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El futuro del hidrógeno verde en Nueva Zelanda

13/07/2020 Stuff

El anuncio a principio de julio del cierre de la fundidora de aluminio Tiwai Point, que tendrá lugar en agosto de 2021, presenta un grave riesgo para la economía neozelandesa, especialmente en la Isla Sur, ya que emplea a 1000 personas de forma directa (y 1600 de forma indirecta) y aporta unos 400 millones NZD anuales a la economía local. No obstante, también puede ser una oportunidad para desarrollar una de las industrias con mayor potencial de crecimiento en Nueva Zelanda: la producción de hidrógeno verde.

La ministra de energía y recursos, Megan Woods, ha desvelado el interés de varias partes por usar el emplazamiento de la fundidora de aluminio Tiwai Point para desarrollar plantas de producción de hidrógeno verde, por su perfecta localización, al disponer tanto de los accesos para agua y electricidad (Tiwai Point consume el 13% de la electricidad del país), el terreno para ubicar los electrolizadores, así como las infraestructuras de acceso portuario para poder exportarlo posteriormente.


Como parte del objetivo neozelandés de descarbonización del país en 2050, la producción de hidrógeno verde se presenta como una alternativa viable y limpia a los combustibles fósiles, ya que puede proveer energía a todos los sectores de la economía. De hecho, el Gobierno publicó el año pasado un informe de consulta sobre el potencial uso y desarrollo del hidrógeno verde, especialmente en el transporte pesado, así como en algunos ámbitos industriales que dependen de energías fósiles y que serían difíciles de electrificar.


Además de no emitir gases nocivos, el hidrógeno verde se puede almacenar (tanto de manera líquida como gaseosa), transportar y exportar. Además, sería generado a través de energías renovables, en las que Nueva Zelanda tiene un gran potencial para incrementar la producción, gracias a sus recursos naturales (hídricos y geotermales) y su elevado número de potenciales emplazamientos para parques eólicos.


Actualmente, el Gobierno neozelandés está desarrollando un estudio de las medidas a tomar para potenciar el desarrollo de la industria del hidrógeno verde, aunque dentro del sector privado ya se están llevando a cabo algunos proyectos, como el desarrollado por el fondo Obayashi/Tauropaki para instalar un electrolizador piloto en Taupo, el proyecto de producción de hidrógeno Ballance/Hirigna en New Plymouth, así como un proyecto en los puertos de Auckland para el uso de este gas en estas instalaciones.