Banco Asiático de Desarrollo y COVID-19: estrategia para tiempos extraordinarios

22/12/2020

 

El BAsD ha desplegado un paquete de financiación extraordinaria para combatir los efectos de la crisis y mantiene su actividad dinamizadora en sectores como infraestructuras y energía.

 

En poco más de un año, la pandemia de coronavirus ha provocado más de 1,5 millones de muertes y ha causado un fuerte impacto en los cimientos de la economía mundial, que se enfrenta a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Los diferentes Gobiernos, instituciones multilaterales, donantes internacionales e, incluso, el sector privado han respondido con mayor celeridad que en crisis pasadas para paliar la situación y han conseguido desarrollar una amplia y heterogénea respuesta en forma de programas, contratos, fondos o financiación de emergencia con un valor global estimado hasta la fecha por la plataforma Devex en más de 20,5 billones de dólares (esta cantidad está expresada en billones europeos, es decir, 1 billón=1 millón de millones).

Los organismos multilaterales han tomado la iniciativa en este campo y han comprometido diversos fondos desde el inicio de la pandemia para apoyar a los países a superar los nuevos desafíos, normalmente redirigiendo sus recursos en cartera, pero también aportando nueva financiación.

La respuesta del BAsD

 

Uno de los más activos está siendo el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD). Así, las previsiones de “lluvia de millones” que se anticipaban desde la Oficina Económica y Comercial (Ofecomes) de la Embajada de España en Manila se han ido cumpliendo conforme el BAsD ha estructurado su respuesta a la crisis.

El jefe del Departamento Multilateral en la citada Ofecomes, José Varea, destaca que esta institución multilateral “ha tratado de ayudar a sus clientes mediante la dotación de fondos y ha aportado capital de dos fuentes diferentes: los fondos extraordinarios aprobados por el consejo del banco y a través de la recanalización de proyectos en curso y futuros, absorbiendo dichos fondos para redirigirlos a la respuesta del BAsD frente a la pandemia”.

Gracias a ello, este organismo multilateral con sede en la capital filipina puso a disposición de los países receptores entre marzo y abril un paquete de financiación extraordinaria de 20.000 millones de dólares para contrarrestar los graves efectos macroeconómicos y sanitarios de la pandemia, una cantidad que coincide además con la capacidad de endeudamiento anual de este banco.

Estos fondos extraordinarios se dividen en unos 18.160 millones de dólares para el sector público y cerca de 1.840 millones de dólares para el privado. En un contexto como el actual, que impide trabajar con los plazos habituales, los primeros se están destinando prácticamente en su totalidad para el apoyo presupuestario a los países en los que opera. “De esta forma”, comenta José Varea, “miembros del banco que generalmente no acuden al BAsD para obtener financiación, como Tailandia, han solicitado el máximo permitido, unos 1.500 millones de dólares”.

 

Licitaciones cerradas

 

En este sentido, Varea recuerda que los Gobiernos usarán esos más de 18.000 millones de dólares para financiar programas diseñados y ejecutados por ellos mismos, “por lo que no tienen por qué derivarse licitaciones”. En caso de que se produzcan, estas seguirán procedimientos de licitación nacionales, que permiten la preferencia local y, por tanto, no tendrán que ser publicadas en los canales habituales del BAsD, al no someterse a sus criterios de adjudicación.

Los fondos restantes sí podrían licitarse y las licitaciones se producirían a través de adjudicación limitada o directa de organismos de Naciones Unidas, como la OMS UNICEF.

En cuanto a los contratos que podría financiar el BAsD con cargo a estos fondos y/o a otros propios, José Varea explica que lo más probable es que se trate de adjudicaciones directas y/o limitadas a un número reducido de empresas, generalmente firmas con las que este organismo trabaja regularmente. Por ello, no se espera que estas oportunidades, al menos en su totalidad, se publiquen en la sección de oportunidades de negocio del banco.

Por su parte, la financiación orientada al apoyo del sector privado se está empleando para dotar de liquidez a ciertas empresas productoras esenciales, mayoritariamente chinas, para que puedan continuar fabricando equipos y material médico.

Así pues, Varea resalta que “no existe una cartera de proyectos específica para financiar contratos de asistencia técnica, equipos u obra civil derivados de la financiación extraordinaria de 20.000 millones de dólares” y que los contratos que gestione directamente el BAsD con cargo a esta partida especial o a partidas propias que se anuncien serán adjudicados muy previsiblemente de forma directa o mediante licitaciones limitadas.

En paralelo, esta entidad también configuró una base de datos de proveedores de material y equipamiento médico para ponerla a disposición de los países miembros, cuyo único requisito era que esos materiales y equipos cumplieran con la normativa de la OMS.

En este sentido, cabe recordar la buena acogida en el sector español de esta iniciativa, pues más de 220 firmas del sector decidieron participar en la base de datos de suministradores después de su promoción por parte de la Ofecomes en Manila junto con el Departamento de Instituciones Multilaterales del ICEX.

Por último, el BAsD anunció el pasado 11 de diciembre el lanzamiento de la iniciativa APVAX, que aportará 9.000 millones de dólares para financiar, en coordinación con otros socios internacionales, la adquisición y entrega de vacunas contra el COVID-19 en las economías en desarrollo de la región de Asia-Pacífico.

 

Transformación doble

 

El Banco Asiático de Desarrollo es la institución de su tipo con mayor volumen de negocio en esa área y, pese a que no debe considerarse como el financiador de referencia de la modernización económica en ninguno de los países en los que opera, es un catalizador relevante de los programas de infraestructuras, energía o tratamiento de aguas, y seguirá desempeñando ese papel en el futuro.

Este banco preveía destinar para el período 2020-2022 unos 127.000 millones de dólares distribuidos en más de 1.000 operaciones, a los que se añadirían otros 50.000 millones de dólares de proyectos aprobados cuya batería de contratos aún está pendiente de licitación, para sumar un valor total de casi 180.000 millones de dólares, además de los 20.000 millones de dólares citados anteriormente y agrupados bajo la respuesta de emergencia.

La institución se encuentra, además, en una fase de transformación doble. Por un lado, destaca la implementación de cambios normativos, especialmente en materia de procedimientos de licitación, que se inició en el verano de 2017 y cuya adaptación ya es generalizada.

Estos cambios normativos fomentan el diseño y la evaluación de los contratos en términos de calidad, de calidad-precio y de inclusión de elementos tecnológicos sobre la exclusividad del precio. El consejero de la Ofecomes en Manila, Pedro Pascual, resalta que “ese giro no ha pasado inadvertido para las empresas españolas, al posicionarlas en un contexto más idóneo para competir en Asia frente a las locales, tal y como se ha podido comprobar con la reciente adjudicación de dos contratos asociados a una infraestructura de transporte en Filipinas con un valor conjunto de 1.000 millones de dólares”.

En segundo lugar, la pandemia de COVID-19 ha mostrado ciertas debilidades del apoyo del BAsD, y de otros bancos e instituciones internacionales, por lo que se prevé un giro gradual hacia proyectos de desarrollo en materia de seguridad alimentaria, acceso a los mercados de alimentos o inversión en sanidad.

Sin embargo, como subrayó la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, durante la inauguración del 5º Encuentro de Empresas Licitadoras Españolas celebrado el pasado octubre, “el grueso de la inversión en esta región se centrará en proyectos asociados a los sectores tradicionales, es decir, planes de infraestructuras relacionados con el transporte, el agua y las energías”. Precisamente, unas actividades en las que nuestro país presenta una amplia oferta empresarial y cuenta con referentes internacionales.

El papel de las empresas españolas en las licitaciones internacionales

España es un gran exportador mundial de productos, servicios y conocimiento. Este dinamismo queda reflejado en el valor conjunto de los contratos adjudicados a empresas españolas en licitaciones internacionales. Tanto en un entorno multilateral, como en contratos financiados por terceros países, nuestras firmas fueron adjudicatarias durante 2018 de contratos por un valor conjunto de 68.000 millones de euros, frente a los 65.400 millones de euros alcanzados durante el año 2017.

Es más, las adjudicaciones a empresas españolas con financiación multilateral registraron un incremento del 52% en 2018 respecto al ejercicio anterior, al ascender hasta los 629 millones de dólares. España también destacó en ese año como el primer país no prestatario con el mayor valor total de contratos adjudicados en proyectos financiados por las ventanillas públicas del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.

Resalta aquí especialmente el excelente comportamiento de las compañías españolas especializadas en el sector del transporte y de las infraestructuras, que agrupó el 62% de la cifra de negocios total, seguido por la energía, con el 27% de las adjudicaciones.

En el caso concreto del Banco Asiático de Desarrollo, las empresas españolas fueron adjudicatarias de contratos por un valor medio anual de unos nueve millones de dólares entre 1986 y la crisis financiera de 2008. Nuestras firmas consiguieron ampliar esa cantidad media anual hasta los 190 millones de dólares entre 2009 y 2017, ejercicio en el que se aprobaron unos cambios normativos que contribuyeron a elevar nuevamente la cifra hasta los 375 millones de dólares en 2018.

Evolución futura

 

El consejero de la Ofecomes en Manila espera que la cartera principal de proyectos de inversión del BAsD en los que participan nuestras compañías evolucione “con la más absoluta normalidad” en el futuro.

Si bien es cierto que se ha producido un descenso en su ritmo de aprobación y demoras en las ejecuciones en curso, Pedro Pascual considera que “los posibles retrasos no están asociados a la acción del banco, sino más bien a la normativa y regulación extraordinaria que los países donde se realizan los proyectos hayan podido desarrollar, como es el caso de la limitación de movilidad desde el extranjero”.

Desde el punto de vista del BAsD, la financiación de los proyectos aprobados y en curso está disponible y se pueden realizar los abonos correspondientes conforme se van superando los hitos del proyecto, pues los Estados no pueden utilizar esta financiación para otras necesidades.

Por todo ello, desde la Ofecomes en Manila se prevé que se produzca un reajuste en la ejecución de fondos en 2020 y 2021. Un ligero parón que podría ser aprovechado también por las empresas españolas interesadas en trabajar en este ámbito para desarrollar planes estratégicos que identifiquen sectores, países y proyectos prioritarios, así como los mejores socios para formar consorcios y para realizar acciones de promoción.

A pesar de que la región de Asia-Pacífico es una de las que mejor está capeando algunos de los efectos más perniciosos de la pandemia, las necesidades de financiación en sectores fundamentales para su desarrollo, que para el caso específico de las infraestructuras se cifraba en 2017 en unos 1,7 billones de dólares anuales (billones europeos), han aumentado debido a la redirección de esfuerzos para frenar la crisis y el BAsD seguirá manteniendo un rol activo para suplir esas necesidades.
JAVIER GARCÍA CUESTA

Documentación

 

Real-Time Evaluation: ADB's Response to the COVID-19 Pandemic
Ed. BAsD, noviembre 2020, 23 págs., en inglés

Oportunidades de negocio con el BAsD en el sector del agua, 2020-2022 
Ofecomes Manila, ed. ICEX, septiembre 2020, 32 págs. en español

Oportunidades de negocio con el BAsD en el sector de transportes, 2021-2023 
Ofecomes Manila, ed. ICEX, septiembre 2020, 35 págs. en español

Oportunidades de negocio con el BAsD en el sector de la energía, 2021-2023 

Actuaciones del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) ante la pandemia del COVID-19
Ofecomes Manila, mayo 2020, 7 págs. en español