- Régimen de comercio exterior.Tramitación de las importaciones
- Aranceles y otros pagos en frontera. Regímenes económicos aduaneros
- Normas y requisitos técnicos. Homologación, certificación y etiquetado
- Barreras comerciales a bienes y servicios españoles
- Barreras no arancelarias. Contingentes y licencias de importación
Régimen arancelario y reglamentación
El despacho aduanero de las mercancías que entran en Hungría se realiza siguiendo las normas legales de la Unión Europea (UE) y de Hungría. Desde la adhesión, el país pertenece al territorio aduanero de la UE.
Los documentos requeridos más habitualmente en las importaciones/operaciones intracomunitarias son los siguientes, sin embargo, hay que tener en cuenta, que algunas mercancías pueden requerir más documentos.
- DUA (Documento único aduanero): se utiliza para el cumplimiento de las formalidades aduaneras necesarias en las operaciones de intercambio de mercancías como la exportación, importación o el tránsito.
- Certificado de origen (para países terceros), certificado modelo A (para países incluidos en el sistema de preferencias generalizadas) o el documento EUR1-EUR2 (para países con acuerdos preferenciales)
- Declaración de importación
- Factura comercial
- Documento de transporte
- Packaging List
En lo relativo a las zonas francas, las reglas para regir las zonas de libre comercio en la UE se acuerdan bilateralmente entre cada país y la Unión Europea. Ésta sólo acepta el funcionamiento de dichas zonas cuando la producción no afecta negativamente a los mercados de los países miembros. La legislación húngara se recoge en las siguientes Leyes: CXXVI y CXXVII de 2003, y se distinguen dos tipos de zonas francas en Hungría, las comerciales y las industriales.
Aunque había muchas, se han reducido en los últimos años, ya que la reducción paulatina de aranceles las ha hecho menos atractivas. En las zonas francas industriales, se transforman materias primas en productos destinados a la exportación y se realizan actividades de tráfico de perfeccionamiento.
La legislación aduanera da diferentes posibilidades para suspender o eliminar la obligación de pago si se cumplen determinadas condiciones, entre las que se encuentra el draw-back. Hungría, al pertenecer a la Unión Europea, da también esta opción en las importaciones.
En cuanto a la importación temporal, Hungría es miembro de la Convención sobre Importaciones y Exportaciones Temporales (ATA), lo que supone que los productos se pueden importar temporalmente, libres del pago de aranceles en distintos casos, como por ejemplo, para muestras de ferias o exposiciones.
El Instituto de Normalización Húngaro (Magyar Szabványügyi Testület - MSZT) es el organismo acreditado por la Administración húngara para desarrollar actividades de normalización.
En lo que respecta a Homologación y Certificación los diversos Institutos encargados de llevar a cabo estas actividades son ÉMI-TÜV SÜD (Bienes de Consumo), OGYÉI (Productos Alimenticios) y TÜV RHEINLAND (amplio espectro de productos: telecomunicaciones, juguetes, pirotecnia,...).
En bienes de consumo, los productos a homologar vienen determinados por su naturaleza. El Consejo Húngaro de Acreditación autoriza a determinados laboratorios la realización de pruebas para determinar el cumplimiento de los parámetros establecidos por el Instituto de Estándares Húngaros.
Para productos agroalimentarios se requieren controles, bien en frontera, al igual que en otros países, o bien realizados por el Organismo de Inspección de la Salud Pública (Állami Népegészségügi és Tisztiorvosi Szolgálat -ANTSZ).
En cuanto a las licitaciones y concursos públicos, de forma general, las empresas españolas coinciden en señalar la elevada burocratización de la administración húngara, problema que se agrava en las administraciones locales y en particular a nivel municipal. Desde el punto de vista de la presencia de empresas españolas en Hungría, las mayores dificultades se concentran en los concursos públicos, tanto para obras de infraestructuras como para suministro de vehículos y material rodante en los cuales la actitud fuertemente nacionalista del Gobierno hace prácticamente imposible ganar una licitación a una compañía extranjera. Por último, reseñar que el idioma húngaro es un idioma difícil que dificulta la tramitación de las operaciones y condiciona la contratación de personal para el establecimiento de oficinas en el país. La nueva Ley de Contratación Pública (Ley CXLIII de 2015) introdujo algunas modificaciones relevantes como la reducción de los tiempos de presentación de pliegos, que pasa de 45 a 35 días y la modificación de los criterios de adjudicación, mientras que se mantiene la diferenciación entre las licitaciones comunitarias y las nacionales. Desde el 15 de abril de 2018 está en vigor en Hungría el sistema electrónico de comunicaciones para las licitaciones públicas.
La empresa exportadora española debe tener en cuenta que el sistema burocrático húngaro puede ralentizar la comercialización de determinados productos por ser sometidos a determinados procedimientos administrativos. Dependiendo del tipo de productos, este tipo de tramitaciones puede ser más necesario que en otros (productos químicos, cosméticos, su etiquetado, etc.).