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Iniciativas de reciclaje y sostenibilidad en Nigeria para envases


Matthieu Seguin, director de Coca-Cola en Nigeria, ha prometido para 2030 recoger y reciclar el 100 % de los materiales que componen el envase de sus productos. Esto, unido al sistema de bancos de reciclaje de Abuja y Lagos, que permiten pagar a los ciudadanos a cambio de botellas de plástico, son los primeros pasos para concienciar a la población. Seguin también es el director de la Alianza de Reciclaje de Bebidas (FBRA, por sus siglas en inglés) que ha establecido un modelo de cumplimiento para países de la OCDE.

El establecimiento de la Responsabilidad Extendida del Productor (EPR) es pionero en Nigeria y busca fomentar una economía de reciclaje y sostenibilidad alrededor del ciudadano, estimulando el empleo y la innovación.

Los proveedores de envasado de plástico se centran cada vez más en soluciones sostenibles y trabajan para cambiar la percepción negativa del público. En este sentido, Resource informa sobre el último proyecto de las empresas nigerianas Omnik y RecyclePoints, que consiste en recoger 300 millones de sobres plastificados de agua (recordemos que no hay canales de agua potable y esta es la principal fuente de distribución en las grandes ciudades) de los vertederos. En Nigeria, como en muchos países en vías de desarrollo, existe un sistema informal de tratamiento de residuos que involucra al ciudadano para recoger botellas de plástico a cambio de dinero, como se ha indicado. El problema surge cuando estos recolectores de residuos son pagados al peso, lo que incentiva una recogida del plástico rígido, como son las botellas, y deja sin recoger los sobres de agua.

En los últimos años, se han realizado esfuerzos para promover envases de plástico más sostenibles. Esto incluye soluciones que utilizan un mayor porcentaje de materiales reciclados o la optimización del diseño del envase para facilitar su reciclado. Alkesh Thavrani, director de Omnik, advierte que “el plástico es una solución a un problema que ya existía. En vez de convertirlo en otro problema, tenemos que encontrar formas de asegurar que sirve para su propósito como el modo de envase más barato e higiénico posible”.

En general, el problema no depende tanto del material utilizado o de la cantidad que usamos, sino de cómo lo integramos de nuevo en el ciclo de producción. La colaboración entre las marcas, las empresas de reciclaje y las instituciones públicas es fundamental para acelerar el progreso hacia soluciones de envasado más sostenibles. Mazi Ukonu, de RecyclePoints, añade que “la economía circular solo prosperará si todos los actores en las distintas etapas de la cadena de gestión de residuos establecen actividades viables, especialmente para los recolectores de residuos”.

Por otro lado, el papel es más biodegradable que el plástico y se recicla muy fácilmente. Pero a menudo acaba en los vertederos, donde su tasa de degradación es más lenta y ocupa más espacio que el mismo peso de plástico. Además, los envases flexibles de papel suelen estar laminados con plástico o aluminio o recubiertos de resina, por lo que no son reciclables.

Las propiedades del plástico hacen que los envases sean ideales para contener y proteger eficazmente los productos durante el envío y la entrega a los clientes. Sin embargo, está hecho de un recurso no renovable, a diferencia del papel. Este último, es relativamente fácil de reciclar, ya que se puede volver a pulir. Esto significa que no depende de reacciones químicas y es menos sensible a la contaminación. Por ello, el uso del papel como material para los envases tiene algunas ventajas medioambientales si bien aumenta el desperdicio de alimentos y compromete otras propiedades esenciales del producto.

Esto ha llevado a algunas marcas a sustituir los envases de plástico por los de papel. Es el caso de Nestlé Nigeria, ha anunciado que su marca Smarties es ahora envasado con papel reciclable, según publica Nigeria Industrial Digest.

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