La esforzada internacionalización de la ingeniería española

El sector exterior ha resultado clave para la supervivencia de la ingeniería en estos últimos años en los que ha arreciado la crisis. En este sentido, la profesionalidad, preparación y calidad de nuestros ingenieros y empresas han sido fundamentales para la penetración de las firmas de ingeniería españolas en los mercados internacionales.


Gracias al enorme capital humano y al alto nivel de excelencia que acumula el sector se han podido emprender en los últimos años proyectos que otrora eran impensables, como es el caso de la construcción del metro de Bogotá, puertos en Vietnam, puentes en Hong Kong, el nuevo proyecto del canal de Panamá o una refinería en Siberia.

No obstante, las empresas españolas tienen ante sí importantes retos y dificultades que frenan que nuestras ingenierías puedan explotar todo el potencial competitivo que poseen. Entre los objetivos de Tecniberia está superar todos estos factores que lastran la capacidad de las empresas españolas para hacerse con las adjudicaciones de obra en el extranjero.

“Dentro del sector ya existe un número considerable de empresas que obtienen más del 85% de su facturación del exterior”

Por un lado, existe una falta de homologación de títulos universitarios en algunos países, lo que actualmente impide que ingenieros y arquitectos españoles puedan competir en igualdad de condiciones con sus colegas de otras nacionalidades. Si bien es cierto que se ha iniciado ya un proceso ordenado de homologación de las titulaciones de Ingeniería y Arquitectura con los actuales grado y máster post-Bolonia, la no culminación de este proceso sigue suponiendo una desventaja para nuestras empresas.

Otro elemento que juega en nuestra contra se refiere a la financiación. Desde Tecniberia estamos demandando avales a la banca para concurrir a las licitaciones internacionales, una petición a la que se suma la de una mayor acción comercial de las embajadas para captar oportunidades con el tiempo suficiente como para estudiarlas y preparar ofertas. Otras trabas frecuentes con las que lidian las ingenierías españolas son exigencias de apostillado de documentos difíciles de cumplir y el bloqueo a empresas extranjeras en determinados países que solo permiten llevar a cabo obras de infraestructuras a las compañías nacionales; Colombia o Perú son países que tienen en marcha importantes planes en ese ámbito, pero las firmas españolas chocan frecuentemente con este tipo de escollos.

También con cierta regularidad se da la paradoja de que las ingenierías privadas españolas se encuentren compitiendo en el extranjero con las empresas públicas nacionales, cuando la potenciación del papel de estas compañías como tractoras e impulsoras del sector de las ingenierías permitiría una mayor eficacia para obtener dichas adjudicaciones. Con el fin de atajar estos problemas, desde Tecniberia nos venimos reuniendo con altos cargos de las Administraciones Públicas -entre los últimos, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro- para exponerles nuestras reclamaciones y avanzar en la solución de las mismas.

Pese a la creciente complejidad a la hora de competir más allá de nuestras fronteras, la vocación hacia la internacionalización de las ingenierías no se resiente. Prueba de ello es que dentro del sector más del 12% del total de empresas que lo integran tiene ya presencia internacional, aportando el sector exterior más del 85% de su facturación.

Otra muestra del creciente peso de la internacionalización se ve en las cifras de facturación del sector: de los 10.600 millones de euros en 2013, casi la cuarta parte (2.500 millones) procedió del exterior.

Es más, el alto grado de cualificación alcanzado en las ingenierías hace que nuestras compañías ya no se centren únicamente en los mercados de aquellos países menos desarrollados, sino que hayamos ampliado horizontes compitiendo y ganando proyectos en toda Europa y Norteamérica, logrando que la ingeniería española esté altamente considerada en organismos mundiales como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial.

En el exterior, las firmas de ingeniería casi siempre actúan como avanzadilla para las exportaciones españolas. Dado que las compañías de este sector suelen ser de las primeras en llegar a nuevos mercados, la consecución de forma eficiente de los proyectos en infraestructuras ha sido en muchos casos una suerte de carta de presentación ante otros países y la demostración de que, en general, las empresas españolas hacen muy bien las cosas y que los productos y servicios de nuestro país presentan unos estándares atractivos en calidad y valor añadido.
JUAN IGNACIO LEMA, PRESIDENTE DE TECNIBERIA

 

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13/02/2015