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Australia apuesta por la implantación del Internet of Things (IoT) para optimizar la gestión de su red de agua

30/03/2023

Acuñadas como Internet of Water o IoW, las soluciones inteligentes mediante la aplicación del Internet of Things (IoT) en el sector del agua están ganando terreno y transformando la forma en que las empresas de servicios públicos gestionan y prestan servicios a sus comunidades aprovechando, además, estas tecnologías para ofrecer un servicio cada vez más personalizado a sus usuarios finales.

 

Sydney Water, la mayor empresa pública de suministro de agua de Australia, está llevando a cabo un despliegue a gran escala de IoT. La empresa destinará 15 millones de dólares (alrededor de 9,5 millones de euros) a la instalación de más de 26.000 dispositivos de detección de obstrucciones en 4.600 km de infraestructura de aguas residuales antes de junio de 2024.

En los últimos 18 meses se han instalado casi 9.000 dispositivos que han contribuido a identificar y eliminar unos 400 atascos en lugares de alto riesgo medioambiental y han supuesto un ahorro de cerca de 400.000 dólares (255.000 euros) al mes. Se trata de un sistema de “early warning” que permite evitar vertidos que podrían suponer un riesgo para la salud pública y acarrear elevados costes de limpieza y menoscabar la reputación de la entidad.

Los sistemas de gestión del agua conectados al Internet of Things (IoT) tienen, adicionalmente, la ventaja inherente del análisis de datos. Mediante la implantación de contadores inteligentes en los hogares de los usuarios finales, las empresas de servicios públicos pueden controlar el consumo de agua, predecir futuros retos y soluciones y comunicarse de forma proactiva con sus clientes a través de datos en tiempo real. Estos sistemas aportan transparencia, una mejora en el control de la cadena de suministro, reduce costes y proporciona información fiable sobre el uso del agua a sus comunidades.

El aumento de los contadores inteligentes en Australia permite, finalmente, emitir facturas más ajustadas al consumo real, reducir el impacto ambiental local y garantizar que los clientes ahorren en servicios de agua y energía.

En conclusión, el Internet of Water ofrece a las entidades gestoras de servicios públicos un potente conjunto de herramientas que favorecen la optimización del uso de los recursos hídricos, ayudan a reducir el desperdicio y el impacto medioambiental y contribuyen a crear sistemas de gestión del agua más eficientes colaborando, de este modo, en la consecución de un futuro más sostenible en una economía circular.