País

Sudáfrica

El mercado de servicios de seguridad en Sudáfrica 2023

Título: El mercado de servicios de seguridad en Sudáfrica 2023

Autor: Díaz Urrutia, María. Oficina Económica y Comercial de España en Johannesburgo

Idioma/s: español

Páginas: 27

Año edición: 2023

Editor: ICEX España Exportación e Inversiones

Resumen: El sector de seguridad en Sudáfrica enfrenta una realidad desafiante, ubicándose entre las naciones más peligrosas del mundo. Con un índice de criminalidad del 76,89 %, según el World Population Review de 2023, Sudáfrica se sitúa en la tercera posición global, superada únicamente por Papua Nueva Guinea y Venezuela. Este índice, calculado dividiendo el número total de delitos denunciados entre la población total y multiplicándolo por 100,000 habitantes, revela una problemática que ha ido en aumento, con un incremento del 13,4 % en el índice de criminalidad entre 2021 y 2022. Las estadísticas del Servicio Policial de Sudáfrica (SAPS) para el primer trimestre de 2023 indican un preocupante aumento del 4% en los crímenes con violencia en comparación con el mismo periodo del año anterior. Asesinatos, agresiones graves y robos con agravantes son cifras alarmantes, con la comisaría central de Ciudad del Cabo liderando en delitos graves registrados. Este incremento en la criminalidad se atribuye a una combinación de factores, incluyendo altos niveles de desigualdad, desempleo y dificultades en el acceso a servicios básicos para gran parte de la población. A esto se suma la incapacidad del cuerpo policial sudafricano para actuar eficazmente, afectado por problemas internos, falta de agentes y una estructura frágil, creando un ambiente de impunidad para los delincuentes. A pesar de este panorama desafiante, el sector de servicios de seguridad en Sudáfrica muestra una perspectiva de crecimiento. Se espera que alcance ingresos por 340 millones de dólares en 2023, con una tasa de crecimiento anual del 4,5 %, proyectando un volumen de mercado de 424,4 millones de dólares en 2028. Este crecimiento se refleja en un aumento del 14 % en el número de agentes de seguridad y un 33 % en el número de empresas registradas en el sector en los últimos años. La pandemia de COVID-19 impactó significativamente en la industria de seguridad privada sudafricana, con el 86 % de las empresas informando una disminución de ingresos y el 80 % una disminución de clientes, según la Autoridad Reguladora del Sector de la Seguridad Privada (PSIRA). Sin embargo, las cifras actuales indican una recuperación sólida del sector. Dentro del sector, se registran más de 9.000 empresas, cada una ofreciendo una variedad de servicios. La seguridad física, vigilancia electrónica, transporte de valores, investigación privada, ciberseguridad, consultoría, formación y seguridad especializada son algunas de las áreas que abarca. La ciberseguridad emerge como una rama clave y en crecimiento, requiriendo personal cualificado e inversión. Aunque empresas internacionales como G4S, Fidelity Services Group y ADT Inc. tienen una fuerte presencia, la ley BBB-EE busca favorecer a empresas locales mediante la promoción de la equidad económica y la inclusión de la población sudafricana negra. Esto ha llevado a que la mayoría de las empresas que operan en la industria sean de origen sudafricano, aprovechando el conocimiento del entorno y las necesidades locales. La demanda de servicios de seguridad es diversa, abarcando desde residencias privadas y empresas hasta instituciones gubernamentales, financieras, industrias específicas, eventos especiales, instituciones educativas y propiedades agrícolas. Aunque la contratación de servicios de seguridad es más común en zonas urbanas, la renta per cápita influye en la capacidad de acceso, creando variaciones dentro de las ciudades y regiones. Los precios de los servicios varían según la oferta, desde guardias de seguridad y monitoreo CCTV hasta sistemas de alarma y ciberseguridad. Los métodos de pago, en su mayoría, se realizan mediante domiciliación bancaria debido a la naturaleza continua de estos servicios. En cuanto a la percepción del producto español en Sudáfrica, la presencia de empresas españolas es limitada, con un único caso documentado de adquisición de parte de una empresa sudafricana por una empresa española. La mayoría de las empresas en el país son locales, pero la presencia extranjera aporta experiencia global y tecnología avanzada. Los canales de distribución B2C y B2B son esenciales en este sector, especialmente en complejos residenciales gestionados por grupos empresariales de servicios de seguridad. Sin embargo, ingresar al mercado sudafricano implica superar barreras regulatorias, competencia local y requisitos de propiedad sudafricana. En concreto, debido a la nueva ley que obliga a que la empresa esté constituida en un 51 % por una parte sudafricana. El sector de ciberseguridad presenta oportunidades significativas, con proyecciones de ingresos de 612 millones de dólares en 2023 y un CAGR del 9,57 %, alcanzando 967 millones de dólares en 2028. A medida que la economía digital crece, la delincuencia digital también aumenta, y las soluciones actuales no satisfacen completamente las necesidades del mercado sudafricano. En conclusión, el sector de seguridad en Sudáfrica enfrenta retos sustanciales, pero el crecimiento proyectado y las oportunidades emergentes, especialmente en ciberseguridad, ofrecen un panorama esperanzador. La combinación de factores internos y externos, junto con la demanda continua de servicios, hace que el sector sea clave para la seguridad y el desarrollo futuro del país.