir las zonas industriales del este de Tailandia en el hub logístico y digital de la región, enlazando con la estrategia Tailandia 4.0.

 

Documentación

 

Informe Económico y Comercial. Tailandia
Ed. Ofecomes Bangkok, marzo 2018, 60 págs., en español

Country Report. Thailand
Ed. The Economist Intelligence Unit, marzo 2018, 31 págs., en inglés

Guía País. Tailandia
Ed. Ofecomes Bangkok, febrero 2018, 72 págs., en español

 

Simulador de costes de establecimiento ICEX: Tailandia

 

A continuación presentamos un extracto de la información que ofrece la herramienta “Simulador de Costes de Establecimiento” del ICEX, de acceso gratuito. Si quiere consultar con detalle los costes de constitución de una sociedad, inmobiliarios, laborales, fiscales, de suministros o el coste de vida para expatriados en más de 100 mercados, pinche aquí. También puede realizar simulaciones de la implantación de su empresa en un mercado, obteniendo el resultado en ese país y en otros comparables.