Dinamarca: sofisticación nórdica

15/01/2018

 

Sectores vanguardistas, ejemplaridad burocrática y un óptimo clima de negocios compensan la escasez de incentivos como imán para la inversión en este país nórdico.

Coronado por el éxito de su modelo económico y social, el país se asienta en un crecimiento sostenido ligeramente por debajo del 2%, un déficit moderado y un nivel de deuda pública muy inferior al promedio de la Unión Europea. 

 

Sobre esas bases tan saneadas, Dinamarca es un destino con elevadas garantías para la inversión extranjera directa (IED). De esta forma, alcanzó unos 5.400 millones de euros de inversión neta en 2014, llegando a los 6.080 millones en 2016.

Los principales destinos de los flujos de capital foráneo son el sector industrial, el inmobiliario, el del comercio y el del transporte. Entre los primeros emisores sobresalen el Reino Unido y Estados Unidos, seguidos de sus vecinos escandinavos.

 

 

Pocas ayudas

 

El inversor debe tener en cuenta que este mercado no busca atraer las operaciones mediante una amplia gama de incentivos fiscales extraordinarios. Dinamarca carece de un sistema de subvenciones gestionadas a nivel estatal o local para el establecimiento de empresas extranjeras. Las únicas bonificaciones que existen son todas aquellas aplicables en toda la UE. 

Los principales reclamos que ofrece el país a la IED son el carácter avanzado su actividad económica, la certidumbre jurídica, la reducida corrupción, el excelente clima empresarial, la no discriminación respecto a los inversores nacionales, la sencillez de los trámites burocráticos y la alta cualificación de su mano de obra. A su vez, el régimen legal de las inversiones se adhiere plenamente a la libre circulación de capitales consagrada en los tratados europeos.

El Impuesto de Sociedades está fijado en una tasa comparablemente competitiva del 22%. No obstante, Dinamarca posee uno de los sistemas de mayor presión fiscal del mundo, con una ratio de ingresos por tributos sobre el nivel del PIB cercano al 45,9%.

El principal incentivo se centra precisamente en minoraciones del Impuesto sobre la Renta que soporta el personal desplazado desde el extranjero. Quienes se acojan a este mecanismo solo tienen que satisfacer el 26% de las remuneraciones brutas por un período máximo de 84 meses, a condición de desistir de cuantas otras desgravaciones pudieran corresponderles.

Los incentivos sectoriales se limitan a ciertos espacios altamente especializados, como Medicon Valley, uno de los principales polos europeos del sector de la medicina avanzada. Las empresas que se establezcan en esa región pueden obtener préstamos para apuntalar las fases iniciales de proyectos de biofarmacia, biotecnología o desarrollo de equipamiento médico.

 

Facilidad para echar raíces

 

Frente a la escasez general de incentivos y la fuerte presión tributaria, la agencia estatal de inversiones Invest in Denmark señala otros aspectos adicionales a los ya mencionados y que favorecen al inversor. Entre ellos figuran la alta transparencia, un mercado laboral muy flexible y un fácil proceso de establecimiento. 

Prueba de ese buen quehacer es la tercera posición de Dinamarca en el Índice de Facilidad para Hacer Negocios del Banco Mundial. El país ostenta el primer puesto en comercio transfronterizo y ocupa posiciones sobresalientes en lo referido a la gestión de permisos de construcción, la resolución de insolvencias y el pago de impuestos.

En cuanto a las formas de establecimiento, una fórmula habitual es el llamado anpartsselskab -similar a la sociedad de responsabilidad limitada-, para el que se exige un capital mínimo de 50.000 coronas -unos 6.700 euros-. Otra modalidad común es el aktieselskab, equivalente a la sociedad anónima, que requiere un punto de partida de 500.000 coronas -unos 60.700 euros-.

 

Inversión aún insuficiente

 

Más allá de las estrechas relaciones que unen a España y Dinamarca en el marco de su común pertenencia a la Unión Europea, desde el 1 de enero de 2009 no existe un Convenio para evitar la Doble Imposición Internacional entre ambos reinos, ya que el acuerdo anterior -suscrito en 1972- y su protocolo modificativo fueron objeto de una denuncia por parte de Dinamarca en 2008. 

La IED española en el país ha estado en los últimos años ligeramente por encima de los 40 millones de euros, concentrados sobre todo en actividades industriales y servicios financieros. El flujo acumulado desde 1993 hasta septiembre de 2017 asciende a 1.683 millones brutos.

Son datos mejorables que no acaban de reflejar el potencial colaborativo de ambas economías. Según la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Copenhague, existen diversos sectores en los que la presencia inversora de nuestro país podría fortalecerse significativamente. 

 

Interesantes vías de acceso

 

La industria más prometedora es la de las ciencias de la salud y la biotecnología, gracias al incomparable dinamismo del ya mencionado Medicon Valley y a las ventajas que ofrece a las empresas que se radiquen en él, así como a la tradición de cooperación investigadora entre ambos países. 

 

Las autoridades danesas se disponen a acometer importantes obras públicas de infraestructuras, lo que siempre supone una oportunidad para las empresas españolas, gracias a su dilatada experiencia. Los principales proyectos que se llevarán a cabo se centran en la renovación de la red hospitalaria y de transporte.

La industria agroalimentaria avanzada, y más concretamente la que se vale de aplicaciones biotecnológicas, ofrece también una interesante puerta de acceso a un país donde esta disciplina cuenta con un desarrollo formidable y un gran entramado de clusters, centros de investigación, convenios con universidades y parques empresariales.

Otro de los puntos fuertes de la inversión española, las energías renovables, puede encontrar un campo fértil. El país se ha fijado el objetivo de prescindir de las fuentes fósiles en 2050, y para ello necesita potenciar especialmente los recursos eólicos.

Por su parte, las tecnologías de la información y comunicación tienen en Dinamarca a uno de sus principales mercados mundiales de pruebas, además de una infraestructura de primer nivel, personal altamente cualificado, investigación puntera y un marco regulador favorable.

Otro campo interesante es el del transporte marítimo, en el que el país ostenta una posición de liderazgo internacional, así como la industria logística aplicada al comercio electrónico.
PABLO DÍEZ

 

Documentación

 

Guía País. Dinamarca
Ed. Ofecomes Copenhague, diciembre 2017, 43 págs., en español 

Informe Económico y Comercial. Dinamarca
Ed. Ofecomes Copenhague, diciembre 2017, 30 págs., en español

Country Report. Denmark 
Ed. The Economist Intelligence Unit (EIU), noviembre 2017, 32 págs., en inglés

 

Simulador de costes de establecimiento ICEX: Dinamarca

 

A continuación presentamos un extracto de la información que ofrece la herramienta “Simulador de Costes de Establecimiento” del ICEX. Si quiere consultar con detalle los costes de constitución de una sociedad, inmobiliarios, laborales, fiscales, de suministros o el coste de vida para expatriados en más de 100 mercados, pinche aquí. También puede realizar simulaciones de la implantación de su empresa en un mercado, obteniendo el resultado en ese país y en otros comparables.