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Desde 2015, la economía omaní sufre fuertes desequilibrios, como son los déficits gemelos: el fiscal y el de balanza por cuenta corriente, insostenibles a largo plazo. Esta situación se ha visto aún más agravada desde marzo de 2020, cuando el país sufrió un doble ‘shock’ debido al desplome de los precios del petróleo y al impacto de las medidas adoptadas para combatir la pandemia del coronavirus (covid-19).
El Gobierno del Sultanato de Omán ha anunciado un paquete de iniciativas con el fin de fomentar la creación de empleo local. Siguiendo esta línea, el Ministerio de Trabajo afirma que se crearán 32 000 puestos de empleo para nacionales durante 2021.
Los promotores del primer Proyecto Independiente de Agua (IWP, por sus siglas en inglés) en la provincia de Dhofar, se preparan para poner el plan de desalinización en pleno funcionamiento comercial, una inversión de 131 millones de euros apoyará las crecientes necesidades de agua potable de la ciudad de Salalah y sus alrededores.
El Presupuesto General del Estado para el año fiscal 2021 se ha preparado en línea con la Visión de Omán para 2040 y el Décimo Plan Quinquenal (2021-2025). Además, con el respaldo del Sultán Haitham bin Tarik, las medidas destinadas a aumentar los ingresos no petroleros y reducir el gasto de las instituciones gubernamentales contribuirán a la sostenibilidad fiscal.