-¡Álzalo! -ordenó Gandalf-, y míralo muy de cerca.
Frodo lo alzó y miró y vio líneas finas, más finas que los más finos rasgos de pluma y que corrían a lo largo del Anillo, en el interior y el exterior: líneas de fuego, como los caracteres de una fluida escritura. Brillaban con una penetrante intensidad, pero con una luz remota, que parecía venir de unas profundidades abismales.
-No puedo leer las letras ígneas -dijo Frodo con voz trémula.
-No -dijo Gandalf -, pero yo sí; son antiguos caracteres élficos. El idioma es el de Mordor, que no pronunciaré aquí. Esto es lo que dice en la lengua común, en una traducción bastante fiel.
"Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas".