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Según informa Wohninsider, el sector sorteó la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 y creció, pese a los cierres del comercio. Debido a las restricciones, se ha producido el llamado efecto “cocooning”, que ha generado el crecimiento de la demanda de equipamiento para el hogar. Concretamente, el gasto en el sector del mueble ya asciende a 825,1 euros por habitante, un 3,9 % más que el año anterior.
Los austriacos invirtieron en particular en muebles para el hogar. El gasto en muebles de cocina y dormitorios, así como en muebles tapizados, aumentó alrededor de un 15 %. También se registró un crecimiento del 10 % en artículos de decoración, cortinas y alfombras.
En lo que respecta a otros artículos para el hogar, como vajillas, ollas y utensilios, el crecimiento fue menor, y se situó en el 1,5 % en 2021.
Destaca el comercio electrónico de muebles, que representa ya el 19 % de todas las ventas que se realizan en el país, impulsado por los grandes distribuidores XXXLutz e IKEA, y sin perder de vista a Amazon y Unito, que también crecen. Asimismo, entre los tres líderes del mercado (XXXLutz, IKEA y Kika/Leiner) siguen cubriendo alrededor del 65,0 % de las ventas en el comercio minorista de muebles de Austria.
Finalmente, a pesar de las perspectivas positivas, la situación económica general podría cambiar rápidamente y evolucionar negativamente debido a una situación incierta, con alzas de precios y problemas en las cadenas de suministros, que podrían ralentizar el crecimiento y el consumo privado.
