Si bien hombres y mujeres están expuestos a los mismos riesgos laborales, en general, las máquinas, las herramientas, el calzado y la ropa de trabajo y los Equipos de Protección Individual (EPIs), han sido diseñados considerando las características antropométricas y físicas de la población masculina, tradicionalmente mayoritaria en sectores como la construcción. Esto puede suponer una mayor exposición a riesgos de origen laboral para las mujeres.

El estudio realizado por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA), ‘Occupational safety and health in Europe: state and trends 2023’, ha demostrado que la mayoría de herramientas y equipos de protección no están adaptados al perfil femenino, y en ese sentido, el proyecto “Labo_Género”, puesto en marcha en 2022 por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), ha dado como resultado un primer conjunto de indicaciones para ropa de trabajo con perspectiva de género, que se ha plasmado en una primera colección de calzado laboral para mujeres en colaboración con la empresa Paredes.

Las iniciativas de colaboración público-privada están cofinanciadas con 750.000 euros por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y la Unión Europea.

Para realizar este calzado laboral femenino, la empresa ilicitana ha estado durante un año haciendo estudios y pruebas. Así, se han medido alturas de dedos, empeines o talones y también se ha adaptado al peso. Y el drop del calzado, la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie, también se ha modificado dándole un poco más de altura. Hasta ahora, para la confección de zapatos y botas de seguridad, se empleaban hormas masculinas en números de pie más pequeños.

El director gerente de IBV, Javier Sánchez, destaca que los resultados del proyecto “Labo_Género” impactan en múltiples sectores estratégicos para la Comunitat Valenciana, además del calzado, como la indumentaria, el ámbito sociosanitario, el industrial y la construcción, entre otros. Otorga  valor al objetivo de este proyecto, que ha sido “dar respuesta a las necesidades de las empresas y la sociedad, desarrollando recomendaciones en prevención de riesgos laborales para implementar un enfoque de género en los equipos de protección”.