Finlandia

Un ejemplo, publica Invest in Estonia, es la start-up estonia Reverse Resources (RR), que ofrece una solución innovadora para la gestión de los residuos de la industria textil: conectar las fábricas textiles con las plantas de reciclaje mediante un mercado en línea para fomentar el reciclaje industrial. De este modo, abre nuevas oportunidades de negocio, al mismo tiempo que fomenta una gestión sostenible de los residuos textiles.

Como ganadora del premio Global Change Award por la H&M Conscious Foundation, la compañía ha estado funcionando con subvenciones y, en la actualidad, se encuentra cerrando su primera ronda de financiación con inversores.

Con presencia en Bangladesh, India, Indonesia y China, RR utiliza una tecnología de seguimiento y comercialización de la cadena de suministro para conectar a los fabricantes de textiles y prendas de vestir, los manipuladores de residuos, recicladores y los diseñadores de ciclos de recuperación para facilitar el manejo y uso de residuos circulares para todas las partes interesadas que estén involucradas. Además, permite supervisar todo el proceso, desde el rastreo de desechos hasta la entrega de estos.

Se trata de una solución que fomenta el reciclaje dentro de la industria y que puede ser fundamental para entender las necesidades y los cambios necesarios a llevar a cabo a corto y medio plazo en la misma.

Según señala Ann Runnel, fundadora y directora ejecutiva de RR, a Invest in Estonia, en RR hacen coincidir la oferta y la demanda, rompiendo las barreras del mercado y acortando las cadenas de suministro. De este modo, ayudan a reducir el coste del reciclaje de tejidos y apoyan la ampliación de la economía circular.

El objetivo de RR a medio plazo es lograr la circularidad total en la industria textil para 2030. Con una extensa red de gestión de residuos textiles que ya cuenta con 40 recicladores, siete manipuladores de residuos y 945 fabricantes como parte de su plataforma de seguimiento y comercialización, la visión 2030 ya se está convirtiendo en una realidad.

Si bien Estonia está por debajo del rendimiento de la UE en eco innovación, existe una voluntad política y económica fuerte y coherente para fomentar la economía circular. Esta ha ganado cada vez más atención, también a través del desarrollo en tres etapas del Plan de acción nacional de economía circular.

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