La principal economía de la región, tanto en volumen de PIB como en renta per cápita, ha disfrutado durante los últimos años de un crecimiento superior al 4,8% y ha podido cimentar una cierta estabilidad macroeconómica.
La disponibilidad de mano de obra más cualificada, la existencia de un mercado bancario relativamente sofisticado y de infraestructuras capaces de convertir a este país en el principal hub logístico y comercial de la zona explican en buena medida el crecimiento del interés inversor extranjero.
El Gobierno ha dedicado también durante los últimos años un esfuerzo especial a mejorar la capacidad de atracción de inversión extranjera directa (IED) y esta ha pasado a ocupar un lugar relevante en la agenda de la estrategia de desarrollo a corto y medio plazo.
Así, se ha optado por mejorar el entorno para las inversiones con modificaciones legales, como la producida en 2015 con la aprobación de la Ley de Empresas y la Ley Concursal, que han permitido, entre otras cosas, simplificar los procedimientos para la creación de empresas, acortar plazos y procesos relacionados con los registros o facilitar el acceso al crédito.
Todo ello se ha traducido en una mejora general de la imagen del país y de los indicadores relativos al clima para hacer negocios, como demuestra la escalada de Kenia hasta la posición 61 en el último listado del "Doing Business 2019" del Banco Mundial.
África es el continente en el que se registra un mayor dinamismo en lo que se refiere a nuevos proyectos de IED y el mercado keniano, como quinta mayor economía de la región subsahariana, es de los que más interés está despertando, lo que le permitió contar, ya en 2017, con una IED acumulada de casi 12.000 millones de dólares.
Además de captar inversión en la agricultura orientada hacia la exportación, en el sector de los hidrocarburos, con nuevos yacimientos recientemente descubiertos, o en los servicios necesarios para dar cobertura a una incipiente actividad manufacturera y a la creciente clase media empresarial, las mayores opciones de negocio se encuentran actualmente en los siguientes ámbitos:
TRANSPORTE. Kenia está inmersa en un importante proceso de transformación y expansión de su red de infraestructuras de transporte y se están renovando tanto la red de carreteras, como la de ferrocarriles de cercanías, mediante el Nariobi Metropolitan Services Improvement Project. La ampliación del puerto de Mombasa y la creación de uno nuevo en Lamu permitirán igualmente aumentar la capacidad de un país que se ha convertido en uno de los principales centros logísticos de la región.
También se prevé modernizar el aeropuerto internacional de Nairobi y las instalaciones locales asociadas a los nuevos corredores de transporte, como el del programa internacional LAPSSET o el Kenya Transport Sector Support Project.
ENERGÍA. La explotación de los recursos petrolíferos en el norte, el nuevo oleoducto, la instalación geotérmica de Menegai o la mejora de la red de transmisión y distribución se han convertido en objetivos estratégicos para el Gobierno.
El consumo energético nacional proviene principalmente de biomasa y, en menor medida, de hidrocarburos, pero este país africano dispone también de un amplio abanico de recursos renovables todavía no explotados. Estos podrían ayudar a satisfacer una demanda eléctrica que ha crecido entre el 5% y el 6% durante los últimos años.
De esta manera, el Ejecutivo espera multiplicar por cuatro la capacidad de generación eléctrica actual hasta llegar a los 9.521 megavatios en 2035 y poder así satisfacer un aumento del consumo que podría rozar los 38.742 Gwh en ese año.
Si bien anteriormente los proyectos de productores independientes de energía contaban con tarifas pactadas y condiciones que no eran especialmente competitivas, las iniciativas actuales deben ser publicadas mediante licitaciones públicas internacionales que aseguran una mejora de los términos y del resultado final.
SECTOR DEL AGUA. La construcción de presas, de sistemas de irrigación y de plantas de tratamiento de aguas, así como los planes en ejecución para la mejora de la red de distribución de aguas, están generando nuevas opciones de inversión y también comerciales para las firmas especializadas.
Toda esta actividad inversora se ve apoyada por la financiación local, comercial, multilateral y bilateral, esta última fundamentalmente de Francia, Alemania y Japón.
Además, China sigue ganando importancia como fuente de financiación y de inversiones en proyectos en la región y en Kenia, normalmente ligados a la participación de sus empresas y enmarcados dentro de su gran estrategia global conocida como la Franja y la Ruta (ver nuestro artículo de julio de 2018).
Existe igualmente una creciente tendencia hacia la utilización del régimen de asociaciones público-privadas (PPP) para llevar a cabo las nuevas inversiones.
En este sentido, el aumento de la deuda pública y un menor margen fiscal han motivado que el Gobierno haya venido impulsando cada vez más la integración de soluciones con ese esquema PPP o con financiación de organismos multilaterales como el Banco Mundial o el Banco Africano de Desarrollo, en detrimento de otros mecanismos que implicaban un mayor endeudamiento del sector público.
El Ejecutivo aprobó en 2013 una cartera con 47 proyectos para realizar bajo el sistema PPP y, desde entonces, varias iniciativas más se han ido sumando. A finales de 2018, la lista de proyectos en curso de este tipo llegaba hasta las 76 unidades y reflejaba las prioridades sectoriales de la Administración, al centrarse en el transporte, la electricidad, el agua y el saneamiento.
Entre estos proyectos, destacan especialmente la conversión en autopista de peaje de la carretera entre Nairobi y Mombasa y entre Nairobi y Mau Summit, la construcción del segundo puente de Nyali y la construcción de un acceso al sur de Mombasa. También son especialmente reseñables la mejora del acceso a la zona continental norte desde Mombasa y el desarrollo de 10 nuevas plantas de generación de energía, dos de ellas térmicas de carbón, otra más de gas natural licuado, cuatro solares y cinco geotérmicas.
Estos incentivos se plasman fundamentalmente en exenciones de impuestos de la renta y del IVA sobre los bienes de equipo y maquinaria que se utilizarán en el proyecto específico de inversión, mientras que el resto implican la concesión de ciertas deducciones de gastos y subsidios.
Otros instrumentos principales de fomento de la inversión los encontramos en las figuras de las Zonas de Elaboración para la Exportación (EPZ, por sus siglas en inglés) y en las nuevas Zonas Económicas Especiales (SEZ). Ambas ofrecen numerosas ventajas fiscales y están orientadas principalmente hacia la exportación, pero las últimas son más atractivas al capital internacional al estar menos limitadas en cuanto a sectores, por lo que se espera que vayan absorbiendo progresivamente las nuevas inversiones.
De acuerdo con los datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Comercio, la actividad inversora española en Kenia es muy reducida. Esta alcanzó los 1,5 millones de euros en 2015 y apenas ha registrado movimientos durante los siguientes ejercicios, lo cual coloca a nuestro país muy lejos de los mayores países inversores, encabezados tradicionalmente por países europeos, como el Reino Unido o los Países Bajos, y donde China va adquiriendo cada vez más protagonismo. Por otra parte, la IED española acumulada hasta 2016 se situaba en unos 6 millones de euros.
No obstante, el interés de nuestras firmas está creciendo, animado por el proceso de transformación que está experimentando el país. De este modo, varias empresas, como Alten Energía, Amadeus, Grupo Torrent, que cuenta con una planta de producción de cierres en la capital, Acciona, y Naturgy, que es propietaria de dos plantas de generación por diésel, ya han tomado posiciones inversoras en este mercado.
En cuanto a los convenios bilaterales existentes, no existe uno sobre doble imposición entre España y Kenia, pero en 2009 se rubricó un Acuerdo Bilateral de Cooperación Financiera, dotado con 150 millones de euros y con renovación anual automática, destinado a financiar proyectos realizados por empresas españolas en sectores como las comunicaciones, las tecnologías de la información o el transporte.
Informe Económico y Comercial. Kenia
Ed. Ofecomes Nairobi, junio 2019, 61 págs., en español
Guía país. Kenia
Ed. Ofecomes Nairobi, febrero 2019, 57 págs., en español
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