Acostumbrada al entorno internacional desde su primera experiencia laboral, esta ingeniera nos cuenta cómo nació su pasión por emprender y cómo transmitirla a otras fundadoras de startups.
Desde muy pequeña tuvo claro que, en el futuro, se veía trabajando fuera de España. Y ser becaria ICEX fue la puerta de entrada a cumplir su sueño en el mundo de la moda.
Mujer fuerte y apasionada, una “equilibrista empresarial”, esta cocinera que cree que nunca lo hubiera sido si hubiera comenzado en nuestro país y no en Holanda, considera sus reconocimientos internacionales una gran sorpresa.
Lorena Hidalgo, fundadora de Scoolinary, encontró en la cocina su verdadera vocación durante el confinamiento, un giro que la llevó a lanzar una innovadora plataforma de educación culinaria.
Tres cabezas pensantes y una sola pasión: realizar eventos corporativos para empresas internacionales. Dicen estar enamoradas de su trabajo y ese es el motor que hace que sean una de las pocas compañías del sector lideradas por mujeres, afirman.
La inquietud y las ganas de crear nuevos proyectos ha sido la clave para que esta directiva de multinacionales haya acabado creando su propia empresa tecnológica con vocación internacional.
Su pasión por el deporte y su formación le han llevado a dirigir la internacionalización del negocio familiar, una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de bicicletas de gama alta.
La tecnología que está revolucionando la economía y el trabajo a nivel mundial puede ocultar un fallo estructural: perpetuar el modelo de sociedad y el rol tradicional de la mujer. ¿Se puede arreglar?
Es una entusiasta de la tecnología y de las personas y se define a sí misma como “una ingeniera de letras”. Trabaja incansablemente en la creación de soluciones de comunicación desde la microelectrónica, su otra gran pasión.
Es una científica apasionada por el marketing y muy orientada al área de negocio. Un cóctel perfecto que le ha abierto las puertas de las principales multinacionales farmacéuticas.