País

Australia

Australia impulsa soluciones tecnológicas inteligentes para abordar los desafíos relacionados con la gestión del agua

30/03/2025 | Oficina Económica y Comercial de España en Sídney

Australia, el continente habitado más seco del mundo, se enfrenta a diversos retos en materia de seguridad hídrica para garantizar la disponibilidad presente y futura del agua. El país registra uno de los consumos de agua per cápita más altos a nivel global, y sectores clave como la agricultura, la industria y los centros de datos dependen en gran medida de este recurso.

Según datos recogidos por National Geographic, se espera que la demanda de agua en las grandes ciudades aumente un 73 % en los próximos 30 años, impulsada por el crecimiento poblacional y económico. Esta situación ha motivado la adopción de soluciones tecnológicas orientadas a mejorar la eficiencia en el uso de agua, reducir pérdidas y optimizar la toma de decisiones.

Principales desafíos relacionados con el agua en Australia

Uno de los principales desafíos es la variabilidad climática, pues el país sufre de fuertes periodos de sequía —a finales de 2019 resultaron en incendios forestales que quemaron 19 millones de hectáreas— que se alternan con lluvias torrenciales e inundaciones. La imprevisibilidad de los patrones de lluvia exige una gestión eficiente de los recursos disponibles.

Otro reto es el crecimiento demográfico, pues la Oficina de Estadística de Australia (Australian Bureau of Statistics o ABS) prevé que la población del país supere los 30 millones de personas en 2030. La mayor parte de esta población seguirá concentrándose en áreas urbanas, lo que incrementará la presión sobre las infraestructuras hídricas.

Estas infraestructuras hídricas —tuberías, embalses, plantas de tratamiento, redes de distribución, estaciones de bombeo, etc.— presentan, en muchos casos, un alto grado de envejecimiento o se encuentran al final de su vida útil. Esto afecta al rendimiento de las redes de distribución, al producirse fugas de agua y averías frecuentes.

Asimismo, el equilibrio entre el consumo humano y la sostenibilidad ambiental representa un desafío adicional. Sobre todo, por lo que respecta a la preservación de los ecosistemas fluviales y acuíferos para evitar la degradación ecológica y no poner en riesgo la biodiversidad.

Soluciones innovadoras para hacer frente a los desafíos

En respuesta a estos desafíos, tanto administraciones públicas como empresas están incorporando tecnologías avanzadas de medición, análisis y detección. Los contadores inteligentes (smart meters) y las herramientas de análisis predictivo permiten tener datos en tiempo real sobre el consumo, detectar fugas, prever la demanda y optimizar la distribución del agua, lo que posibilita tomar decisiones de manera informada y proactiva.

Asimismo, están ganando relevancia las soluciones basadas en digital twins y sensores de monitorización, especialmente para la detección temprana, así como nuevas tecnologías para el tratamiento eficiente de aguas residuales. Entre ellas, destacan los reactores de biopelícula aireada por membranas (MABR), que permiten reducir el consumo energético, y las plantas de tratamiento autónomas.

El futuro de la seguridad hídrica y oportunidades tecnológicas

Este contexto abre oportunidades para empresas internacionales especializadas en soluciones hídricas avanzadas. La experiencia tecnológica de empresas españolas en áreas como la digitalización de redes, la eficiencia en el tratamiento de aguas o la monitorización de infraestructuras puede ser especialmente relevante en un mercado como el australiano, que apuesta por la innovación en su transición hacia un modelo hídrico más resiliente y sostenible.