Galicia

Nodosa acaba de dar un paso más en su proceso de consolidación internacional con la firma de un contrato con Talley's Limited, una prestigiosa armadora de Nueva Zelanda, mediante el cual construirá un pesquero de última generación, el Voyager, que será, además, el primer buque que realiza la compañía gallega para una empresa del país austral.

El barco, con 79 metros de eslora por 15,50 metros de manga, será el más grande de la flota de la compañía armadora y se destinará principalmente a la pesca y procesado de diferentes tipos de especies en el caladero de Nueva Zelanda, según la información publicada por el diario La Voz de Galicia.

El diseño del arrastrero, cuya entrega está prevista para el 2026, ha sido llevado a cabo en los últimos meses por Nodosa en colaboración directa con el equipo técnico de Talley's Limited. Con este buque comienza el proceso de renovación y modernización de la flota pesquera de la armadora neozelandesa.

Desde el astillero gallego se especifica que, siguiendo la exigencia y filosofía del armador, así como todas las tendencias actuales en buques de pesca, el barco hará alarde de eficiencia energética y sostenibilidad, respeto por el medio ambiente, seguridad y confort para la tripulación, y calidad de sus productos desde la captura hasta su venta final.

Entre otras especificaciones técnicas del nuevo arrastrero, destaca el empleo de la corriente inversa generada durante el largado, la reducción del consumo necesario para la generación de energía y la ayuda a la propulsión, la apuesta por un régimen combinado en el motor principal para ahondar en el ahorro de combustible, el control de emisiones de óxidos de nitrógeno, NOx, con depurador de gases y catalizador selectivo o la posibilidad de realizar el completo procesado de la captura.

Este buque será la construcción trescientos siete de Nodosa y supondrá un paso más en su proceso de internacionalización y consolidación como constructor mundial de barcos pesqueros del más alto nivel. Precisamente, la elección del astillero gallego por parte del armador neozelandés está basada en la altísima calidad de los buques que construye, así como en su capacidad de personalización.