Catar

Sin perjuicio del desafío latente para el país como consecuencia de la pandemia provocada por el covid-19, la normalización de las relaciones entre Catar y los países árabes vecinos, tal y como señalaba la BBC, tras tres años y medios de disputas diplomáticas, ha supuesto una bocanada de aire fresco para la economía catarí y su sociedad. Esto se produce en un momento clave para el país que afronta una nueva década de oportunidades en el sector de proyectos.

Tal y como se desprende de la información publicada en MEED, y analizando la década pasada, la inversión catarí estuvo centrada en el desarrollo de la infraestructura necesaria para la celebración de la Copa Mundial de Futbol FIFA 2022: focalizada en estadios, aeropuertos, líneas de metro, hoteles e instalaciones de ocio.

Bajo la sombra de este evento deportivo, se han adjudicado proyectos por más de 13 600 millones de dólares (11 363 millones de euros) al año, con máximos en 2014 y 2015, años en los que el monto total de contratos adjudicados ascendió a 20 900 millones y 17 400 millones de dólares, respectivamente.

Una vez superado el evento deportivo, se proyectan nuevos proyectos en el país. Así, el megaproyecto de expansión de North Field se postula como parte del nuevo foco de atención para la inversión y el desarrollo catarí.

En febrero de 2021, Qatargas adjudicó un contrato por 13 000 millones de dólares al consorcio formado por Chiyoda Corporation (Japón) y Technip Energies (Francia) para el desarrollo de la parte principal de la fase I de este megaproyecto. Este supone el mayor contrato EPC jamás adjudicado en la región, una continuación de lo sucedido a principio de la primera década de 2000 cuando se llevaron a inversiones para el desarrollo de instalaciones de gas natural licuado, convirtiendo a Qatar el mayor exportador de gas del mundo.

Así pues, el desarrollo del sector de proyectos en la década actual se prevé, por tanto, muy similar al boom de la primera década de siglo, aunque no solo debido al desarrollo de infraestructura de gas natural licuado.

A finales de 2020 Doha fue seleccionada para ser sede de los Juegos Asiáticos en 2030. La capital de Catar ya fue sede de este evento en 2006, y numerosas inversiones fueron realizadas en los años previos en infraestructura deportiva y en el área de la hostelería.

Este desarrollo en el ámbito deportivo guarda relación con la estrategia de turismo que se está implementando en el país y que, a partir de la celebración de la Copa del Mundo, hará de Doha un destino de turismo basado en los deportes, los negocios y el esparcimiento.

Además, en esta ocasión, los proyectos estarán particularmente alienados con la Qatar National Vison 2030, proyecto estratégico nacional público que tiene entre sus objetivos la transición energética, la diversificación de la economía y la atracción de nuevas inversiones.

Este plan hace también un importante hincapié en la inversión en investigación y desarrollo, en vistas de fomentar una economía basada en el conocimiento.
Asimismo, se están realizando importantes esfuerzos para fomentar la inversión mediante acuerdos públicos-privados (PPP por sus siglas en inglés), como se plasma en la nueva ley reguladora de esta materia (Law No. 12)

Todo esto, sin dejar de tener en cuenta las reformas progresivas en el mercado laboral y para la protección de sus trabajadores, condición necesaria para el futuro desarrollo de la economía.