Vietnam: fábrica mundial

 

10/10/2018

 

Este mercado altamente manufacturero allana el camino al capital foráneo mediante mejoras normativas e interesantes incentivos, pero la complejidad legal y burocrática sigue dificultando las operaciones.

El país está inmerso en un ciclo de robusto y saneado crecimiento económico. Además de lograr un ritmo de expansión del 6,8% en 2017 y de contar con previsiones similares para este año, Vietnam mantiene una inflación moderada. 

 

La inversión extranjera directa (IED) ha acompañado a la república socialista durante los recientes años de expansión, acumulando flujos que, en 2015 y 2016, se situaron por encima de los 15.000 millones de dólares.

Los principales emisores son vecinos asiáticos como Corea del Sur, Singapur, China, Hong Kong y Japón, que destinan sus capitales fundamentalmente a los sectores de la electrónica, la siderurgia, el turismo, la energía y el textil.

Un aspecto interesante, al hilo de la actualidad mundial, es que Vietnam podría ser uno de los países más beneficiados por la amenaza de guerra comercial entre China y EE. UU. Se está observando que muchas empresas están haciendo planes para acelerar su deslocalización a Vietnam y evitar así estos nuevos aranceles, por ejemplo, grupos chinos que esperan exportar a EE. UU. sin resultar penalizados por las sanciones. 

 

 

Núcleo de la deslocalización

 

Una parte considerable de las inversiones (el 18%, en 2015) se concentra en torno a la ciudad de Ho Chi Minh, principal aglomeración y polo económico del país. Pero muchas otras zonas de Vietnam son también un mercado interesante para la IED, sobre todo por su mano de obra barata (lo que está atrayendo a centros manufactureros que estaban afincados en China), especialmente competitiva en actividades de producción que no requieran de alta eficiencia logística. 

Por el contrario, el país sigue lastrado por las deficiencias en materia de infraestructuras y por las asimetrías regionales, así como por un marco regulador complejo y unas insuficientes garantías de respeto a la propiedad intelectual.

Según la actual edición del Índice de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial, Vietnam figura en el puesto 68, después de haber escalado 14 posiciones desde 2016. Es, por tanto, el quinto mejor clasificado dentro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

El país obtiene calificaciones muy positivas en materia de obtención de permisos de construcción. Por el contrario, la resolución de insolvencias y los trámites para la apertura de negocios son dos aspectos que presentan deficiencias. 

 

Mejoras legales

 

Las autoridades llevan años refinando la legislación para facilitar la llegada del capital foráneo. Este esfuerzo se plasma en diferentes avances, entre los que destaca la nueva ley para la inversión extranjera de 2015, que ha tenido una incidencia muy favorable en el clima de negocios del país. 

Gracias a la nueva normativa, los sectores prohibidos para la IED han pasado de 51 a solo seis. En este reducido grupo se incluyen ciertos tipos de medicamentos, productos químicos peligrosos y algunos minerales. La nueva ley también equipara los derechos de inversores extranjeros y nacionales en casos de nacionalización o confiscación.

Pero no todo son facilidades. Existen 267 industrias que requieren una licencia de inversión para operadores foráneos o empresas de propiedad mayoritaria extranjera. La seguridad, la banca, la salud pública, el negocio inmobiliario, la explotación de recursos naturales y otras muchas actividades se ven afectadas por este obstáculo, lo que, en la práctica, sigue dificultando los negocios y haciendo que dependan de las decisiones no siempre transparentes de las autoridades.

Las restricciones también se extienden al uso de los terrenos, ya que la tierra pertenece al pueblo vietnamita. Por ello, los inversores extranjeros solo pueden tener acceso al suelo mediante el arrendamiento al Estado o a operadores autorizados (durante un período máximo de 50 años, que puede extenderse hasta 70 y luego seguir prorrogándose), o mediante el establecimiento de una joint-venture con una compañía del país.

También ha de tenerse en cuenta que todas las operaciones con divisas extranjeras deben llevarse a cabo a través de instituciones financieras autorizadas. A su vez, la repatriación de beneficios solo puede realizarse una vez se hayan satisfecho todas las obligaciones fiscales con las arcas nacionales. 

 

Exenciones tributarias

 

La normativa contempla incentivos que benefician a ciertos sectores, así como a las operaciones realizadas en zonas económicas especiales o en provincias desfavorecidas. 

Son numerosas las industrias que gozan de ventajas fiscales, como la alta tecnología, las telecomunicaciones, la producción de suministros médicos, la automoción, las infraestructuras o el turismo.

 

 

Una de las ventajas más significativas son las reducciones en el Impuesto sobre Sociedades (fijado de forma general en el 25%), que puede rebajarse hasta el 10% por un período máximo de 30 años.

Algunos privilegios tributarios se dan durante todo el ciclo de vida de la inversión. Es el caso de operaciones en sectores de interés social como la salud, la cultura, el deporte o el medio ambiente.

Otro tipo de incentivo fiscal es la exoneración impositiva a las empresas que reinviertan sus beneficios en actividades de I+D. Por su parte, los operadores extranjeros que registren pérdidas en sus negocios vietnamitas tienen, en algunos casos, la posibilidad de acogerse a reducciones en el Impuesto sobre Sociedades durante un período máximo de cinco años.

También pueden aplicarse exenciones tributarias a las importaciones de equipamiento, medios de transporte, materiales de construcción o materias primas utilizadas para la creación de capital fijo. Igualmente, las operaciones que impliquen transferencia de tecnología pueden gozar de exoneraciones.

 

Un mercado poco explorado

 

La circulación de capitales entre España y Vietnam se apoya en el Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (APPRI), que entró en vigor en 2011, y en el Convenio para Evitar la Doble Imposición vigente desde 2007. 

No obstante, el marco más relevante lo ofrece la Unión Europea, gracias al Acuerdo de Libre Comercio que suscribió con el país asiático en 2016, que ha reducido considerablemente las restricciones a las operaciones extranjeras.

Esos avances institucionales y normativos tienen, de momento, un reflejo limitado en las operaciones de IED españolas en el país, que no se encuentra entre los 100 primeros destinatarios por stock de nuestras inversiones.

No obstante, existen oportunidades interesantes en sectores como la electrónica, ya que Vietnam es un importante productor de componentes para gigantes tecnológicos mundiales como Samsung, Intel o Microsoft.

También la industria farmacéutica podría encontrar nichos en este mercado, gracias al camino que han abierto las crecientes exportaciones españolas de este tipo de productos en el país asiático.

El desarrollo de hoteles y grandes complejos turísticos es otro sector prometedor de un mercado en el que un gran operador español (Meliá Hotels International) posee una presencia preponderante.

Por su parte, la transformación y procesado de alimentos y la distribución minorista también albergan oportunidades.
PABLO DÍEZ 

 

Documentación

 

Country Report. Vietnam
Ed. The Economist Intelligence Unit (EIU), septiembre 2018, 31 págs., en inglés 

Informe Económico y Comercial. Vietnam
Ed. Ofecomes Ho Chi Minh City, agosto 2018, 59 págs., en español

Guía País. Vietnam
Ed. Ofecomes Ho Chi Minh City, febrero 2018, 96 págs., en español 

 

Simulador de costes de establecimiento ICEX: Vietnam

 

A continuación presentamos un extracto de la información que ofrece la herramienta “Simulador de Costes de Establecimiento” del ICEX, de acceso gratuito. Si quiere consultar con detalle los costes de constitución de una sociedad, inmobiliarios, laborales, fiscales, de suministros o el coste de vida para expatriados en más de 100 mercados, pinche aquí. También puede realizar simulaciones de la implantación de su empresa en un mercado, obteniendo el resultado en ese país y en otros comparables.