Por parte de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), informa The Business Times, han asistido a la cumbre Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, habiendo sido Myanmar excluido tras el golpe de estado en el país del año pasado.
En su apertura, Estados Unidos ha asegurado a los líderes del ASEAN su presencia en la región durante generaciones y que comparte la necesidad de mantener la libertad marítima con los miembros del ASEAN ante los anhelos territoriales de China en el Mar del Sur de China.
Para ello, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido 150 millones de dólares (139 millones de euros, aproximadamente) para la mejora de infraestructuras, seguridad y fondos para la preparación ante pandemias junto con otros proyectos en la región. Entre estos nuevos compromisos se incluye el despliegue de un navío de la Guardia Costera de EE. UU., la iniciativa de infraestructuras Build Back Better World, un nuevo marco económico para la región Indo-Pacifico (IPEF) y nuevas ayudas para la pandemia, incluyendo 115 millones de vacunas.
Sin embargo, la inversión estadounidense en valor se sitúa sobre los 150 millones frente a los 1500 millones de dólares en apoyo que China se ha comprometido en otorgar en tres años para la lucha contra el COVID-19 y la recuperación económica. Algunos de los miembros del ASEAN han mostrado recelo ante la falta de implicación americana en la región en comparación, destacando la dependencia económica predominante de sus países con el gigante asiático.
Solamente dos de los diez miembros del ASEAN, Singapur y Filipinas, se espera que estén en la mesa negociadora para el nuevo marco económico de la región, que no garantizará el acceso que los países miembros desean al mercado laboral estadounidense.