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Global Metwire Injection prevé elevar su negocio este año un 40% y abrirá fábrica en Brasil en 2024

05/10/2023 | El Diario Montañés

La fábrica de Reinosa, especializada en encapsulados para acerías y fundiciones, pone en marcha una segunda línea productiva

Global Metwire Injection (GMI), la fábrica de Reinosa especializada en encapsulado de acero para fundiciones y acerías, ha multiplicado varias veces su facturación inicial de siete millones de euros lograda en 2010.

La empresa prevé cerrar 2023 con unos ingresos de 55 millones de euros, frente a los 38 millones de euros con los que acabó el ejercicio previo. Con la nueva línea de producción ya a punto de arrancar, tiene la mirada puesta en seguir creciendo y acercarse aún más a sus clientes internacionales. Por ello, tiene prevista la puesta en marcha de diversas fábricas que repliquen el modelo y funcionamiento de la situada en Reinosa. La primera de ellas abrirá en Brasil en el primer trimestre de 2024, con una inversión de seis millones de euros y cerca de veinte empleados y unas obras ya en marcha.

El origen de la compañía actual se remonta a 2010, cuando José Luis Carmona compra Metalslag, la filial que la empresa vasca Ilarduya tenía en la capital campurriana.

Ya en aquel entonces la organización disfrutaba de una capacidad técnica que empezaba a suponer una ventaja en el mercado, pero la progresión ha sido exponencial, sobre todo en la precisión a la hora de combinar materiales.

Ese crecimiento se sustenta en la apertura y consolidación de mercados internacionales, con un foco especial en Oriente Medio. De momento, la firma tiene una comercial en Turquía, donde hay muchas posibilidades en el área del trading.

GMI vende en cincuenta países para 150 clientes distintos en todo el mundo. Luís Angel Díez, director de planta, destaca su alianza con todo el sector de fabricantes de aceros especiales. La planta de Reinosa tiene veintiún trabajadores, más otros cinco colaboradores.

Respecto a la nueva línea de producción, la capacidad actual llega a las 7.000 toneladas anuales. La inversión de 500.000 euros facilitará doblar esa cifra. Se pasará de los tres turnos actuales a dos, para "optimizar" otra inversión, la de los paneles solares instalados en el complejo campurriano. "En todo caso, siempre tendríamos la opción de ampliar a tres turnos en las dos líneas".

Lejos de ser una firma electrointensiva, pues su producción se hace en frío, las inversiones energéticas han permitido rebajar la factura un 50%. En paralelo, está prevista la llegada de un robot que automatice la elaboración de palés metálicos para trasladar las bobinas.