Acuicultura en Chile, un mar de oportunidades

25/05/2021

 

Chile ha sabido hacerse con una posición privilegiada en el mercado global de la acuicultura y su industria sigue demandando soluciones tecnológicas innovadoras y con valor añadido para múltiples actividades.

 

En un planeta en el que la demanda de alimentos se expande conforme continúa aumentando la población, la acuicultura se ha consolidado como una de las soluciones idóneas para satisfacer las necesidades de proteína animal, especialmente cuando los intereses comerciales se alinean con el desarrollo sostenible y el respeto medioambiental.

Gracias a sus más de 4.000 kilómetros de costa y a unas condiciones ambientales excelentes, pero también al impulso de una industria local innovadora y a un entorno regulador estable, Chile ha logrado convertirse en un referente mundial en el sector acuícola, con una producción que superó los 1,4 millones de toneladas en 2019 y un volumen medio anual de más de 1,2 millones de toneladas desde 2003.

La producción chilena abarca pescados (salmón del Atlántico, salmón del Pacífico y trucha arcoiris), moluscos (mejillón chileno o chorito, y ostiones) y algas (pelillo), pero es el salmón la especie estrella, la que ha dinamizado el sector y ha generado un efecto arrastre sobre toda la industria hasta convertirla en una de las más rentables y avanzadas del mundo en su campo de actividad (ver infografía adjunta).

Tanto es así que, con cerca de 900.000 toneladas y casi un 30% de la cuota de mercado mundial en 2019, el segmento salmonero chileno, en el que destaca el salmón atlántico, se ha posicionado como el segundo mayor productor, solo superado por Noruega. Además, ha sabido agregar valor a su producto en la fase de procesamiento y empaquetado en mayor medida que su competidor nórdico.

El mejillón chileno es el segundo producto más relevante y las cifras de los últimos años consolidan su posición entre los principales suministradores internacionales, justo por detrás del líder mundial, China. Estas muestran igualmente una evolución positiva del resto de especies y es previsible que otras aún no desarrolladas vayan cobrando un mayor protagonismo a medio y largo plazo.

 

Vocación exportadora

 

El consumo local de bienes acuícolas es todavía muy reducido, aunque sigue aumentando, y la industria chilena está orientada a satisfacer la creciente demanda externa procedente de América, Europa y Asia. Pese a suponer menos de la mitad del peso de los desembarques de toda la actividad pesquera, representa más del 75% del valor de sus exportaciones, hasta totalizar, por ejemplo, más de 5.355 millones de dólares en 2019.

Como señaló el consejero económico y comercial de España en Santiago de Chile, Íñigo Febrel, durante la celebración de la sesión informativa ‘Oportunidades para las empresas españolas en la acuicultura chilena: operativa de mercado y nuevos proyectos’, “las exportaciones chilenas se dirigen a mercados maduros y exigentes”. Destacan entre ellos Estados Unidos y Japón, en el caso del salmón y de la trucha. Por otro lado, España se ha convertido en el principal destino de los mejillones chilenos y de las todavía reducidas ventas de ostión del norte, mientras que el alga pelillo se dirige principalmente a los mercados asiáticos.

El mayor problema al que se está enfrentando el sector en la actualidad deriva de las dificultades ocasionadas por la pandemia del coronavirus, que ha afectado tanto al normal desarrollo de la actividad acuícola en Chile como al avance de la demanda mundial de salmón y de otros productos.

A esto se sumó el año pasado la caída de las importaciones de salmón de China, porque se asoció a este pescado un brote de COVID-19, lo que lastró la relativa buena evolución de otros mercados de referencia y se tradujo en un descenso del 14% en el valor de las exportaciones de este pescado.

No obstante, las previsiones para este ejercicio apuntan hacia una recuperación del entorno macroeconómico del país sudamericano, que podría disfrutar de un crecimiento del PIB cercano al 6%, y de la demanda internacional, conforme se vaya avanzando en las campañas de vacunación. Por todo ello, la acuicultura seguirá al alza y el sector muy probablemente logre afianzarse como la segunda mayor industria exportadora de Chile hacia 2035, solo superada por la del cobre.

Presencia española

 

Si bien la imagen de nuestros productos es limitada frente a la de otros países competidores como Noruega en el segmento de los salmónidos y de los pescados en general, esta es muy sólida en el ámbito de la miticultura, con varias firmas de origen español entre las principales exportadoras de Chile.

Entre ellas, podemos citar a Toralla, pionera en la producción industrial de mejillón chileno y que cuenta con 19 plantas dedicadas al cultivo del chorito y en menor medida al ostión del norte, a Blue Shell y a Cultivos Azules, pertenecientes al conglomerado Mascato, o a Pesquera Catalunya, del Grupo Dani, que exporta a más de 45 países.

Destacan igualmente Ría Austral, un conglomerado con varias empresas en toda la cadena de valor con una docena de plantas dedicadas al cultivo del mejillón y unas exportaciones que superaron los 12 millones de dólares en 2019, Bagasur, que es la planta de procesado de chorito y de almeja blanca juliana de Bagamar, y Pesquera Trans Antartic.

 

Valor agregado

 

Pero también hay otras firmas españolas que han sabido entrar en este mercado al aportar valor añadido en los campos de la nutrición y la salud. Es el caso de Bioibérica, empresa especializada en el desarrollo de biomoléculas para la industria farmacéutica, la alimentación y la sanidad animal.

Su director regional para Latinoamérica, Víctor Beneyto, explicó durante el mencionado encuentro digital organizado por el ICEX en colaboración con Acuiplus cómo su acceso a este mercado a partir de 2004 surgió a partir de la solicitud directa de un socio local. Junto a él han logrado codesarrollar y realizar las pruebas técnicas necesarias para crear nuevos aditivos en dietas especializadas para salmones.

Por su parte, Carlos Rodríguez, jefe del Departamento de acuicultura de la farmacéutica Cenavisa, señaló durante el mismo evento que su entrada en Chile se produjo por la demanda de varios partners interesados con los que contactaron en una feria especializada. El trabajo conjunto facilitó la consecución del registro en 2018 de un medicamento para los salmones y permitió un acuerdo por el que la parte local se ha hecho cargo de la comercialización del fármaco.

Rodríguez consideró que el del salmón es un mercado maduro y muy tecnificado. “Es una carrera de fondo o de medio fondo”, resaltó el directivo, que también subrayó que hay posibilidades de negocio si las herramientas que se ofrecen aportan valor añadido y cubren demandas específicas.

Opciones viento en popa

 

Desde la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España (Ofecomes) en Santiago de Chile resaltan que “las mayores oportunidades para proveedores de insumos españoles se encuentran tanto en las etapas de procesamiento, como en el aprovisionamiento de materiales y equipos para las fases de cría y engorde, ya sea para la salmonicultura o para la miticultura”.

Estos ámbitos no están dominados por los productores nórdicos, de Estados Unidos o China, sino que son las empresas locales y europeas los actores de referencia. De este modo, las fabricantes y suministradoras de elementos como balsas jaulas, estanques, mallas, boyas, flotadores, bombas, compresores o tuberías, así como de tecnología y sistemas automáticos o materiales necesarios para la etapa de procesamiento pueden abastecer una demanda que premia la calidad y el respeto por el medio ambiente.

Precisamente, algunos de los grandes desafíos a los que ya se enfrenta el sector también pueden generar oportunidades, especialmente para los productores de tecnología especializada. En este sentido, el presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile, Arturo Clement, resaltó en el encuentro digital sobre el sector que la mayor parte de las compras se originan durante el proceso productivo, especialmente en alimentación y medicamentos, pero que cada vez cobran una mayor importancia las soluciones que facilitan una acuicultura regenerativa, con valor compartido y neutra en carbono, con nuevas respuestas a problemas como los parásitos, la seguridad o los residuos, y un uso cada vez mayor de la tecnología y del big data.

Adolfo Alvial, director ejecutivo del Club de Innovación Acuícola, coincidió a la hora de resaltar las oportunidades que abre la búsqueda de la sostenibilidad en aspectos como la eficiencia energética o el desarrollo de embalajes amigables. Además, Alvial también remarcó que el desarrollo de la acuicultura de nuevas especies, como la merluza o el pulpo, con diferentes horizontes, también implicará la necesidad de nueva tecnología, dietas o productos adaptados para cada caso.

Por último, el acceso al mercado de las empresas españolas se ve además facilitado por un entorno para los negocios favorable, en el que destaca la existencia desde 2003 de un acuerdo con la UE que elimina aranceles, así como por un marco jurídico estable en el que la Ley General de Pesca y Agricultura es la norma principal.
JAVIER GARCÍA CUESTA

VÍDEO. Webinario 'Oportunidades para las empresas españolas en la acuicultura chilena: operativa del mercado y nuevos proyectos'

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Documentación

 

Informe Económico y Comercial. Chile
Ed. Ofecomes Santiago de Chile, abril 2021, 44 págs., en español

El mercado de la acuicultura en Chile
Ofecomes Santiago de Chile, ed. ICEX, noviembre 2020, 61 págs., en español

 

Simulador de costes de establecimiento ICEX: Chile

 

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